El 1° del mes próximo se aplicará un aumento de 7,5%,y el 1° de julio, otro similar; el haber mínimo quedará en 689 pesos.
El Gobierno decidió aplicar un aumento para todas las jubilaciones y pensiones, que subirán, entre el mes próximo y julio, un 15% repartido en dos incrementos de 7,5% cada uno. Así lo confirmaron ayer voceros de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
La medida, que la Casa Rosada analizaba desde hacía casi un mes, se financiaría con recursos de la Anses y empezará a regir dentro de dos semanas: el 1° del mes próximo, todos los haberes tendrán el primer incremento, un 7,5%, que llevará el haber mínimo a 645 pesos. El plan se completará el 1° de julio, con una nueva alza de 7,5%, que ubicará el monto mínimo previsional en 689 pesos. La jubilación promedio quedará, entonces, en 851 pesos.
En el Gobierno calculaban ayer que los beneficiarios de la iniciativa serían alrededor de 5,5 millones, incluidos los de regímenes especiales. «Con esta decisión, el haber jubilatorio mínimo habrá aumentado hasta un 360 por ciento entre 2002 y julio de este año, y el haber medio, un 156 por ciento», se entusiasmaron en la Anses.
La última vez que el Gobierno había aplicado incrementos en todas las jubilaciones había sido en septiembre del año pasado, cuando subieron un 12,5% todos los haberes. La medida le costaría al Estado, según han dicho en despachos oficiales, unos 500 millones de pesos. «La idea es mantener el sistema estatal de jubilaciones sólido y responsable», agregaron después.
El objetivo de la decisión, anticipada ayer por el diario Clarín, es intentar recomponer el poder adquisitivo de la clase pasiva, uno de los sectores más golpeados por la inflación. El alza de precios minoristas del año pasado osciló, según diversos informes privados, entre el 16 y el 20%, lejos de la cifra que dio a conocer el Indec, del 8,5 por ciento. Esta brecha es la que lleva a los sindicatos y a los empresarios a discutir recomposiciones salariales que ni siquiera tienen en cuenta el indicador oficial.
De todos modos, es probable que éste haya sido el último anuncio oficial de una medida de actualización previsional: para la segunda mitad del año, el Gobierno tiene previsto empezar a elaborar un sistema móvil de ajuste, tal como lo dispuso la Corte Suprema de Justicia, a fines del año pasado, luego de resolver el «caso Badaro».
A fines de noviembre, los jueces de la Corte dictaron un fallo que contenía un fuerte mensaje para la Casa Rosada: le ordenaron a la Anses aplicarle al haber mensual que el jubilado Adolfo Badaro cobraba en 2001 una suba de frecuencia anual, entre 2002 y 2006, proporcional al valor del índice general de salarios que calcula el Indec.
Al igual que otros 200.000 jubilados, Badaro cobraba en 2002, el año de la devaluación, más de 1000 pesos mensuales. Desde ese entonces, ese segmento de jubilados sólo recibió un ajuste del 11%, aplicado en junio de 2006, cuando el índice oficial de precios acumulaba un alza superior al 80 por ciento.
Aunque el fallo de la Corte alcanzó sólo a Badaro, sentó un precedente para todos los juicios que están en trámite, que serían unos 40.000 casos.
Después de las subas otorgadas por el Gobierno a los jubilados de haberes más bajos, el reclamo de Badaro obedecía en rigor a la distorsión existente entre haberes altos y bajos: el Gobierno había dado a las jubilaciones más bajas aumentos significativos, muy por encima de los otorgados a las prestaciones medias y altas, que perdieron poder adquisitivo como consecuencia de la inflación.
El fallo de la Corte insta entonces a establecer un mecanismo de ajustes periódicos y automáticos determinado por un índice, como podría ser la evolución de salarios.
Sin embargo, la referida actualización deberá primero discutirse dentro del Gobierno, enviarse como proyecto de ley al Congreso y, una vez cumplido ese paso, reglamentarse. Todo ese proceso llevará meses.
El mes pasado, consultado por LA NACION al respecto, Claudio Moroni, director ejecutivo de la Anses, contestó: «El Gobierno tiene que ser responsable. El sector de la seguridad social no puede generar una política que sea incompatible con la política fiscal, presupuestaria, monetaria y financiera, porque esas políticas han permitido mejorar la inclusión social. Han bajado el desempleo y el trabajo en negro, ha aumentado la actividad industrial, todo en función de estas políticas».
- $ 645
Será el haber jubilatorio mínimo desde el 1° del mes próximo, luego del primer aumento, del 7,5%.
- $ 689
Será el haber previsional mínimo desde el 1° de julio, luego de aplicada la segunda suba, del 7,5% .
- $ 500 millones
Es el costo fiscal que tendría la medida, según los cálculos del Gobierno.