La consignataria láctea avanza sin prisa pero sin pausa en Santa Fe. El emprendimiento inédito a nivel nacional promete generar herramientas que garanticen un mercado más estable, previsible y transparente. Además, aseguran que reduce costos y mejora el precio.

El sol del invierno no alcanza para calentar una siesta con mucho frío en el campo santafesino. Cuando apenas faltan unos minutos para las 3 de la tarde, termina de llegar el personal para reiniciar una rutina interminable: el ordeño. En el tambo de los Presser en Manucho (como en la mayoría de los establecimientos lecheros de la zona), la ceremonia también se reitera invariablemente a las 4 de la madrugada.

En los minutos previos al trabajo, aprovechamos para volver a establecer la charla con esta familia de tercera generación de tamberos, que ahora conducida por Hernán (quien también es Médico Veterinario), se ilusiona con poder revertir el mal momento de la actividad, gracias a los cambios superadores que perciben en la empresa, merced a la gradual implementación del espíritu asociativista y sus herramientas superadoras.

“No es casualidad que se cierren 10 tambos por mes”, dispara el joven Presser, quien analiza que el negocio lechero no es ni transparente ni previsible. “Es más, muchos tambos están esperando la recuperación para poder cerrar”, dispara con impotencia. Según el productor, el sistema cooperativo funciona en todo el mundo, y “los tamberos tenemos que volver a implementarlo, porque solos no somos nada; dentro de un grupo es la única manera de cambiar esta historia. Pero si bien las cooperativas son muy buenas, mal manejadas también pueden ser muy malas”, advierte en franca referencia a SanCor.

¿Quiénes son?

Así como los Presser, un conglomerado de tamberos santafesinos se embarcó desde hace un par de años en el desafío de confirmar una consignataria láctea que permita darle herramientas a un mercado que siempre los perjudicaba.

El pasado viernes se desarrolló una charla informativa sobre el tema en la Sociedad Rural de Sunchales, en la cual se analizó el proyecto en el cual se viene trabajando desde 2016 en territorio provincial, y que avanza lentamente pero a paso firme, lo que ha permitido la comercialización diaria de alrededor de 300 mil litros de leche. A la charla asistieron productores tamberos, referentes de cooperativas ligadas al sector y presidentes comunales de la zona. También estuvieron presentes el titular de la institución anfitriona, Javier Bolatti; el presidente de la Sociedad Rural de Rafaela, Pedro Rostagno; y el diputado provincial, Omar Martínez.

En la misma se remarcó la misión de comercializar leche cruda de manera eficiente, transparente y equitativa; y la visión, que implica ser referentes comerciales permanentes en la representación y defensa de la producción primaria láctea argentina. Buscan enarbolar los valores de la representatividad genuina del productor tambero, a través del compromiso, la transparencia, la responsabilidad, la previsibilidad y el profesionalismo.

Actualmente la iniciativa se encuentra en una etapa de prueba piloto, pero ya manejan un volumen interesante de leche.

“La consignataria está compuesta por 7 grupos que incluyen a 39 empresas y 4 cooperativas”, le dice entusiasmado Javier Bolatti (pte. de la rural sunchalense) a Campolitoral.

“Implica una mejora en los costos de transporte y logística, además de un mejora sustancial en el precio que recibe el productor”, agrega. Según opinó, esto permite competir mucha información. “Tenemos que volver a juntarnos como en la época de los abuelos”.

Actualmente la componen la Asociación Unión Tamberos Coop. Limitada de Franck; la Cooperativa Ltda. De Tamberos Colonia Palacios de Moisés Ville, la Cooperativa Ltda. De Tamberos Rivero Haedo de Ataliva, Tambo Pampa de Franck, la Cooperativa El Molino de Esperanza, y el Grupo Humboldt. Pero apuntan a crecer.

Y según informan en su sitio web, la consignataria ha comenzado a transitar sus primeros pasos a través de una prueba piloto con el objetivo de afianzar el nuevo sistema de comercialización. Por el momento, los 7 grupos intervinientes están comercializando un equipo semanal de 28 mil litros cada uno. Paralelamente, un representante de cada grupo forma la Mesa Negociadora, que se encarga de definir los destinos y los arreglos comerciales bajo un sistema de clearing de precios: a igual calidad de leche, igual precio para todos.

“Se trabaja buscando optimizar cuestiones de logística, destinos, precio y plazo de pago, priorizando vender la leche y no entregarla, lo que significa que antes de mandar un equipo a alguna industria se tienen estipuladas todas las condiciones de compra venta. Sabemos que esto recién empieza. Estamos convencidos de que otra lechería es posible y creemos que la Consignataria Láctea es la herramienta para lograrlo”, sostienen desde el sitio oficial.

