Se reunieron ayer por primera vez desde que Maradona asumió como DT de la Argentina; el entrenador tuvo palabras muy elogiosas para el futbolista de Barcelona: «Está haciendo cosas extraordinarias«, afirmó.
Un Diego Maradona auténtico entregaba una sonrisa notoria ante el ingreso de Lionel Messi en el comedor del subsuelo del hotel Pullman Palm Beach. Volvieron a verse las caras como en otras oportunidades. Maradona y Messi. Juntos. Esta vez como técnico y jugador. Por primera vez en sus vidas. Un hecho que quedará inmortalizado en el encuentro de mañana entre el seleccionado y Francia.
Muchas cosas han cambiado desde aquel primer contacto durante el Mundial Juvenil de Holanda 2005. En aquella oportunidad, poco antes de la final obtenida por el conjunto argentino, Maradona llamó por teléfono a Messi. «Lio (ahora lo llama Leo, como le dicen en su círculo íntimo), me encanta verte jugar. Tenés muchas cosas mías», fueron las primeras palabras del astro para aquel juvenil que se ponía rojo de vergüenza. Después se vieron en la presentación de una de las películas de Maradona, en uno de los programas de La Noche del Diez y se volvieron a encontrar en los Juegos Olímpicos de Pekín? Todo después del tironeo que tanto revuelo generó entre el seleccionado y Barcelona. Y fue en China donde la Pulga vio algo de ese liderazgo que imprimía Diego con su sola presencia.
Se le comenta al entrenador de la selección por los cambios abruptos de la carrera de su dirigido y habla con la voz de la experiencia. «Hablo mucho con Leo -arranca Diego-, la verdad es que los momentos que está pasando a mí ya me pasaron. Trato de tranquilizarlo, que no se vuelva loco si Cristiano Ronaldo le gana el Balón de Oro porque él tiene diez años seguidos para ganarlo y llenar vitrinas».
Y se le pregunta si la comparación que se hace entre uno y otro es positiva para el futbolista. «No sé si es buena, yo creo que Leo tiene la personalidad necesaria como para dejarlos a ustedes hablar. Está bien, tendrán para hablar, nadie se puede quedar callado, pero está claro que Messi está haciendo cosas extraordinarias. Y si algún día juega mal, yo lo voy a bancar, porque del equipo no lo voy a sacar porque tenga tan sólo una mala tarde».
Ayer, en el mediodía de otra jornada fría en esta ciudad, con los brazos extendidos, Maradona le dio la bienvenida al chico de la zurda endiablada, al que Barcelona esta vez aceptó ceder. No fue sencilla la negociación que llevó adelante Maradona para poder concretarlo. Se reunió en su momento con Joan Laporta y Josep Guardiola, presidente y técnico del Barça, respectivamente, para conseguirlo (vale recordar que la AFA llegó a un acuerdo de no convocarlo frente a todos los amistosos). Ahora, le dieron permiso con la condición de que el futbolista viajara con un emisario del club catalán para que monitoreara absolutamente todos sus movimientos. El acuerdo está en construcción y por eso se aceptó su presencia cerca de la delegación argentina.
En el entrenamiento de la tarde en la cancha del A.S. Gemenos no hubo muchos puntos de encuentro, pero sobre el final de la práctica, Maradona, Messi, más Sergio Agüero, se juntaron en la mitad de cancha para hablar, en forma sonriente, aunque en algunos momentos se los vio más serios.
¿Qué pretende el DT de la Pulga? «Quiero que sea goleador, pasador, quiero todo. Yo creo que la mejor posición que tiene Messi es en la que se está moviendo ahora en Barcelona, tirado por derecha, yendo a buscar y metiéndole diagonales, donde se siente más cómodo», adelantó primero. Y agregó: «Si un jugador se siente cómodo jugando por la derecha y por ser el técnico de la selección lo ponés en la izquierda ?sos un tarado´. Si te está dando resultado por derecha, si en Barcelona los encara y los apila de derecha a izquierda en diagonal, tengo que ser muy burro si lo pongo de cinco, estamos pensando al revés. Creo que la historia pasa por ahí, hay que darle la pelota con la frecuencia que Leo quiera y después dejarlo jugar como él sabe. Nada más que eso».
Algo de todo esto le habrá repetido Diego a Messi cuando lo visitó, junto con Alejandro Mancuso, en la habitación que comparte con el Kun Agüero (yerno de uno, e íntimo amigo del otro) antes de dormir.
En el fútbol, se sabe, la estética combinada con la efectividad no son cosas que los equipos puedan disfrutar con frecuencia. Por eso Messi entregó suficientes señales como para postularse como el continuador perfecto del legado del más grande jugador, Diego Maradona. Lo dicen sus compañeros, la prensa, los directores técnicos y, como si fuera poco, lo piensa y lo repite el propio Maradona, que ayer lo dirigió por primera vez como entrenador de la selección argentina.