Las cuatro organizaciones que nuclean a los productores agropecuarios del país no comercializarán carnes ni granos este jueves y viernes.
Las organizaciones que nuclean a los productores agropecuarios argentinos convocaron a su primer paro contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y este jueves y viernes no comercializarán carnes ni granos, anunciaron este miércoles en conferencia de prensa. La fuerza tiene el apoyo de las cuatro entidades rurales y el objetivo es repudiar el nuevo esquema de gravámenes a las exportaciones de granos, anunciado el martes por el ministro de Economía, Martín Lousteau (Foto).
El titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, criticó la política de Kirchner para el campo y aseguró que el aumento de los impuestos significa un ingreso de 2.400 millones de dólares en las arcas fiscales.
«Cuando pedimos participar no lo hacemos pensando sólo en el productor agropecuario sino en nuestro país que tiene gran oportunidad de crecer y desarrrollarse y vemos que es posibilidad se va achicando», sostuvo el titular de CRA, entidad que agrupa a ganaderos.
El nuevo esquema de tributos a las ventas externas agrícolas eleva a casi 44% la tasa impositiva sobre la soja, principal ‘commodity’ (mercancía exportable) del país.
Hasta 2011, los impuestos a las exportaciones serán móviles, según la variación de los precios internacionales de la soja, el girasol, el trigo y el maíz.
En la conferencia de prensa, el titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, se sumó a las críticas y apuntó en especial al ministro de Economía.
«Lousteau está lejos de entender de qué se habla y sólo repite las indicaciones que se le dan», dijo el dirigente de FAA, una organización histórica de pequeños y medianos agricultores.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), la región más fértil del país, consideró el aumento de las retenciones «un nuevo zarpazo del gobierno».
La medida tiene también el apoyo de la poderosa Sociedad Rural Argentina (SRA).
El grano de soja es la estrella de la producción agrícola argentina, con más del 50% de la superficie cultivada del país, que es líder mundial en exportaciones de harina y aceite de soja.
«Los pequeños productores sobrevivieron las crisis produciendo soja. Pero no es bueno que todo sea soja», dijo Fernando Vilella, ministro de Agricultura de la Provincia de Buenos Aires (centro-este) y director de Agronegocios en la Universidad de Buenos Aires.
Vilella admitió que «si se pusieran los precios agrícolas internos al nivel de los internacionales, caería fuerte el poder adquisitivo de los salarios».
El ministro de Economía, Martín Lousteau, había afirmado que el gobierno trata a «detener el prosojización’ (fiebre por la soja), que compite y afecta la producción de leche y carne».