«Los especialistas en venta de tierras están asombrados por cómo se desarrollaron las cosas» dice sorprendida gratamente Adriana Engler, la presidenta comunal de Pujato, pequeña localidad rural ubicada entre Esperanza y Franck.
En una comunidad de 180 habitantes, se vendieron 265 lotes, para construir viviendas. Los mismos fueron comercializados a 30 mil pesos, con escritura, y a 50 mil pesos en última instancia.
Hay que destacar sobremanera la actuación que en ésto han tenido los integrantes de la familia García. Ellos fueron los inspiradores y motorizadores del proyecto de repoblamiento.
Al respecto se pudo  conocer en las últimas horas que en el transcurso del mes de junio se entregarán las 265 escrituras, en un hecho inmobiliario que no tiene antecedentes en la zona.
Hay que recordar que en 1872 había 900 habitantes en Pujato. Esta zona geográficamente estaba unida y significaba territorialmente lo que es hoy Empalme San Carlos y Pujato Norte, bajo el nombre de Colonia Pujato. El territorio, como lo  es Colonia Pujol, por ejemplo, era dependiente de Esperanza.
Por entonces, persona alguna pensaba en un desarrollo urbano.
Las familias vivían del campo y en el campo.
En 1938 se independiza Empalme San Carlos y hace lo propio Pujato Norte en 1941, ambos con un delegado del gobierno primero.
Don Aquino García, fue el primer presidente comunal constitucional de Pujato Norte, elegido por sufragio, antepasado de la actual familia García de la zona y ex presidente de la láctea cooperativa Milkaut.
Los García descendientes cumplen un papel importante con otros loteos, que son cuatro, al menos en Pujato, a la fecha.  Tras un año de diferentes trámites se está llegando al final «sólo resta una última parte, pero todos sabemos que estos trámites son lentos» reconoce Adriana Engler (UCR) una luchadora mujer que pone todas sus fuerzas en este proyecto.  Pero los García no son los únicos; la familia de Abel Weiner hace lo propio con dos manzanas de urbanización.  Y con un gesto que los destaca. Donaron una importante parcela de tierra para que se construya el  templo católico que servirá a los antiguos y nuevos pobladores a manifestar su fe.
El terreno se ubica detrás del edificio comunal y escuela -fotografía- de la localidad.
También está el proyecto de la empresaria esperancina María Elena Biassoni, con 11 viviendas para empleados de su industria, aunque el terreno es mucho mayor.

Pujato se está refundando

Hoy, con apenas 180  habitantes, su Comuna y una Escuela donde asisten unos 20 chicos, si por cada lote que se vende, lo habita una familia tipo, serán 2 mil personas las que se asentarían en el lugar.
Por supuesto que no todos los compradores tienen la intención de vivir con sus familias. Hay inversionistas, personas que quieren hacerse su casa de fin de semana con quincho y pileta, y otros fines. Muchos son de Esperanza y otros vienen de Franck, San Jerónimo Norte, Pilar, Santo Tomé, Humboldt, entre otras localidades. Un hecho significativo para que no pocos empresarios esperancinos construyan para vivir allí es la creación del Parque Industrial a menos de 10 minutos por ruta.
Lo cierto es que, de aquella Comuna santafesina -como las otras 30 que estaban destinadas a desaparecer en un proyecto no muy lejano en el tiempo Obeid- proyectadas para ser anexadas a las poblaciones importantes más cercanas para bajar costo público, Pujato ha cambiado su presente y proyección de futuro; y en ese sentido Esperanza la ayuda, y mucho.
Tal vez, el Cristo de la Hermandad ubicado en la frontera entre Esperanza y Pujato, sea un signo de este tiempo.

Fuente El Colono del Oeste