Curiosa información publicada en el diario La Capital de Rosario en su edición de hoy bajo el título «El velódromo del parque Regional Sur ya es otro monumento al pozo«.
En un mes se cumplirá una década desde que se inauguró el parque Regional Sur, sobre las quebradas del Saladillo, y nueve desde que se anunció, con bombos y platillos, la construcción de un «velódromo de jerarquía internacional», solventado por una inversión conjunta del municipio y el empresario René Francovigh.
La obra comenzó gracias al aporte privado, pero lo que debía poner la Municipalidad para terminarla nunca apareció y hoy la pista de velocidad, abandonada y a medio construir, ya es un nuevo y peligroso monumento al pozo. Y es por eso que a los ciclistas rosarinos de la especialidad sólo les queda la ciudad de Esperanza como opción de entrenamiento más cercana. Lo que se dice una pena. Con sus cerca de 35 hectáreas dentro del ejido urbano (en total suman 134, pero el resto pertenece a Villa Gobernador Gálvez), el parque Regional Sur constituye un verdadero pulmón verde para la ciudad.
En ese espacio sí se llegó a concretar un extenso circuito KDT (sigla para la conjunción de kilómetro, distancia, tiempo), que usan tanto ciclistas aficionados como deportistas y caminantes. Pero el promocionado velódromo, en cambio, quedó en veremos. «Desgraciadamente nosotros nos movimos para conseguir un sponsor, que fue Francovigh (hijo del reconocido ciclista Dionisio ), pero el velódromo avanzó hasta que se terminó su aporte, en 1998, y lo que tenía que poner la Municipalidad nunca llegó», se lamentó el presidente de la Asociación Rosarina de Ciclismo, Ricardo Bustos. Lo cierto es que la pista diseñada tenía características olímpicas y muy específicas para realizar pruebas en pista, con curvas que llegaban a los 45 grados y peraltes (altura de las curvas) de hasta 8 metros. Esa obra, que se inició durante la primera intendencia del ahora gobernador Hermes Binner, iba a permitir no sólo el entrenamiento de los ciclistas en la especialidad de pistas, sino también la posibilidad de realizar competencias dentro de las normas de la Federación Mundial de Ciclismo.