El demócrata barrió a su rival republicano, John McCain, en estados tradicionalmente conservadores como Ohio y Florida.
Será el 44º mandatario de la historia del país y asumirá el 20 de enero, en medio de una crisis económica y tras ocho años de dominio conservador liderados por George W. Bush, signados por los atentados del 11 de septiembre y las guerras en Irak y Afganistán. Escrutado el 81% de los votos, Obama obtenía 338 electores contra 156 del ex veterano de Vietnam.
Barack Obama se convirtió esta madrugada en el primer presidente negro de Estados Unidos, en un triunfo electoral amplio e histórico que supera barreras raciales tan viejas como la nación misma, reestructura el mapa de poder del país y lo reposiciona en la escena internacional.
«El cambio llegó a Estados Unidos», dijo el joven senador afroamericano de 47 años ante cientos de miles de extasiados seguidores en el céntrico Grant Park de Chicago, la ciudad adoptiva del presidente electo y su trampolín hacia la gran escena política nacional.
Hijo de padre negro keniano y de madre blanca estadounidense, Obama selló su victoria sobre su rival republicano, el veterano senador y ex combatiente de Vietnam John McCain, con triunfos en estados decisivos y más bien conservadores, como Ohio, Florida, Virginia y Iowa.
Encolumnados detrás de su candidato, y en una noche para el recuerdo, los demócratas lograron además retener y ampliar sus mayorías en ambas cámaras legislativas, lo que asegura a Obama un gran margen de maniobra para su gobierno y a su partido el control de la Casa Blanca y el Congreso por primera vez desde 1994.
En su primer discurso como presidente electo, Obama enumeró en Chicago los desafíos que enfrentará a partir de principios del año próximo, cuando se instale en el Salón Oval.
«Los mayores de una vida entera, dos guerras, un planeta en peligro, la peor crisis financiera en un siglo», dijo Obama, en alusión a los conflictos en Irak y Afganistán, el cambio climático y la debacle de los mercados estadounidenses y globales.
McCain llamó a su oponente para reconocer su triunfo, así como el final de su propio esfuerzo de 10 años por llegar a la Casa Blanca.
«El pueblo estadounidense habló y habló con claridad», dijo McCain, de 72 años, ante miles de decepcionados partidarios en Phoenix, en su estado de Arizona, por el cual es senador.
El presidente George Bush sumó sus felicitaciones desde la Casa Blanca, desde donde hoy hará una declaración sobre las elecciones, prevista para las 12.40 de Argentina.
«Señor presidente electo, felicitaciones. Qué noche imponente para usted, su familia y sus seguidores», dijo el republicano Bush a Obama en una conversación telefónica, según informó la vocera de la Casa Blanca, Dana Perino, citada por la cadena CNN.
El triunfo de Obama llegó tras una jornada electoral con una alta y fervorosa participación ciudadana, con largas colas en los centros de votación de todo el país.
Obama y su compañero de fórmula, el senador Joe Biden -el primer católico en la Vicepresidencia de Estados Unidos- jurarán sus cargos el 20 de enero, poniendo fin a los ocho tumultuosos años del gobierno de Bush, marcados por los atentados del 11-S, la «guerra al terrorismo» y, en su tramo final, la crisis financiera.
Obama dijo durante la campaña que su prioridad al frente del país será enfrentar la crisis económica.
También prometió retirar a la mayor parte de las tropas de combate de Irak en 16 meses y dialogar con todos los países, incluso con los enemigos de Estados Unidos, como Irán, Venezuela y Corea del Norte.
Escrutado el 81% de los votos, y gracias a sus triunfos en los estados más importantes, Obama obtenía 338 electores, muchos más que los 270 necesarios para asegurarse la Presidencia, contra 156 de McCain.
El demócrata también se imponía a su adversario en el voto total a nivel nacional por 52 a 47%. Obama conseguía 54.699.593 votos, contra 50.060.350 de McCain.
Además de la Presidencia -el premio mayor de la jornada-, las elecciones también pusieron en juego las 435 bancas de la Cámara de Representantes y 35 de las 100 del Senado, y, tal como se esperaba, los demócratas se alzaban con la victoria.
En el Senado, el partido de Obama ampliaba su mayoría de 51 a 56 bancas, tras desbancar a senadores republicanos de Carolina del Norte y New Hampshire y capturar asientos de legisladores de la oposición que se retiran de la carrera política.
Los demócratas también avanzaban a paso firme en la cámara baja, donde se quedaban con al menos 14 bancas de los republicanos.
Antes de las elecciones, los demócratas controlaban la Cámara de Representantes por 235 a 199 diputados, y la cadena MSNBC proyectó que el partido de Obama ampliará este dominio hasta 261 contra 174 bancas.
Según un estudio de los resultados de las elecciones, Obama ganó el voto de una clara mayoría de los hispanos, mujeres y negros, mientras que su rival republicano John McCain se impuso entre los blancos, pero por escaso margen.
Además, según el mismo estudio, la economía fue el tema más tenido en cuenta por el votante. Obama también ganó entre los jóvenes, aventajando a su rival por 38 puntos entre los menores de 30 años.
McCain cosechó el respaldo de poco más de la mitad de los mayores de 65 años.
El estudio de los resultados electorales fue realizado por las consultoras Edison Media Research y Mitofsky International para CNN y las principales cadenas de noticias de Estados Unidos en 300 centros de voto de todo el país.