«Se ha cometido una gran injusticia con mi padre» Lo afirma Ricardo, el hijo menor del ídolo de todos los tiempos. Aduce, con mucha razón, que nunca fue reconocido como se lo merecía.
Confieso que hacía mucho tiempo que tenía la necesidad profesional de entablar algún tipo de contacto con familiares y/o allegados a Juan Gálvez. Ese excepcional piloto que logró nada menos que 9 títulos dentro del Turismo Carretera, 4 subcampeonatos, ganando más de 50 carreras y batiendo récords aún vigentes.
Hoy, 3 de marzo, cuando se cumplen 46 años de aquel desgraciado accidente que le costó la vida e la competencia de Olavarría, se nos dio esa oportunidad.
Por supuesto que varios amigos que cosechamos en el Automovilismo se pusieron a nuestra disposición y luego de buscar y buscar, logramos dar con uno de sus dos hijos, con Ricardo Gálvez, quien a los 53 años mantiene intacto el recuerdo de su famoso padre.
Vía telefónica y con una predisposición que personalmente desconocía, Ricardo comenzó a hablar de Juancito (como le decía su hermano Oscar, el otro gran corredor). Siento desde el alma un orgullo muy profundo el llevar este apellido. No sólo por lo que significó mi padre, sino también por lo que fue Oscar. Indiscutiblemente que los dos, en los 17 ó 18 años que compitieron, escribieron una secuencia de triunfos imposibles de igualar.
??¿Cómo está compuesta la familia de Juan?
??Mi madre y nosotros somos dos hermanos, Juan que tiene 55 años y yo que tengo dos menos. Juan vive en Estados Unidos. Desde hace algunos años que está radicado allí y se dedica a lo mismo que yo en Buenos Aires, a la naútica. En realidad, cada vez nos vemos menos, pero nos tenemos un cariño muy grande. Eso sí, para las fiestas nos juntamos todos.
??¿Qué recordás de aquel 3 de marzo?
??Mirá, yo tenía 7 años y ese día fue muy triste, como cualquier hijo cuando pierde a un padre. A través de los años y el haber aprendido a conocer lo que fue su vida. Cuando repaso y leo, suelo a lo largo de todos los años, tratar de ir recopilando todo tipo de información que fue sucediendo en aquellas épocas desde el año ??41 en que papá comenzó a correr. Releo y me doy cuenta de que es impresionante poner eso en el presente. Cuando uno pone las estadísticas y las mira, nota que son increíbles. Los números son imposibles de creer. No sólo ganó 9 campeonatos y 4 subcampeonatos. Vale decir que de los 16 que corrió, solamente en tres no fue primero o segundo. Después las carreras que ganó. Cuando uno estudia los resultados, ve que de las carreras que corrió, el 98 % de las competencias y en los puestos puntuables, terminó entre los tres primeros.
??Como vos decís, ¡qué efectividad que tenía!
??Mirá, sobre el total de carreras corridas y victorias, le da un porcentaje de efectividad de un 45 %. Prácticamente, ganó la mitad de las carreras que corrió. Por eso, cuando muchas veces me plantean la comparación de otra época y la actual, cuando me hablan de que Ortelli logró su quinto campeonato y que puede llegar el noveno, yo digo que no se puede hacer ningún tipo de parangón, no tiene sentido. Cuando se compara se está desmereciendo al otro. Además, creo que no caben; no se puede. Eran cosas y épocas totalmente distintas. Fijate que alguna vez se quiso comparar a Fangio con Senna o Schumacher y eso es imposible. En al actualidad, Ortelli lleva más de 200 carreras disputadas y papá muchas menos, Ortelli con la edad que tiene, corrió como 60 carreras más que mi padre. Además no olvidemos algo, tanto Juan como Oscar, perdieron preciosos cinco años con la Segunda Guerra Mundial.
Recuerdos imborrables
Evidentemente y como un flash, la vida y campaña deportiva de Juan Gálvez, fluyen por la mente de su hijo Ricardo. La verdad es que tengo muchísimos recuerdos. A pesar de que no compartíamos demasiado tiempo con él porque trabajaba para el automovilismo y las carreras le llevaban mucho tiempo. Él vivía exclusivamente para el auto de carreras. No te olvides que se hacía todo, desde el motor, era chapista, era tester, era piloto, mecánico. Papá era su propio preparador y se hacía absolutamente todo en casa. Muy poca gente colaboraba por ese entonces. Juan (por ahí parece como que se olvida que es padre, por el gran respeto con que habla), probaba mucho, estaba muy pendiente de cómo andaba el auto y viajaba mucho. Los grandes premios le demandaban días y días. Por ahí estaba un mes entero afuera, recorriendo kilómetro por kilómetro. Eso sí, el rato que tenía disponible jugaba con nosotros y después en las vacaciones, ni hablar. Lo teníamos todo para nosotros. Esos son recuerdos muy lindos, sin duda.
