Dijo la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien además exhortó a los empleados de Aerolíneas Argentinas a dar el máximo de colaboración y a trabajar para que la empresa siga creciendo, porque, advirtió, el día que esto se acabe, a los primeros que se llevan puesto es a los trabajadores.
“No sea cosa”, alertó, que algún día, cuando «yo ya no esté en el gobierno, alguien piense que el Estado es mal gestionador y la historia termine como empezó”, perdiendo a la aerolínea de bandera.
La Primera Mandataria condenó el “ejercicio de cinismo inadmisible” de los sectores sindicales de la empresa que realizan “boicots encubiertos”, que redundan en pérdidas económicas y de prestigio de Aerolíneas, y pidió a los trabajadores que cumplan sus deberes “y demuéstrennos a los argentinos que Aerolíneas somos todos”.
Cristina Kirchner habló esta tarde en el aeroparque metropolitano para inaugurar un remozado hangar de Aerolíneas, acompañada por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y los ministros de Economía, Amado Boudou; de Planificación, Julio De Vido; de Turismo, Enrique Meyer; de Ciencia, Lino Barañao; de Desarrollo Social, Alicia Kirchner y de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman.
También se encontraban los secretarios General de la Presidencia, Oscar Parrilli; Legal y Técnico, Carlos Zanini; de Comunicación, Juan Manuel Abal Medina; de Transportes, Juan Pablo Schiavi; el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarri, y el gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera.
Cristina Kirchner expresó su respaldo al titular de la Aerolínea , Mariano Recalde, al afirmar que en su cargo “no lo puso el Espíritu Santo, lo nombró esta presidenta”, al tiempo que puso en claro que el plan que se presentó el lunes pasado para optimizar a la compañía “fue elaborado y me fue consultado paso a paso en Olivos”.
“Que nadie se confunda –advirtió-: la que decida es esta presidenta, por mandato popular”.
Felicitó a Recalde “porque a pesar de que Aerolíneas sigue siendo deficitaria, como lo son la mayoría de las aerolíneas del mundo, ha hecho una reducción más que notable de ese déficit que al 2010 era del 48 por ciento, con la incorporación de nuevos vuelos, y líneas federales”, además de sustanciales aumentos salariales para todos los gremios que trabajan en la empresa.
Recordó que cuando anunció la decisión de restituir al Estado la línea de bandera, lo hizo en coincidencia con el “voto no positivo del vicepresidente” Julio Cobos a la resolución 125 a las retenciones agropecuarias, lo que calificó como “el momento más difícil de todo el gobierno que comencé el 10 de diciembre del 2007”.
“Lo digo –acotó- porque por ahí uno escucha que no se pueden hacer cargo de un Subte administrado por una empresa nacional, solvente, con un solo gremio, en una situación económica y social sustancialmente diferente”.
Evocó que cuando resolvió que el Estado se hiciera cargo de Aerolíneas, la empresa “estaba vaciada, quebrada, sin aviones, dejada de la mano de quienes la habían quebrado, y por el desempeño también de seis sindicatos en su interior, pues es complicado conducir cualquier empresa con seis sindicatos”.
“En ese momento –dijo- tuve el compromiso como presidenta, y pedí también un compromiso de los trabajadores de la línea”.
En ese momento, y cuando surgieron cánticos entre los trabajadores que participaron del acto, en contra del dirigente de APTA, Ricardo Cirielli, la presidenta respondió: “No, no es cuestión de enfrentarlo, es cuestión de que trabaje; no hay que pelear, no hay que confrontar, hay que persuadirlos de que trabajen todos los días para levantar más la línea”.
Detalló las mejoras salariales que recibieron desde la recuperación de la empresa los trabajadores de Aerolíneas, en un promedio de entre un 100 y un 300 por ciento más.
Dijo a continuación que ante esa realidad, “da un poco de desilusión tan poca correspondencia por lo que hemos logrado y lo que han recibido: nadie pretende que nos den las gracias, pero defiendan lo que es de ustedes”, y alertó que “el día que esto se acabe, a los primeros que se llevan puestos es a los trabajadores argentinos” y pidió: “Que se notifiquen todos de esto, porque yo voy a seguir viviendo y comiendo, pero se van a llevar puestos a los trabajadores”.
Lamentó los “boicots encubiertos” mediante acciones sindicales, que determinan la cancelación de vuelos, y señaló que “se entendía cuando lo hacían en la época de Marsans”, cuando esa compañía gerenciaba la empresa, pero “ahora, hacer lo mismo, con un gobierno votado por el pueblo, que recuperó la línea de bandera, me hace sentir que la frase de ‘Aerolíneas somos todos’ parece ser en realidad ‘Aerolíneas son unos pocos’, y yo quiero que sea para los 40 millones de argentinos”.
Pidió entonces “el máximo de colaboración, porque esta presidenta no es eterna ni lo quiere ser, ni pretende serlo”, por cuanto “no sea cosa –continuó- que en algún momento no venga en lugar de doña Rosa, una doña Elena, y piense que el Estado es muy mal gestionador, y la historia termine como empezó”.
Tuvo también palabras de elogio para los jóvenes, al señalar que “parece ser un pecado ser jóvenes, o hablan como rémoras del pasado, frente a jóvenes que lograron que hayamos incorporado a Aerolíneas a IATA y Sky Team, que nos hayan puesto de nuevo en la línea de bandera digna”.
Afirmó que, en cambio, “los chiquilines son los que dicen ‘no te dejo volar en mi avioncito’”, en alusión a conflictos gremiales.
Pidió también a los trabajadores que “reflexionen” y señaló su esperanza de que el fin de semana largo que se acerca no sea motivo de problemas en los vuelos.

Inversiones

En su discurso, la presidenta enumeró las inversiones realizadas en la gestión actual de Aerolíneas:

  • Se compraron 20 aviones Embraer por 700 millones de dólares;
  • Dos aviones Boeing 737 700 por 80 millones de dólares
  • Equipos de rampa por 10,5 millones de dólares
  • Sistemas de hardware por 18 millones de dólares
  • En material aeronáutico y reparaciones, 515 millones de dólares.
  • Vehículos, 400 mil dólares
  • Herramientas, 10 millones de dólares
  • Instrucción de pilotos, 89 millones de dólares
  • Uniformes, 1.173.000 dólares
  • Proyectos de ingeniería para el nuevo hangar, 1 millón de dólares
  • Obras y remodelaciones, 4 millones de dólares
  • Simulador, 23 millones de dólares

Todo eso totaliza , a la fecha, dijo la Presidenta, 1.453 millones de dólares.
También detalló que aumentaron en un 8 por ciento los puestos de trabajo y hubo un 40 por ciento más de productividad.

Fuente Sala de Prensa – Presidencia de la Nación