Después de dos días signados por debates arduos, la Cámara de Diputados encara el tercer capítulo de la ronda de audiencias con el que se inició el debate de la reestatización de las jubilaciones.
Esta vez, será el turno de los protagonistas de la historia y principales afectados por el proyecto que impulsa la Casa Rosada: los jubilados. Encabezados por el ombudsman de la Tercera Edad, Eugenio Semino, representantes de agrupaciones de jubilados llegarán al Congreso para exponer su postura ante el plenario de comisiones de Previsión y Presupuesto. Será la última audiencia antes de la firma del dictamen, trámite que el kirchnerismo pretende completar la semana próxima para debatir la iniciativa en el recinto la semana próxima.
Uno de los ejes de la presentación de los jubilados será el reclamo para que el proyecto contenga una cláusula en la que queden fijados de manera explícita el destino de los fondos de los aportes previsionales que pasarán a manos del Estado. La clave es evitar que el Gobierno los maneje de manera discrecional y termine usándolos para pagar deuda o para afrontar gastos con la mira en las elecciones legislativas del año próximo.
Moyano y Palla, en los extremos
Ayer, los protagonistas del debate con los diputados fueron Hugo Moyano y el presidente de la Unión de AFJP, Sebastián Palla. Este último, defendió el sistema de jubilación privada, lo calificó de «exitoso» y cuestionó la premura del Poder Ejecutivo para decidir la reforma previsional.
El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y su par de la CTA, Hugo Yasky, atacaron a las AFJP y defendieron el polémico proyecto oficial, resistido por la mayor parte de la oposición. El camionero no criticó el proyecto oficial ni pidió aumentos a jubilados. «La única garantía que tiene el trabajador para cobrar su jubilación es el Estado«, afirmó.
Además, en línea con el discurso de Cristina Kirchner, el gremialista apuntó contra las AFJP. «Resulta que los estafadores ahora son las víctimas, y los estafados, victimarios«, lanzó.