La madre, bañada en lágrimas abrazaba a su hija. Y le daba gracias a la policía de Esperanza. «Le juro por Dios que creí que no la íbamos a ver más. Nosotros somos gente humilde y ella me dijo que iban por trabajo. Sinceramente en casa estábamos todos desconsolados, los abuelos, los hermanos, no dormíamos, porque presentimos lo peor. Gracias a la policía de Esperanza pudimos recuperar a nuestra hija» decía la mamá ante la presencia atenta de la policía femenina y masculina en la sede de la Unidad Regional XI.

Todo comenzó en la semana pasada, cuando una mujer desesperada tocó la puerta de la comisaría de la ciudad de Tostado, en el extremo norte santafesino lindante con la provincia de Santiago del Estero.

Dos chicas de 16 años, amigas, habían desaparecido de la ciudad.

Los padres de ambas preguntaron a sus amigas, a la gente conocida pero las chicas no aparecían.

La denuncia de paradero fue irradiada en toda la provincia.

El sábado al mediodía el patrullaje era intenso, como las 24 horas en la ciudad debido al programa de prevención implantado en todo Las Colonias por las autoridades de la Unidad Regional XI.

Personal del Comando iba atento en la ruta 6 cuando en el cruce con la Avenida de Los Colonizadores vio a dos chicas jovencitas caminando junto a un joven de unos 20 años. Un hecho que es raro en la zona y con protagonistas no conocidos.

Inmediatamente los policías bajan del móvil y detienen el paso de los caminantes, pidiendo que se identificaran.

Los policías se dan cuenta que son menores y certifican que no son de la ciudad.

Inmediatamente consultan al servicio tecnológico que tiene la policía de Esperanza que es uno de los pocos que posee la policía en Santa Fe y que inmediatamente dan las novedades sobre búsquedas, pedidos de paradero y personas buscadas, además de identificaciones sobre antecedentes de personas.

Allí «salta» que una de las chicas tenía un pedido de paradero en Tostado.

La información llega hasta las autoridades judiciales pertinentes y los organismos que corresponden.

Finalmente, en la jornada la madre de una de ellas llega desde Tostado y se produce un emotivo reencuentro. El mismo procedimiento resultó con la otra menor implicada en el hecho caratulado «Fuga de Hogar».

Sobre el mayor que las acompañaba, es de Tostado y se desconoce su situación judicial. De acuerdo a lo que se sabe extraoficialmente, los tres se dirigían hacia la ciudad de Rosario.

Policías del norte santafesino explicaron a este medio que si bien, la desaparición de chicas en esa zona no es en gran número «el problema es que cuando una chica aquí se pierde, nunca la volves a ver» y de allí se entiende la tremenda angustia de sus familiares y la alegría de su mamá al recuperarla.

Otro punto a verse son las profundas necesidades económicas que tienen estas familias y la desesperación por encontrar una forma de subsistencia y un motivo de vida desde muy jóvenes, lo que en caso de las mujeres, puede llevar a malas decisiones que en ciertos casos puede ser un paso fatal.

Fuente El Colono del Oeste