En el marco del colapso financiero internacional, líderes de los 20 países industrializados y emergentes acordaron dar más dinero al organismo para que pueda ayudar a naciones en desarrollo. En tanto, Francia y Alemania instaron a respaldar una reforma que refuerce los mecanismos de regulación.
Gobernantes mundiales discutían hoy en Londres formas de superar la mayor crisis financiera en 80 años, con tempranas señales de acuerdo en dar más dinero al Fondo Monetario Internacional (FMI), sancionar a los paraísos fiscales y endurecer las regulaciones de los fondos de alto riesgo.
Fuentes diplomáticas informaron que el Grupo de los 20 (G20) países industrializados y emergentes acordaron un fuerte aumento en la dotación financiera del Fondo Monetario Internacional (FMI), que podría duplicarse hasta los 500.000 millones de dólares.
El objetivo de la medida es que el FMI pueda ayudar a naciones en desarrollo a resolver sus problemas de liquidez y los efectos del colapso económico internacional, dijeron las fuentes, citadas por la agencia de noticias DPA.
Las fuentes también adelantaron que el grupo impulsará en el documento final la mayor reforma del FMI desde su fundación, en 1944. La reforma, confirmada por el ministro de Hacienda británico, Alistair Darling, dará más peso en el organismo a naciones emergentes como China, India o Brasil.
Además, dos funcionarios cercanos a las negociaciones dijeron que Francia y Alemania persuadieron a los demás países a respaldar una reforma que refuerce los mecanismos de regulación financiero para evitar una recurrencia de la crisis, que es la peor desde la Gran Depresión de 1929, dijeron estos funcionarios.
Al inaugurar las discusiones de la cumbre en el barrio de Docklands, en el este de Londres, el primer ministro británico, Gordon Brown, dijo que había una fuerte unidad entre los líderes.
«Creo que el texto que se ha hecho circular ya refleja un muy alto grado de consenso y acuerdo entre todos nosotros», dijo Brown a los demás gobernantes.
El secretario de Finanzas británico, Stephen Timms, segundo del jefe del Tesoro, Alistair Darling, dijo que los participantes estudiaban impulsar sanciones contra los países que se nieguen a aceptar las nuevas reglas sobre regulación de paraísos fiscales.
«La era del secreto bancario terminó», dijo Timms.
Mientras los líderes se reunían, la policía se preparaba para un segundo día de protestas, esta vez frente a la Bolsa de Londres.
Obama y Brown expresaron ayer su confianza en que los líderes del G20 llegarán a un consenso sobre en torno a las regulaciones financieras, el crecimiento y los problemas de los bancos.
Pero el optimismo se vio empañado por una disputa con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la jefa de gobierno alemán, la canciller Angela Merkel, quienes rechazaron llamados a adoptar más paquetes de estímulo económico e insistieron en la necesidad de endurecer las regulaciones del sistema financiero.
Sarkozy, quien había amenazado con abandonar la cumbre si no se llega a un acuerdo en torno a regulaciones más severas, advirtió que consideraba que lo mínimo que debe resolverse con las conversaciones es tomar pasos concretos sobre los paraísos fiscales, los fondos de alto riesgo y las agencias calificadoras.
Sarkozy y Merkel quieren que el G20 publique una lista negra de paraísos fiscales y anuncie sanciones contra ellos al final de la cumbre.
El ministro de Economía español, Pedro Solbes, dijo que los líderes acordaron «hacer un gran esfuerzo extra en términos de contribuir con recursos» a través del FMI, incluyendo adoptar un modelo para que la institución dé préstamos más flexibles.
Mientras los gobernantes se reunían en Docklands, un ex embarcadero sobre el río Támesis convertido en un centro de convenciones internacionales, manifestantes anti-G20 comenzaron un segundo día de protestas.
Unos 4.000 anarquistas, anti-capitalistas y ambientalistas protestaron ayer en el distrito financiero de Londres, donde atacaron dos bancos y se enfrentaron con la policía.
La policía dijo que 86 personas fueron arrestadas ayer y que una persona murió tras desmayarse durante los disturbios.