??¿Alcanzaste a verlo correr?
??No, no pude, nunca fui a una carrera; una pena. Sí, hay fotos de cuando nosotros lo acompañábamos circunstancialmente al autódromo (de Buenos Aires), y todo eso. Pero verlo correr, lamentablemente no.
??¿Tu hermano Juan estuvo a punto de ir a Olavarría?
??Sí, papá le había prometido a mi hermano que lo iba a llevar; es más, en la siguiente que era más cerca, me tocaba a mí. Pero esa mañana cuando se levantó, según cuenta mi madre, mi padre lo vio muy dormido a Juan y le dijo me da no se qué despertarlo. Le dijo a mi madre: no lo llevo.
Recuerdo que mi hermano se enojó mucho, porque cuando se levantó ya no estaban ni el auto ni mi padre. Se había hecho muchas ilusiones de ir y le quedó un recuerdo muy triste de esa fecha.
??¿Por qué pensás que tu padre nunca fue reconocido como se lo merece?
??Desde hace muchos años, estoy levantando todos los temas posibles y trabajando sobre la base de todo lo que surja porque se ha cometido una gran injusticia con mi padre. Hicimos una enorme cantidad de pedidos de toda índole y recién el año pasado y después de tanto andar, logramos recién el año pasado, que se sume el nombre de papá al autódromo de Buenos Aires (ahora se denomina Juan y Oscar Gálvez). Siempre consideramos que lo lógico hubiera sido así. Después se le hizo el homenaje en vida a Oscar (fue en 1989, cuando se le colocó su nombre), pero a papá nunca. Habían pasado 45 años y en La Argentina no había absolutamente nada que llevara el nombre de papá. Nunca se puso un nombre a un autódromo, a alguna calle o plaza, nada. Trabajé mucho, solicité, pedí y no sé.
??¿Tenés alguna explicación al respecto?
??Siempre me lo pregunté y saqué la siguiente conclusión: fue tan abrumador e impresionante y avasallante la campaña de Juan Gálvez sobre el resto de los competidores, que eso generó algo que hizo un efecto que nadie quisiera hablar de él. Yo lo traté en cuantos medios me dieron la posibilidad y parece que ahora de a poco el tema está un poco revertido.
??¿Pero no bajás los brazos?
??No. Ahora estoy trabajando en lo siguiente: nosotros vivíamos en calle Avellaneda en Flores; enfrente de esa casa hay una plaza que se llama Aramburu. Estoy trabajando junto con el CPC de Flores ??que la directora me está dando una mano grande??, con la ACTC, el ACA y la Asociación Argentina de Volantes. Entre todos estamos tratando de cambiar el nombre de esa plaza. Ése sería el justo homenaje a mi papá, después de haber vivido más de 15 años allí.
El accidente fatal
Era 3 de marzo de 1963, primera fecha del campeonato argentino de Turismo Carretera, la denominación de la competencia era X Vuelta de Olavarría. A las 12.38 en el tristemente célebre camino de los chilenos, un accidente, de consecuencias evitables, arrebataba la vida de Juan Gálvez, el más grande de la historia de Turismo de Carretera, que fallecía a los 47 años recién cumplidos (había nacido el 12 de febrero de 1916).
Analítico y minucioso. Fueron famosas sus improvisaciones, reparaciones en ruta o reemplazo de partes del motor en tiempos récords, que sus conocimientos, planificación e ingenio le permitían. Pero Juan nunca quiso usar cinturón de seguridad. A raíz de que antes que estos se ofrecieran en el mercado, unos principiantes enterados por las revistas de su uso en el extranjero, improvisaron un par, con tanta mala suerte que al producirse un accidente e incendiarse su auto, no fue posible desabrocharlos por la precariedad de su construcción. Entonces Juan se formó a través de una impresión equivocada y nunca aceptó usarlos. De haberlos tenido colocado, quizás salvaba su vida, puesto que falleció como consecuencia de haber sido despedido de su auto. En tanto que su acompañante, Raúl Cottet, que también terminó fuera del auto, pero con mayor fortuna, sufrió sólo algunos golpes.
56 victorias
De acuerdo con las estadísticas oficiales de la ACTC, Juan Gálvez obtuvo 56 triunfos dentro del Turismo Carretera. La primera fue el 20 de febrero de 1949 (tenía 33 años) en la Vuelta de Santa Fe. La última, el 17 de junio de 1962, en la IV Vta. de Laboulaye.