Derrotó a Portugal por 1 a 0 con un gol de Zinedine Zidane de penal a los 32 minutos del primer tiempo, en un encuentro muy disputado.
Su próximo rival será el seleccionado «azurro» que eliminó este martes a Alemania por 2 a 0.
El partido se jugó ante una multitud en el estadio Olímpico de la ciudad de Munich, con un regular arbitraje del uruguayo Jorge Larrionda.
De la mano de Zinedine Zidane, quien marcó el único gol del partido a los 32 minutos del primer tiempo, de penal, Francia vuelve a jugar una final de una Copa del Mundo.
En un partido que fue bien jugado por los dos, porque ambos trataron bien a la pelota, aunque les haya faltado profundidad, los dirigidos por Raymond Domenech con muy poco justificaron su victoria.
Ahora Francia, luego de un interminable festejo dentro de la cancha, con Zidane llevándose todas las miradas, porque sólo le queda un partido a su carrera, el mejor, el de la final de un mundial, tiene la mente en puesta en Italia, que viene de eliminar nada menos que a Alemania y al que tendrá que enfrentar el domingo.
Por su parte, Portugal tendrá que jugar ante Alemania el sábado en la ciudad de Stuttgart, el partido en el que nadie quiere estar, el que define el tercer y cuarto puesto de la Copa del Mundo.
El partido comenzó siendo como todos imaginaban, abierto, con los dos intentando llegar, con Zidane de un lado, con Figo del otro, ninguno de estos dos jugadores con gran movilidad, pero moviendo, o intentando, mover los hilos de sus respectivos equipos.
En los primeros cinco minutos de juego cada uno tuvo su chance de gol: primero Francia con Thierry Henry y después el equipo de Luis Felipe Scolari con Deco.
El partido estaba claro para los dos, los franceses cuando atacaban por derecha ganaban, sobre todo cuando subía Eric Abidal, pero Figo aprovechaba ese hueco que dejaba el lateral izquierdo del conjunto de Raymond Domenech para lastimar por ese lado.
Con el correr de los minutos ese arranque prometedor quedó en eso, en una promesa de gran partido, porque a partir de ese momento los dos equipo se preocuparon más por ajustar las marcas que por jugar.
Francia parecía tener más intenciones de ataque que Portugal, pero no encontraba respuesta en cuando llegaba al área rival, porque Henry perdía más de las que ganaba y Zidane recibía pocas veces la pelota cerca de la zona donde más podía lastimar a los dirigidos por Scolari.
Cuando en el partido no pasaba nada, el árbitro uruguayo Jorge Larrionda marcó una falta dentro del área de Ricardo Carvalho a Henry, tuvo que cobrar penal para Francia, que Zidane, con un remate fuerte y cruzado al palo derecho del arquero, cambió por gol.
Portugal quiso ir, pero no tuvo profundidad, además no se entendieron las razones del cambio de posición de Figo, porque el jugador del Inter, de Italia, ubicado en el sector derecho se cansó de ganarle la espalda a Abidal y cuando fue a la izquierda pasó desapercibido.
En el comienzo del segundo tiempo Henry pudo liquidar el partido, a los dos minutos, pero Ricardo y un podo de fortuna salvaron a Portugal.
Con la tranquilidad de la ventaja en Francia crecieron Frank Ribery, Henry, Makelele, entonces Zidane tuvo más compañía y la pelota agradecida, por el buen trato.
Claro, que los portugueses, con Deco, Cristiano Ronaldo y Figo también buscaban los espacios tratando de generar buen fútbol, pero al no estar en una buena noche Pauleta sus avances carecían de peligro.
Lo mejor del partido pasaba cuando Zidane tomaba la pelota, porque el estadio se venía abajo para aplaudirlo, como buscando convencerlo para que no dejar de jugar al fútbol.
Pero el partido seguía y en la primera pelota en la que Pauleta se movió bien casi llega el empate de Portugal, pero el remate del delantero del París Saint Germain pegó en la parte exterior de la red del arco defendido por un inseguro Fabien Barthez.
Pese a que Portugal era el que buscaba, el que manejaba la pelota nunca dio la sensación de correr riesgo la victoria francesa, al punto, que en cada contra los comandados dentro de la cancha por Zidane podían asegurar el resultado.
Los portugueses no le encontraban la vuelta al partido, porque sólo de los pies de Cristiano Ronaldo aparecía alguna genialidad, pero con demasiados «firuletes».
Los cambios del brasileño Scolari, quien incluyó más delanteros en cancha no le dieron el resultado esperado, porque no llegaba con peligro, salvo cuando pateaba al arco y Barthez hacía todo lo posible para que le igualen a Francia, pero ni siquiera así podían lograrlo los portugueses.
Las emociones llegaron sobre el final, con el equipo de Scolari tirando centros al área hasta con su arquero Ricardo yendo a buscar, con los franceses sufriendo un partido que hace rato tenían ganado.
Así se fue el partido, con Francia finalista del mundial, con Portugal cayendo dignamente, de pie. Y con todos felices, porque en Munich la fiesta del fútbol dijo presente, más allá de vencedores y vencidos.
Síntesis
FRANCIA: Fabien Barthez; Willy Sagnol, Liliam Thuram, William Gallas y Eric Abidal; Calude Makelele, Patricke Vieira, Franck Ribery y Zinedine Zidane; Florent Malouda y Thierry Henry. DT: Raymond Domenech.
PORTUGAL: Ricardo; Miguel, Fernando Meira, Ricardo Carvalho y Nuno Valente; Maniche, Costinha y Deco; Cristiano Ronaldo y Luis Figo; Pauleta. DT: Luis Felipe Scolari.
Goles en el primer tiempo : 32′ Zinedine Zidane, de penal (F).
Cambios en el segundo tiempo: 17′ Paulo Ferreira por Miguel (P); 22′ Simao Sabrosa por Pauleta (P); 24′ Sulvain Wiltord por Floren Malouda (F); 27′ Sidney Govou por Frank Ribery (F); 29′ Helder Postiga por Costinha (P) y 39′ Lois Saha por Thierry Henry (F).
Arbitro: Jorge Larrionda (Uruguay)
Estadio: Olímpico de Munich.
Fuente: Télam