Pese a la crisis financiera mundial, el precio de la oleaginosa llegó ayer a los 1.000 pesos por tonelada.

De esta manera, el principal producto de exportación argentino duplicó su valor en sólo un año y llegó a las cuatro cifras en una de las semanas más turbulentas para los mercados de los últimos años.

La tonelada de oleaginosa -principal producto de exportación argentino- llegó este viernes a un nuevo récord, los 1000 pesos en la Bolsa de Comercio de Rosario.
El grano, que en enero de 2006 cotizaba a 580 pesos, prácticamente duplicó su valor en sólo un año. Y llegó a las cuatro cifras en una de las semanas más turbulentas para los mercados de los últimos seis años.
Hasta noviembre pasado, el complejo oleaginoso -que representa el 75% de las exportaciones agrícolas del país- facturó US$ 13.522 millones por ventas externas, un 45,5% más que en igual período del año anterior, consigna hoy el diario La Nación.
Los principales destinos de estos embarques son China (poroto y aceite), India (aceite) y la Unión Europea (harina).
«La firmeza de los precios se va a mantener, porque la nueva cosecha está necesitando lluvias, casi no quedan existencias de la campaña anterior y las plantas aceiteras deben abastecerse de mercadería», enumeró Lorena D Angelo, especialista de la bolsa rosarina, cita el artículo.
El complejo aceitero instalado en la margen santafecina del río Paraná, uno de los más importantes del mundo, tiene una capacidad de molienda superior (alrededor de 50 millones de toneladas) a la cosecha oleaginosa (prevista en no más de 47 millones de toneladas, unas 500.000 menos que en la campaña anterior).
Más de la mitad de todas las exportaciones argentinas son agroalimentos. Y buena parte de esos ingresos va a parar al fisco en concepto de retenciones (el 35% sobre el poroto de soja; el 30% sobre aceite y harina).
Por la mayor demanda, las plantas de crushing (como se llama a la industria aceitera) están demorando sus paradas técnicas habituales en esta época del año para poder cumplir con sus compromisos.
A la vez, los exportadores de poroto de soja compiten con la industria por la mercadería, lo que también presiona sobre el precio.
En Rosario, el precio de la soja reflejó esta semana la inestabilidad financiera internacional: el martes había caído 20 pesos y cerró a 940 pesos la tonelada, pero anteayer ya se había recuperado al cerrar a 980 pesos. En la Bolsa de Chicago, principal mercado de referencia para los granos argentinos, la oleaginosa había tenido un comportamiento similar. Al final, terminó la semana sólo ocho dólares abajo.
«Los precios de la soja ya se parecen a la cotización de cualquier punto.com a comienzos de 2000, cuando los valores de Yahoo, Amazon y e-bay estaban por las nubes», sintetizó Ricardo Baccarín, vicepresidente de la corredora Panagrícola SA.
Los valores de futuros de todos los productos agrícolas están preanunciando nuevas alzas: el trigo de la campaña 2008/09 -es decir, la próxima- cerró a US$ 198,4 la tonelada, y el maíz en la posición abril en US$ 155.