Este 11 de septiembre se cumple un nuevo aniversario de los ataques que dejaron casi 3.000 muertos cuando las Torres Gemelas, el Pentágono, y un avión en Pennsylvania fueron blancos de Al Qaeda. El 11 de septiembre de 2001, algo antes de las 10 de la mañana, el mundo se conmocionó con el impacto de un avión de pasajeros contra una de las Torres Gemelas, icono de Nueva York, capital de la cultura estadounidense.
Fue entonces cuando una nube de dudas llegó a radios, programas de TV y redacciones periodísticas. Luego otro avión impactó contra la segunda torre, despejando toda posibilidad de un accidente. Ahora más que antes el mundo estaba impresionado. El terrorismo golpeaba a los Estados Unidos dentro de su territorio. El blanco era Nueva York. Ya nadie estaba seguro.
Los ataques se extendieron al Pentágono, donde un avión de pasajeros impactó contra una de las caras del edificio madre de la inteligencia militar norteamericana.
Otro escenario de aquella jornada negra fue Shanksville, Pennsylvania. Allí un avión presuntamente controlado por fundamentalistas islámicos se estrelló ante una supuesta rebelión de los pasajeros. Este suceso, como todos lo ocurrido ese día, se presta para la sospecha y la inquietud.
Mientras todo esto ocurría, desde todos los puntos del planeta con acceso a alguna vía de comunicación, se seguía con suma atención lo ocurrido. El 11 de septiembre de 2001 no daba tiempo a pensar, actuaba con velocidad, aplicando una lógica propia de destrucción y sufrimiento.
Cuando todavía llegaban las noticias de Washington y Pennsylvania, el planeta presenció el derrumbe de las Torres Gemelas. Con ellas también cayó el sentimiento de invulnerabilidad norteamericano.
El informe oficial dijo que las ??Twin Towers?? habían caído porque las columnas fueron afectadas por el fuego, sin embargo varios especialistas insisten en que las llamas no son suficientes para hacer colapsar semejante estructura de acero. Otro misterio, demasiados para un mismo día.
Por los ataques en Nueva York murieron 2.794 personas, mientras que en Washington y Pennsylvania las víctimas fueron 184 y 40, respectivamente.
Luego de observar lo ocurrido, Bush decidió tomar cartas en el asunto y cargó contra la red terrorista Al Qaeda, la organización que se adjudicó los ataques.
La ofensiva norteamericana contra la red terrorista tendría como campo de operaciones a Afganistán e Irak. La política exterior de la Casa Blanca no es la misma. El mundo ya no es el mismo que hace 6 años atrás.
A seis años del 11-S en Estados Unidos
Fuente Agencia Télam