El clima acompañó la continuidad de la vigesimoquinta edición del Festival del Pescador. Se presentaron artistas locales, Yamila Cafrune y cerró La Sole.
Nuevamente el clima acompañó la continuidad de la vigesimoquinta edición del Festival del Pescador con una noche agradable y un cielo despejado. Los artistas apostados en sus lugares y la gente que seguía ingresando al balneario prometían una segunda jornada para el recuerdo.
Los primeros en subirse al escenario fueron Emilio, Juan, Darío, Cristian y Fernando, integrantes del grupo Nostalgias. Trasnochados espineles y Balderrama fueron algunos de los temas elegidos para su aplaudida actuación. Llegaba luego Juanchi Brillada con Septiembre de 1988, Malagueña; acompañado por Juan, Alfredo, Fabián, el santafesino reanimó el entusiasmo de la gente.
Representando a Sauce Viejo, las voces de Los Peñeros no hicieron más que ganarse la adhesión del público que pedía bises una y otra vez. Carlos, Claudio, Leandro, Javier, Ariel, Rodolfo y César interpretaron reconocidos temas de nuestro cancionero folclórico. La nota de color y destreza corporal y creativa vino de la mano del ballet La Urdimbre.
El hijo predilecto de esta Santa Fe musical, Claudio Toro, llegó con temas como El antigal y Luna de Tartagal, entre otros grandes éxitos de la familia Toro. Acompañado por Leandro, Lucas, Ángel y Mauro, el artista, dueño absoluto del escenario, se llevó la acostumbrada ovación de la gente.
Carismática presencia
Todo el talento de Yamila Cafrune se hizo presente para cautivar a los espectadores con cada uno de los temas elegidos para la ocasión. El respetuoso silencio, los aplausos y la participación de la platea acompañaron la buena predisposición de Yamila que se mostró, una vez más, en todo su esplendor. En una improvisada invitación se sumaba al clima festivo uno de los animadores de la noche, Pipi Rivero, que bailó un gato con la artista. Aplausos para los bailarines se hicieron escuchar sin demora.
Más tarde y visitando por primera vez el festival, Carlos, Sergio, Mauricio, Jorge, Emanuel, Andrés, integrantes de Gualicho. Muy buena expresión musical supo ser reconocida por la concurrencia que disfrutó cada minuto ofrecido por los artistas en temas como Déjame que me vaya y Quédate en mí, entre otros. Distinguidos con el premio Revelación por parte de los organizadores del festival, los jóvenes se llevaron otra ovación.
Con un notable dominio del escenario, la carismática presencia de la salteña Paola Arias, hizo participar a la platea, que coreaba cada una de sus interpretaciones, con gran entusiasmo. Chacareras, zambas, gatos y carnavales fueron generosamente brindados por Paola, quien hizo mella sobre el escenario con sus canciones y con cada aro cargado de picardía. Excelente paso de la artista por la segunda luna festivalera.
También representando a Salta, este semillero musical que acuna a grandes artistas, llegaba Canto 4 con Sombra herida y La pura verdad, entre otros. Dotados de una excelente calidad vocal y musical, Facundo, Rodrigo, Iván, Juan, Sebastián, Estanislao y Pablo sostuvieron los aplausos de principio a fin de su presentación.
Otros que pasaron con éxito por el escenario fueron Los Guaraníes interpretando temas de reconocidos autores. Carnavales cruceños, chacareras, zambas, regadas por doquier sin demora dejaron a un público lleno de algarabía. Las voces de Ignacio y Daniel fueron acompañadas musicalmente por Martín, Damián, Hernán, Horacio, Sebastián y Cristian.
«La Sole»
Ante un público expectante, llegó el cierre musical de la noche a cargo de Soledad, presentada por Adriana Bassi y Pipi Rivero minutos después de las 2.30. Banderas y carteles se dejaban ver entre los espectadores que vivaban su nombre y coreaban sus temas.
Energía arriba y al pie del escenario se estrechaban musicalmente en notable sintonía. Un broche de oro a pura fiesta.