Jugó mal y perdió ante España por 2 a 1 en un amistoso que se jugó este miércoles en Murcia.
En el debut del «Coco» como director técnico el seleccionado albiceleste había sido goleado por Brasil, 3 a 0.
El seleccionado argentino de fútbol entregó otra discreta producción y terminó cayendo ante su par de España por 2 a 1, en un amistoso jugado en la ciudad de Murcia, en el reinaugurado estadio Nueva Condomina.
El equipo dirigido por Alfio Basile, al igual que lo ocurrido en septiembre último en Londres frente a Brasil, cuando perdió por
3-0, volvió a defeccionar y cumplió una deslucida labor.
Inconexo en sus líneas, con una alarmante falta de criterio para elaborar juego y otorgando ventajas en el bloque defensivo, el equipo albiceleste pudo haber perdido por una diferencia superior, si el rival hubiera contado con otro presente. Es decir, si las críticas hacia el técnico Luis Aragonés no hubiesen sido tan despiadadas y la actualidad de la ??Furia?? fuese otra.
España, amo y señor del partido, se puso en ventaja a los 33m. del primer tiempo, con un remate desde fuera del área de Xavi.
Sesenta segundos más tarde, en una de las pocas maniobras bien pergeñadas, Daniel Bilos (quien reemplazó al lesionado Maximiliano
Rodríguez) estableció la igualdad, luego de un muy buen pase puesto por Federico Insúa.
En la segunda etapa, luego de una infracción en el área de Roberto Ayala (cumplió este miércoles su partido número 106 con la camiseta
del seleccionado argentino) sobre Luis García, el delantero del
Valencia, David Villa, estampó el 2-1 definitivo, con un penal
ejecutado, fuerte y a la derecha de Abbondanzieri.
El mal estado del campo (los panes de césped se levantaban en forma increíble) ayudó a que ninguno de los dos pudiera elaborar
una superioridad manifiesta.
Pero dentro de ese panorama, España se acomodó mejor, a partir de la movilidad y la distribución de Xavi, con el criterio de Angulo y la peligrosidad de David Villa.
A los 13m., y después de una jugada de pelota detenida, Fernando ??El Niño?? Torres se llevó el balón por delante y se perdió un tanto increíble.
Argentina, a esa altura, intentaba por medio del triángulo Insúa-Tevez-Messi, pero faltaba claridad en la puntada final.
Además, los laterales, Pablo Zabaleta y Rodolfo Arruabarrena, eran desbordados, a ambos les explotaban las espaldas y por allí
recibían los mediocampistas españoles.
Pese a ello, la apertura del tanteador dependía de alguna jugada de balón parado o de un remate desde larga distancia. Ocurrió por la segunda vía, a los 33m., cuando Xavi la puso arriba y lejos del alcance de Abbondanzieri.
Casi no hubo chance de que España se consolidase con la ventaja. Porque a los 34m., Bilos le puso el broche a una buena maniobra de Insúa y decretó el empate.
Entonces, el gol tranquilizó al equipo de Basile, que en ese tramo final de la etapa mostró, por lo menos, cierto control del juego. Sin inquietar a José Manuel Reina, pero con la convicción
de tener el termómetro del juego.
En la segunda parte, el ingreso de Leandro Somoza por Luis González no produjo el efecto deseado. El medio campo argentino siguió siendo zona de tránsito y España lo aprovechó.
Sobre los 8m., Fernando Torres se perdió otro gol en forma insólita, cuando no pudo empujar bien el balón, que fue interrumpido por Arruabarrena. El árbitro francés Laurent Duhamel, de discreta labor, cobró la correspondiente retención y en la misma raya del área chica, el elenco local no fue capaz de convertir el tanto, una vez ejecutado el pertinente tiro libre.
Pero lo que no marcó ??El Niño?? del Atlético de Madrid lo terminó resolviendo su colega de Valencia, David Villa, después de
un penal claro que Ayala le cometió a Luis García.
A partir de esa maniobra, España dominó con amplitud la situación, pudo y debió aumentar las cifras, mientras la Argentina ni siquiera tuvo capacidad de reacción y entregó otra imagen deslucida.