Daniel Urcía, Vicepresidente de FIFRA, aseguró que se requiere sumar otras correcciones fiscales en la cadena cárnica. También comentó qué se espera de los precios de la carne y de la hacienda.

Desde la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) señalaron en una editorial que la puesta en marcha del remito electrónico (REC) requiere de otras reformas fiscales a nivel nacional y en las diferentes jurisdicciones, caso contrario se corre el riesgo de que fracasen los avances hechos hasta el momento.

“A nuestro criterio, el REC es solo la parte visible del témpano, por dicho motivo cuando se discutió sobre la idoneidad de ese instrumento para transparentar la actividad siempre dijimos que previamente debían darse otras reformas que tienen que ver con la cuestión impositiva y tributaria de índole nacional y local (provincias y CABA)”, aseguró Daniel Urcía, Vicepresidente de la entidad.

Según Urcía, el problema de la informalidad del comercio minorista es la alta presión tributaria, en ese marco se desarrolla el negocio de las carnes y por la alta competitividad (cantidad de oferentes y demandantes productores, frigoríficos, matarifes, carnicerías) de este sector, la “evasión” se trasladó al precio final. El cumplimiento fiscal se transformó en determinante de la sobrevivencia o la quiebra, especialmente en el mercado de mayor consumo del país (CABA y Gran Buenos Aires).

“En la cadena de ganados y carnes todos los actores privados estamos de acuerdo en que cada uno debe cumplir con sus obligaciones fiscales y previsionales, pero, para que ello ocurra se deben producir reformas que lo hagan posible, afirmó Urcía. “Cuando las alícuota sobre un producto de alto consumo y de baja rentabilidad, como es el caso de la carne vacuna, hacen prácticamente confiscatoria la actividad, el incumplimiento se vuelve norma” agregó.

Además, en la editorial se asegura que se avecinan cambios importantes para el segundo semestre del año: “si bien hubo aumentos de precios de la carne a nivel de carnicerías todavía no equiparan el atraso respecto a la inflación y todavía están amortiguados por el efecto sequía que aumento la oferta de ganado. Hubo aumentos salariales, en las tarifas de los servicios públicos, en combustibles y obviamente tiene que llegar un aumento de la hacienda sin incidencia de factores climáticos”.

“En este nuevo escenario el sector que seguramente sentirá el impacto será el abocado al consumo doméstico con menores faenas y ventas, por ende la reforma tributaria local es urgente que se realice”, sentenció el
vicepresidente de la entidad.

Fuente Campo Litoral