El único foco que se mantenía activo se ubicaba en el cerro Uritorco. El fenómeno trajo alivio a los bomberos, que ya estaban totalmente agotados por la lucha contra los incendios.
La llegada de una «persistente nevada» en la zona de Capilla del Monte se convirtió esta mañana en una aliada inesperada en la lucha contra el único foco de incendio que se encontraba activo en la ladera este del cerro Uritorco.
Marcelo Colombatti, director del Plan Provincial de Manejo del Fuego, indicó que el fenómeno climático se inició minutos después de las 7,30 de hoy y podría ser el «alivio» que los brigadistas aguradaban para neutralizar las llamas.
El funcionario explicó que es una «persistente nevada que ya se está acumulando en algunos sectores».
«La tan ansiada agua y humedad para nosotros es muy importante. Ojalá que siga lloviendo», expresó el titular del Plan Provincial del Manejo del Fuego.
Además, Colombatti añadió que en la zona hay «más de 400 bomberos» por lo que «en la parte alta, con esta nevada, en los pajonales el fuego no va a tener propagación».
La situación había comenzado a normalizarse ayer cuando los bomberos lograron contener las llamas que el miércoles por la noche avanzaron descontroladas desde Capilla del Monte hacia Ischilín.
El brusco descenso de temperatura y la concentración de todos los efectivos en la región, acompañados del bagaje de aviones hidrantes y helicópteros, autobombas, camiones cisterna y todo el material disponible, fueron definitorios y permitieron coronar una jornada con sabor a éxito dentro del desastre.
La mesa operativa se reubicó en Capilla del Monte y continuó encabezada por Marcelo Colombati y Diego Concha, director y sub director respectivamente del Plan Provincial de Manejo de Fuego.