Con su usual despliegue de pirotecnia, disturbios y accidentes notorios, mientras el conflicto en Gaza acarreó la anulación de festejos en gran parte de los países árabes.
El mundo le dijo adiós al «annus horribilis» 2008, que quedará en la historia como el inicio de la peor crisis financiera desde el crash de 1929.
En ese contexto, la mesura pareció imponerse en el clásico festejo de la plaza Times Square en Nueva York, donde las temperaturas bajo cero no impidieron que casi un millón de personas se congregaran para corear junto al alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, los últimos minutos del año. El célebre conteo regresivo estuvo presidido por el ex mandatario Bill Clinton y su esposa, la senadora por Nueva York, Hillary, designada secretaria de Estado del gobierno entrante de Barack Obama.
Entre los primeros en recibir el 2009, un récord de un millón y medio de personas se reunieron en Sídney para asistir, el miércoles a las 13H00 GMT, al mayor espectáculo pirotécnico jamás visto en la ciudad australiana, con 5.000 kilos de fuegos artificiales y un coste de 3,4 millones de dólares.
Al mismo tiempo, el este asiático recibía con menos pompa el nuevo año: el Año Nuevo chino es a finales de enero, aunque muchos trabajadores ya se tomaron unas vacaciones.
En Tokio, unos obreros despedidos acampaban en un enorme parque del centro de la ciudad. Unos voluntarios estaban movilizados para servir la cena y organizar un concierto.
En Europa muchos festejos tuvieron carácter político, como en Praga que celebró la toma del relevo a Francia al frente de la presidencia de la Unión Europea (UE), y en toda Eslovaquia, que desde el primer minuto del jueves (23H00 GMT) se convirtió en el decimosexto país en adoptar el euro, exactamente diez años después de la entrada en vigor de la moneda única europea.
En la capital, Bratislava, unos 100.000 curiosos, la mayoría turistas, asistieron a un espectáculo de fuegos artificiales que tiñó el cielo con los colores europeos.
Pero los incidentes marcaron las celebraciones en París y en la ciudad griega de Salónica (centro), donde unos 150 jóvenes lanzaron artefactos artesanales contra bancos y comercios, provocando varios incendios, informó la policía, que recurrió a gases lacrimógenos para detener sus ataques de cócteles molotov.
En varias ciudades de Grecia los jóvenes se han enfrentado de forma violenta con la policía desde que el 6 de diciembre uno de ellos, de 15 años, murió baleado por un agente en Atenas.
También en Francia hubo disturbios, con la quema de decenas de vehículos en varias ciudades del país, especialmente en la región parisina, donde unos 550.000 se citaron en los Campos Elíseos, según la policía.
Del otro lado del Atlántico, el matrimonio Clinton y el alcalde Bloomberg pulsaron el botón que disparó el descenso de la célebre esfera iluminada que demora los últimos 60 segundos del año, mientras la cuenta regresiva es coreada esta vez por entre 750.000 y un millón de asistentes, según los organizadores.
El trío de hermanos que conforman la banda pop Jonas Brothers amenizó la espera de los valientes congregados en la plaza neoyorquina Times Square pese al gélido clima que se cierne estos días sobre la Gran Manzana con temperaturas de cerca de menos ocho grados celsius.
Más al sur del continente, unos dos millones desafiaron la lluvia para recibir el año en las arenas de la playa carioca de Copacabana y asistir a un espectáculo de 24 toneladas de fuegos artificiales, que durante casi 25 minutos iluminó el cielo de Rio.
En la capital mexicana, más de 5.000 personas dieron la bienvenida al Año Nuevo sin que se produjeran incidentes, informó a la medianoche la policía del Distrito Federal.
Pero la despedida del año viejo no fue todo alegría.
La amenaza de un atentado sobrevoló gran parte de Asia, donde India, tras el luto por los ataques que dejaron 172 muertos en Bombay, desplegó fuertes medidas de seguridad.
En la isla de Goa (suroeste), que atrae a turistas del mundo entero, las fiestas sobre la playa fueron prohibidas por miedo a un atentado.
Asimismo, las celebraciones fueron canceladas en varios países árabes, como en Egipto, Dubai y Jordania, en solidaridad con los palestinos de Gaza, sometidos desde el sábado a bombardeos israelíes que han dejado cerca de 400 muertos.
En la franja de Gaza, el Año Nuevo no es tradición y en Cisjordania, las raras celebraciones de palestinos deberían mantenerse discretas.
Por último, la tragedia fue protagonista en Tailandia, donde un incendio desatado en una discoteca donde se celebraba la llegada del 2009 dejó al menos 58 muertos.
El fuego se desencadenó en el club Santika, en el distrito de Thong Lor, una popular zona con establecimientos frecuentados tanto por tailandeses como por extranjeros, dijo Vallop Janthorn, responsable de la coordinación antiincendios de Bangkok.
«El incendio está bajo control y la policía está investigando sus causas», declaró a la AFP Vallop.