Pasito a pasito

Según dejaron trascender, cuando se consolide, la entidad será una entidad de segundo grado, por cuanto participarán solamente personas jurídicas: cooperativas, sociedades, asociaciones, fundaciones, fideicomisos y otras figuras jurídicas. Quienes deseen formar parte de la consignataria dentro de sus actividades inscriptas y su habilitación estatutaria o contractual, deberán denotar la posibilidad de comercializar leche cruda tanto propia como de terceros. Además, para operar con la consignataria no existirán límites de litros. Para asociarse a la misma, deberán tenerse en cuenta los parámetros de integración del capital. Una vez incorporado, el ente no podrá bajar su aporte de leche en más de un 10 %. La nueva incorporación será evaluada en base a la cantidad de litros de leche aportados, y será efectiva con la aprobación de las 2/3 partes del Consejo Asesor.

Respecto de las funciones de la mesa negociadora, aseguran que será la encargada de negociar con la industria el precio de la leche, con conocimiento constante y abarcativo de todo el sector. “La misma se definirá por Consejo Asesor las remuneraciones o comisiones asignadas. Para determinadas negociaciones especiales, el negociador podrá ser acompañado en sus labores por un miembro del consejo ejecutivo. En todos los casos deberá trabajarse con contratos de venta debidamente formalizados. En él, se fijarán las condiciones para la entrega y formas de pago de la leche”.

También apuntan a que se propicie la continuidad empresaria con la formalización de los contratos lácteos. “El Consejo asesor podrá resolver de acuerdo a las condiciones imperantes del mercado y a sugerencia del Consejo Ejecutivo las operaciones especiales a realizar con el propósito de mantener la continuidad empresaria. Esto permitirá asegurar la transparencia de las operaciones; y trabajar en la rendición de cuentas claras”.

En principio se ha optado por la realización de un Consorcio de Cooperación integrado tanto por cooperativas como por sociedades. Es la figura correcta porque permite integrar entes de distinta naturaleza.

La entidad trabajará con un proceso de auditoria trimestral, donde serán fundamentales los procesos a realizar para asegurar la transparencia de las transacciones. Las rendiciones de cuenta serán de carácter trimestral con aprobación de los asociados y serán contemporáneas a los informes de auditoría respectivos.

Para adelante

Para la Contadora Ana del Río (Carsfe), la consignataria “es competitividad, es futuro, es unión, es visión. Se está decidiendo el futuro de la lechería”, sostuvo.
Según le manifestó la ruralista a Campolitoral, se apunta a darle tranquilidad al tambero con esta prueba piloto, en la que parte de los socios fundadores empezaron a operar con determinadas firmas a los efectos de circularizar información entre las partes con la intención que existan contratos por escrito. “También se apunta a que existan precios de referencia claros, y a que el productor se sienta que está integrando una entidad de nivel superior, con una mesa que negociará cada uno de los precios de la entrega diaria. Es cambiar la estructura o la forma de operar, ya sea a nivel individual como a nivel de una Cooperativa o una Sociedad Anónima aislada; es una experiencia para volver a trabajar en equipo en un sector tan sensible como la lechería”. También admite que hay un apoyo fuerte a nivel provincial, el que reconoce la falta de rentabilidad del sector.

Del Río coincide con la mejora en los precios. “Por ahora, las pruebas piloto han arrojado un precio distinto, de hasta 60 o 70 centavos por litro, pero lo más importante son los acuerdos de logística, porque se podrán regular los transportes. No sólo es un avance en lo que se gana sino en el costo que se reduce notablemente”.

También reconoce que se está trabajando en un reglamento de funcionamiento donde se definieron cada una de las situaciones que se pueden dar dentro de la consignataria, y ya se dejaron por escrito temas como la toma de decisiones, las remuneraciones, las comisiones para poder integrarla; qué pasa cuando alguien se quiera retirar o ingresar; la cantidad de litros mínimos para poder operar, etc. Hay profesionales a cargo del armado legal y comunicacional, estamos profesionalizando un negocio que estaba a la deriva y eso no deja de ser importante”.

