El empresario liberado el sábado, tras permanecer 33 días secuestrado, se presentará hoy ante la Justicia Federal de Quilmes para comenzar con una serie de ruedas de reconocimientos de los sospechosos detenidos y de un auto incautado, para ver si los señala como involucrados en el caso.
Fuentes de la investigación informaron que la víctima pasó el domingo su primer día en libertad junto a su familia en su casa de Ranelagh, se presentará hoy ante la Justicia Federal de Quilmes para comenzar con esas diligencias.
Mientras tanto, el policía Jorge López, dueño de la casa en construcción de Berazategui donde el sábado fue hallado Bergara, permanece detenido a la espera de ser indagado en las próximas horas por la fiscal del caso, Silvia Cavallo. «Hay expectativa en la investigación para que esta banda deje de funcionar», manifestó la fiscal a la prensa.
Según las fuentes, Cavallo y el juez federal de Quilmes Luis Armella someterán a los policías Maximiliano Costa y Víctor Vega, procesados con prisión preventiva por el caso, a sendas ruedas de reconocimiento ante Bergara para establecer si la víctima puede señalarlos como partícipes del secuestro.
En ese sentido, la víctima ya dijo el sábado ante la fiscal Cavallo que durante los 33 días de cautiverio estuvo todo el tiempo con los ojos vendados y aislado, aunque los funcionarios judiciales volverán esta semana a tomarle declaración para obtener más datos que interés para la causa.
Además, los investigadores le mostrarán a Bergara el automóvil Renault 9 secuestrado en la casa del ex policía José Pardini, el único sospechoso que permanece prófugo, para ver si lo reconoce como el utilizado por los secuestradores al momento de su captura. «Hay muchos trascendidos pero, por el momento, la principal hipótesis es que se trató de un secuestro extorsivo clásico», explicó a Télam una fuente de la pesquisa.
El empresario fue encontrado el sábado por la mañana, pasadas las 8, luego de que un llamado al 911 advirtió a la policía que el secuestrado se encontraba en una casa situada en 535, entre 635 y 636, en El Pato, partido de Berazategui.
El ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, estimó que ese llamado fue efectuado por los propios secuestradores, con el fin de que se llegara cuanto antes a Bergara.
Los primeros policías en llegar a constatar la versión, descubrieron que la propiedad era del subteniente López, del servicio externo de la subcomisaría El Pato, por lo que lo convocaron inmediatamente.
López, junto a un vecino que ofició de testigo y un albañil que llegó al lugar para trabajar en la construcción, rompió un candado que había sido colocado por extraños la noche anterior. Al ingresar a la vivienda hallaron a Bergara encadenado, vestido con una remera roja, despeinado y con una barba compatible con los días de cautiverio.
Minutos después, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se comunicó telefónicamente con Bergara y éste le confirmó que sus captores lo habían llevado a esa casa durante la medianoche. Tras la liberación, López quedó detenido mientras que los albañiles comparecieron en la fiscalía y luego se retiraron.
Por su parte, Bergara declaró durante cinco horas ante la fiscal Cavallo y luego, al atardecer, arribó a su casa de Ranelagh donde habló con los periodistas. «Me trataron muy bien. La verdad es que se portaron muy bien todos, me dieron de comer bien, no me lastimaron para nada», dijo el empresario.
Sobre las pruebas de vida que brindó a su familia grabando los títulos de los diarios, explicó: «Nunca leí nada, ni noticias. Me las decían y yo las repetía. Nunca vi nada».
Durante la mañana y las primeras horas de la tarde de ayer, varios vecinos del empresario pasaron por la puerta de la casa para brindarle su apoyo, mientras que los investigadores continuaban con diversas diligencias en distintos puntos de conurbano para esclarecer el caso.
Bergara fue capturado el 22 de diciembre pasado, pocos minutos después de las 9, cuando circulaba en su camioneta 4×4 Grand Cherokee, junto a su esposa, tras salir de su vivienda situada en la calle 315, número 889 de Ranelagh, en Berazategui.
Los investigadores establecieron que la pareja fue sorprendida por al menos cuatro hombres que simulaban ser policías, ocultaban sus rostros y estaban fuertemente armados.
Tras el asalto, los captores se llevaron cautivo al matrimonio y pocos minutos después liberaron a la mujer y abandonaron la camioneta a un costado de la autopista Buenos Aires-La Plata, en inmediaciones del Cementerio Parque Iraola, de Hudson. El 30 de diciembre los secuestradores dieron la primera prueba de vida que consistió en hacerle escuchar al hermano de la víctima una grabación en la que el cautivo relataba el hallazgo del galeón español del siglo XVII en Puerto Madero.
En el marco de la pesquisa, la fiscal Cavallo, y el juez Armella, apresaron a cuatro policías bonaerenses, Vega, Costa y otros dos que luego fueron liberados por falta de mérito.
Después de una segunda prueba de vida que los captores dieron el domingo pasado, se acordó el pago de rescate que se hizo mediante un sistema de postas que comenzó la noche del jueves a las 22 con recorridos por distintas localidades bonaerenses y finalizó alas 4 del viernes en Pinamar. El hermano del cautivo, Gustavo Bergara, un empresario que estuvo desde el inicio al frente de la negociación con la banda, fue quien concretó el pago de 230.000 dólares.