En un partido que fue más un trámite burocrático que un verdadero desafío para el seleccionado nacional de básquetbol, la Argentina superó a Rusia por 91 a 79 con una destacada actuación de Luis Scola.
El seleccionado nacional ya piensa en su rival de los cuartos de final, Grecia, que el próximo miércoles, a las 11.15 de nuestro país, intentará cortar el sueño albiceleste de defender la medalla dorada conseguida en Atenas.
El equipo de Sergio Hernández, que ya se había asegurado el segundo puesto del Grupo A el sábado luego de la victoria ante Irán, entró a la cancha decidido a seguir afianzando su juego colectivo, pero sin descuidar el físico de sus jugadores ante un rival ya eliminado. Ni aún ganando, los rusos podían modificar su 5° jugar.
Así, el DT argentino decidió no darle minutos a Fabricio Oberto quien continúa con una aguda dolencia en la zona lumbar. Por su parte, Carlos Delfino, afectado por una inflamación en el tendón de Aquiles que se había hecho sentir en el partido con los iraníes, jugó sólo 14 minutos.
Emanuel Ginóbili, la máxima figura del equipo, se mostró sólido desde lo defensivo y, en ataque, menos enfocado en el aro que en asistir a sus compañeros y colaborar desde lo bajo con el esquema colectivo. Manu terminó con 12 puntos, 4 asistencias y 1 rebote.
Las figuras
Los que no mostraron señales de cansancio y se cargaron el equipo al hombro ante fueron Luis Scola y Andrés Nocioni. Luifa terminó un brillante partido con 37 puntos, su récord en los Juegos, y completó una tarea destacada teniendo en cuenta la gran estatura de sus marcadores, mientras que el Chapu (19 puntos y 9 rebotes) fue contundente durante todo el partido e incluso mantuvo su planilla perfecta, con 2 de 2 en dobles, 4 de 4 en triples y 3 de 3 desde la línea hasta mediados del último cuarto.
Por el lado de los rusos, el jugador de Utah Jazz Andrei Kirilenko se convirtió en la figura y máximo anotador de su equipo, con 23 puntos. John Holden, el base estadounidense nacionalizado, terminó el partido con 19 tantos.
El partido. El ritmo del primer cuarto fue marcado por los argentinos. Con un parcial de 27-16, fue claro el dominio de la Argentina, que se basó en una ordenada defensa y contundencia en el aro por parte del Chapu Nocioni, máximo goleador del primer parcial, con 11 puntos.
No hubo cambios significativos durante el segundo cuarto, que terminó 45-39 en favor del seleccionado nacional, y recién en el final del tercero (72-64) los rusos comenzaron a reaccionar, ayudados por algunos descuidos por parte del equipo de Hernández.
El inicio del último cuarto significó tal vez el bache más grande en cuanto a dominación del partido por parte de la Argentina. Los rusos se acercaron al marcador y hasta amenazaron con pasar al frente (73-72 y 76-75). Pero un par de sólidas jugadas defensivas y aciertos en el aro (un triple de Ginóbili fue clave cuando restaban cuatro minutos) mermaron la remontada del conjunto ruso.
Lo que viene. Ahora, sólo resta descansar y empezar a preparar el choque con Grecia, por los cuartos de final. En caso de una victoria ante los griegos, la Argentina podría tener un más que duro compromiso entre los Estados Unidos, que previamente deberá vencer a Australia. Pero para eso falta mucho camino por recorrer. A partir de las 9 de la mañana del miércoles, una caída significará el fin del sueño olímpico para Ginóbili y compañía.