Legisladores y productores pugnan por participar de la reunión de las comisiones pese a que la capacidad de la sala está colmada; se demora el inicio en medio de nuevas críticas por «dilatar» la discusión de la suba a las alícuotas.
El Congreso vuelve a ser escenario de escenas de tensión por el debate de las retenciones móviles, en medio de la creciente presión, tanto de la oposición como de los ruralistas, para que el Gobierno acceda a tratar la resolución 125, la norma que dispuso las retenciones móviles y desató el conflicto con el campo.
El comienzo del debate del plenario de las comisiones de Agricultura y Presupuesto estaba prevista para el mediodía, pero quedó suspendida por la presión de ruralistas que pretenden entrar en el salón donde se hará la audiencia para presenciar el debate.
Tal como había ocurrido ayer y anteayer, a medida que fueron llegando los legisladores y todos los interesados en seguir la discusión desde adentro, quedó demostrado que el espacio disponible no era suficiente.
En este clima de incertidumbre, la oposición pretende avanzar sobre el debate del aumento de las retenciones, que por resolución ministerial subieron casi diez puntos porcentuales.
En la disputa, chocan contra la intransigencia del oficialismo que, por orden de la Casa Rosada, busca que el proyecto del Poder Ejecutivo se apruebe sin cambios, de manera que las retenciones logren la ratificación legislativa que hasta ahora no tienen.
En la antesala de una nueva sesión de las comisiones, ambas dominadas por el kirchnerismo, la oposición reforzó sus críticas al manejo oficialista del debate en el Congreso.
Más quejas
Desde la Coalición Cívica volvieron a acusar al Gobierno de querer «dilatar» el debate para lograr su objetivo de que el sistema de retenciones móviles siga vigente y sin cambios.
«El oficialismo pareciera que en vez de querer modificar la norma que generó la peor crisis con los productores agropecuarios, quiere dilatar la situación. Las reuniones [de comisión] de los últimos dos días giraron en torno de discutir de todo un poco y no ir directamente al problema», denunció la diputada de la CC Fernanda Reyes.
«Razonable»
El jefe del bloque de diputados de PRO, Federico Pinedo, por su parte, pidió volver al nivel de retenciones previo al 11 de marzo.
«El 35 por ciento me parece muy alto, pero es una salida razonable al problema. Me parece que ése puede ser un camino intermedio que nos permita salir de esta situación para buscar después un mecanismo permanente, más racional. Los impuestos tienen que ser razonables, y razonable es lo que era previo a la resolución del [ex ministro de Economía, Martín] Lousteau», indicó en declaraciones a radio 10.
Además, retomó el argumento opositor según el que el Congreso debe recuperar las facultades delegadas en el Ejecutivo para establecer impuestos.
«La oposición está unida en este asunto, y dice que sólo el Congreso puede fijar impuestos, porque es lo único que le da garantías y largo plazo y constitucionalidad a la norma», planteó.
Alternativa
Desde el peronismo disidente, Jorge Sarghini, se mostró optimista respecto de que la oposición finalmente logre introducir cambios.
«Creo en la posibilidad de ir buscando un camino que genere el máximo consenso, que sea un proyecto que modifique la resolución 125 tal cual está», destacó en declaraciones a radio América.
Insistió en la necesidad de «ponerle mucha energía» a la búsqueda de una propuesta alternativa» al proyecto oficial y cuestionó, aunque con sutileza, a los diputados kirchneristas. «Es bueno que los diputados oficialistas defiendan al Gobierno, si creen que es lo mejor; pero no siempre defenderlo es cumplir a pie juntillas lo que el Ejecutivo les pide», advirtió.