Antonio Tarragó Ros y Luis Landriscina, junto a un grupo de artistas chamameceros de la talla de Ramona Galarza, Mario Bofill y el Padre Julián Zinni, entre otros, animarán el próximo viernes en el estadio porteño Luna Park la quinta edición del espectáculo «Viva el chamamé».
El elenco reunido para la jornada litoraleña se completará con Los de Imaguaré, Las Hermanas Vera, Juan y Ernestito Montiel, Fuelles Correntinos y los 100 Acordeones Chamameceros en tributo a la memoria de Don Antonio Tarragó Ros (padre).
En una entrevista con Télam, Luis Landriscina aclaró que su regreso a escena después de siete años para participar de “Viva el chamamé”, “es una excepción que hago”.
“Me comprometí para estar con la flor y nata de los chamameceros y es un gusto enorme compartir el escenario con toda esta maravillosa gente», señaló para expresar que no retomará la actividad artística.
En referencia a la presencia de Landriscina en el Luna Park, Antonio Tarragó Ros manifestó con emoción que «no quiero ni pensar en ese momento cuando Luis aparezca sobre el escenario con su traje y su ponchito, porque nosotros lo amamos a Luis como artista”.
“Luis -insistió el músico a Télam- le puso los ojos con amor al chamamé e hizo que el mundo descubriera a este ritmo tan nuestro. Para el litoral Luis es como un sacerdote para la religión».
El narrador que supo popularizar las andanzas de Don Verídico (personaje creado por el uruguayo Julio Cesar Castro), recordó que “al chamamé lo defendieron en los ranchos los paisanos con vitrolas a manija y con discos de pasta porque había tres o cuatro conjuntos que ya habían grabado en Buenos Aires”.
“En aquel momento era música para sirvientas pero después, gracias a Dios, se convirtió en un símbolo de una provincia y contagió a todas las demás», destacó el chaqueño, de 76 años.
En ese sentido, el autor del poema “Casi gringo” señaló que “si bien el chamamé es la identidad de los correntinos, su cadencia nos llegó a las provincias vecinas y actualmente disfruta de un lugar de prestigio bien ganado”.
Consultado acerca de la puesta que podrá apreciarse el sábado, en la quinta entrega de una propuesta que comenzó en 2004 en el Astros y que para sus siguientes ediciones de 2005, 2008 y 2010, encontró su lugar en el estadio enclavado en el bajo porteño, Tarragó Ros adelantó algunos de sus condimentos.
«Se le va a transferir la dirección del inolvidable Cuarteto Santa Ana de Don Esnesto Montiel, a sus hijos Juan y Ernestito Montiel y yo voy a ser, con todo orgullo, el padrino de ese momento y de la nueva formación», anunció el acordeonista.
También acompañará los relatos de Landriscina con toques de su verdulera, recordando piezas que compusieron juntos como “Viejo musiquero”, “Jacinto cachapecero” y “Eleuterio un correntino de ley”.
El momento musical del natural de Curuzú Cuatiá no pasará por alto clásicos de su repertorio como «Jineteando la vida», «Soy el chamamé» y «Sudaca».
“Además voy a tener el gusto personal que en algún pasaje me acompañe mi hija Irupé y más tarde subirán al escenario los 100 acordeones chamameceros como un homenaje a mi viejo», abundó.
En relación al padre de Antonio, autor de unas 200 canciones y considerado “El Rey del Chamamé”, Landriscina retomó la palabra y apuntó que “dejó una verdadera escuela en la forma de tocar el acordeón».

Fuente Agencia Télam