Acompañamiento

Para Pedro Morini, secretario de Lechería de Santa Fe, este tema fue prioritario desde su asunción en el cargo. “Desde hace casi dos años que Carsfe nos planteaba que no se podía seguir con ese sistema de comercialización sin transparencia, y nos plantearon la posibilidad de implementar esta idea”. En abril del año pasado, las lluvias obligaron a apurar los tiempos. “Quisimos acompañar la idea. Faltaba la figura jurídica, y se optó por un consorcio. También investigamos las alternativas a través de un contrato lácteo, y a partir de allí vimos cómo se viene desarrollando este nuevo instrumento, el que después se podrá exportar a otras provincias”. Según Morini todos lo ven como una herramienta de transparencia de mercados.

A futuro, el funcionario apunta a estabilizar la producción para poder crecer. “Santa Fe tiene buenos productores, buena genética, y estamos en condiciones de crecer, pero falta implementar un mayor confort animal a través de patios de comida y otras alternativas productivas para el corto y mediano plazo con inversiones a largo plazo (con créditos de 5 a 8 años para que los productores lo puedan hacer). Si no avanzamos con esto va a ser difícil crecer porque quedamos atados a los avatares del clima”, sostiene.

Morini apunta a fortalecer el Fondo de Inversión (500 a 600 millones de capital). “Hoy un patio de comidas implica una inversión de $10 mil por vaca, pero le asegura mayor estabilidad al sistema. Hay que empezar a crecer en litros, de a poco, y la consignataria es algo que no tiene antecedentes, por eso hay que ir paso a paso”, asegura.

El tambo es vida

Volviendo al tambo de los Presser, hace años que apostaron a volcar su producción a la Cooperativa El Molino, porque la lechería -aseguran- se consolida con el sistema cooperativo. La entidad también forma parte de este emprendimiento para poder darle más transparencia al negocio y la cadena, y poder cambiar un sistema obsoleto: un sistema en el que el productor entrega a 30 días sin saber cuanto va a cobrar.

Según Hernán Presser, el sistema actual es inviable, por eso el proyecto es trabajar en breve como la Bolsa de Cereales con los granos, donde uno accede al precio de acuerdo a las operaciones del día. En eso se fundamenta, además de garantizar el cobro a través de una mayor formalidad en el negocio.

“A nivel productivo el clima nos pegó mal, y uno no puede hacer nada contra eso, hoy todavía estamos con las secuelas económicas y productivas de esa catástrofe porque la ayuda crediticia o económica que debería aparecer son muy lentas, nosotros todavía no cobramos la de abril del año pasado, la promesa de estar cerca de la producción no se cumple, nosotros tuvimos que vender hacienda y descapitalizarnos para poder seguir. Y cuando uno cría una vaca madre y la tiene que vender para que la ordeñe otro productor es muy triste”, sostiene con bronca.

Para el productor, otro tema pendiente es la falta de caminos, “pero soy un convencido que con la participación de la gente que tiene ganas de sumar, se pueden lograr muchas cosas. La crisis, la falta de precio, la falta de políticas a largo plazo a nivel nacional, etc., todo eso le da falta de previsibilidad a un negocio que es rentable un par de meses al año.

Por eso muchos de cansaron. Se están cerrando 4 tambos por mes en nuestra cuenca, la crisis hídrica hizo que muchas vacas se vayan a faena y hoy no estén produciendo, y que hoy tengamos 7 mil millones de litros de producción. La leche aumentó porque no hay, debemos lograr una estabilidad más allá de la oferta y la demanda, es la vida de los campos, el tambo es vida, yo con 300 has. (la mayoría alquiladas) tengo a 7 u 8 familias que viven de estas 300 vacas, fijate lo importante que es para un país que la lechería siga viva”, cerró.

Patios de comida

Consultado por Campolitoral sobre las próximas acciones oficiales para la lechería provincial, Perdo Morini aseguró que a futuro, se apuntará a estabilizar la producción para poder crecer. “Santa Fe tiene buenos productores, buena genética, y estamos en condiciones de crecer, pero falta implementar un mayor confort animal a través de patios de comida y otras alternativas productivas para el corto y mediano plazo con inversiones a largo plazo (con créditos de 5 a 8 años para que los productores lo puedan hacer). Si no avanzamos con esto va a ser difícil crecer porque quedamos atados a los avatares del clima”, sostiene. Morini apunta a fortalecer el Fondo de Inversión (500 a 600 millones de capital). “Hoy un patio de comidas implica una inversión de $10 mil por vaca, pero le asegura mayor estabilidad al sistema. Hay que empezar a crecer en litros, de a poco, y la consignataria es algo que no tiene antecedentes, por eso hay que ir paso a paso”, asegura.

Fuente Campo Litoral