La gran expectativa que había despertado la presentación de la nueva Selección de Basile se frustró ya que, a pesar de no haber tanta diferencia, las individualidades de los cariocas fueron concluyentes.
La presentación del nuevo equipo de Basile había despertado gran expectativa y encima jugando frente a Brasil, pero la derrota por 3 a 0 fue un cachetazo porque se esperaba algo más, a pesar de que los jugadores salieron a jugar casi sin practicar.
La presencia de Messi, Tevez, Agüero, Insúa se esperaba como un alivio luego del Mundial de Alemania, pero todo resultó mal.
Si bien Brasil también jugó con muchas ausencias y sin Ronaldinho, la diferencia individual fue muy grande.
El equipo argentino nunca tuvo equilibrio en sus líneas y deambuló por la cancha sin tener un conductor. Riquelme volvió a demostrar que necesita ayuda y en defensa, Clemente Rodríguez no funcionó y fue superado por Elano, autor de dos goles.
En el primer tiempo, el equipo nacional se encontró con un tempranero tanto en contra y de ahí en más sintió el impacto y llegó muy poco en el primer tiempo.
En el segundo con las variantes, pareció que mejoraba, llegó más, pero en los contragolpes los brasileños fueron letales para establecer un resultado demasiado amplio, producto del mejor andar individual de los cariocas.
El haber programado un partido que no tuvo nada de amistoso con Brasil- se jugó en Londres-, fue un riesgo muy grande, donde Basile no es el culpable. Trató de poner en la cancha lo mejor que tenía a su alcance, ya que varios jugadores se cayeron a último momento, como Ibarra y Maxi Rodríguez.
El nuevo DT tendrá que tener a los jugadores más tiempo y trabajar mucho si se pretende obtener resultados auspiciosos. Lo de este domingo con Brasil dejó muchas dudas.