En su última aparición pública antes del debate final de las retenciones en el Senado, el presidente Néstor Kirchner emitió un renovado y reforzado ataque al campo, al que volvió a acusar de querer «desestabilizar al Gobierno«.

Foto Federico Guastavino LA NACION

«Basta de cortes de ruta, basta de grupos de tarea, basta de comandos civiles, basta de enfrentamientos y cobardía«, exclamó el ex presidente cuando promediaba su discurso ante los miles de militantes reunidos frente al Congreso.

«Destituir»

Antes, volvió a acusar al sector de querer «desestabilizar» al gobierno de su esposa Cristina Kirchner. «Quisieron destituir al Gobierno. Ahora, los que actuaban en la oscuridad están demostrando quiénes son. Empezaron a mostrarse juntos en los diarios», señaló en alusión al encuentro que las entidades del agro mantuvieron ayer con Luis Barrionuevo, líder de la CGT disidente montada tras la reelección de Hugo Moyano en la central obrera oficial.

No se detuvo allí

«Son los que quieren desestabilizar la Patria. Ahí están los que quieren enlodar a Perón y a Evita y ahora se abrazan junto a los que históricamente estuvieron contra los intereses populares nacionales», reforzó.
En contra de lo previsto, Kirchner no esperó ni que empezara el acto del campo en Palermo para dar comienzo a la ceremonia organizada por el Gobierno en favor de las retenciones.
Desde minutos antes de las 17 y durante poco más de media hora, habló ante los militantes, piqueteros y sindicalistas reunidos frente al Congreso.
«Quiero traer el saludo fraterno y la compañía permanente de nuestra compañera Cristina», comenzó el ex presidente en referencia a su esposa, que no participa del acto. Enseguida añadió: «Ver esta demostración popular me llena de emoción porque fortalece la esperanza de cambio».

Contra los pools

En este punto, llegó su primera alusión al campo, con un ataque dirigido a los pools de siembra y un reclamo a los productores. ?Fuimos a desendeudar a los productores, a los que abrazamos porque ellos no son nuestros enemigos. De quienes estamos en contra es de los pools [de siembra]. Nuestros productores crecieron se desendeudaron, por eso les pido que tengan la gratitud de aplicar toda la solidaridad que se pueda para que desaparezca la desigualdad en la Argentina», exclamó.
Tal como lo había hecho en sus últimas apariciones públicas acusó a los ruralistas de «cortar rutas, desabastecer y quemar campos».
Antes de despedirse, volvió a defender las el sistema de retenciones móviles, que la Casa Rosada pretende convertir en ley mañana, y pidió respetar lo que se vote en el Senado.
«A todos les pido que aceptemos la resolución del Congreso sea cual sea. Queremos más instituciones, más democracia», aseguró.

«No quieren compartir»

Para defender las retenciones optó por atacar a los detractores de la medida que hizo estallar el conflicto con el agro. «Los beneficiados por la concentración económica saltaron porque no quieren compartir esfuerzos con el resto de los argentinos. Las retenciones permiten que ustedes puedan comer los alimentos a precios nacionales», dijo.
En este punto embistió directamente contra Alfredo De Angeli, a quien acusó de «pedir un lomo a 8 pesos». La diatriba desató insultos y silbidos contra el dirigente entrerriano.

Logros

Por otra parte, cuando recién comenzaba su mensaje, ensayó una fuerte defensa de lo que consideró los «logros» de su gestión de gobierno entre 2003 y 2007.
Todavía recuerdo los rostros de millones de argentinos que clamaban por un trabajo, por poder vivir. Reconozco el acompañamiento del pueblo argentino. Saben que nos hemos jugado siempre, que estuvimos frente a todas las batallas. La Argentina estaba prendida fuego y había que levantarla?, aseguró.
Enseguida, llegó la enumeración pormenorizada. ?Me paro ante ustedes y les digo que apenas empezamos nuestro gobierno terminamos con la Corte Suprema vergonzosa para garantizar la justicia independiente. Terminamos con 30 años de impunidad, renegociamos la deuda externa privada, construimos hospitales y viviendas, logramos superávit fiscal, bajar la desocupación y la indigencia?, detalló.

Discursos previos

La ceremonia comenzó poco después de las 16.30 con el himno nacional y con las palabras del gobernador de Entre Ríos, Sergio Uribarri, uno de los mandatarios más cercanos a la Casa Rosada, que comenzó con un elogio a la política agraria de Kirchner.
Antes, en todo el territorio argentino hacían colas los usureros para comprarle los campos a los productores, había campos que se remataban por las deudas. De ahí nos sacó Kirchner, puso a la Argentina de pie. La gente de campo pagó sus deudas, volvieron a tener vida el interior, volvió el consumo?, enumeró.
En la misma línea, se refirió a la suba internacional de los precios de los granos. «El Estado tiene que intervenir deliberadamente por la distribución del ingreso para que todo los argentinos tengan acceso a los alimentos a precios razonables», justificó.
Antes que Kirchner habló el gobernador bonaerense Daniel Scioli. ?Estamos acá ara abrazar fuerte la democracia. Para acompañar a la compañera Cristina Kirchner en la distribución del ingreso. Lo hacemos al pie de la gran casa de la democracia, el Parlamento, donde están representadas las provincias de nuestra Patria?, exclamó.
Del acto participó todo el gabinete nacional, además de Moyano, uno de los hombres responsables de garantizar la masiva llegada de manifestantes al Congreso. Según fuentes extraoficiales, hubo en el Congreso alrededor de la 95.000 personas.
Los alrededores del Congreso estuvieron fuertemente custodiados por la policía y el ingreso de las distintas columnas estuvo planificado para evitar enfrentamientos como los que suelen protagonizar los camioneros y los trabajadores de la construcción.

¿Vigilia?

La militancia oficialista se ilusiona con que la presencia del ex presidente en el Congreso se extienda más allá del acto. Algunos deslizan que podría quedarse unas horas en la carpa montada por Compromiso K para compartir la vigilia previa al debate de las retenciones en el Senado.