Unión sufre las últimas fechas de la temporada. Anoche, en un pésimo partido de fútbol, igualó sin goles ante Defensa y Justicia, pese a jugar más de media hora con un hombre más. Catinot fue otra vez expulsado.
Ni el clima ayuda a Unión en un momento en el que todo le sale mal. Anoche, en un pésimo partido de fútbol, de lo peor que se vio en Santa Fe en mucho tiempo, con mucho frío y bajo una llovizna insoportable, no pudo quebrar a un intrascendente Defensa y Justicia, que llegó a la ciudad para aferrarse al punto, como si enfrente tuviera a un candidato al título y no a un plantel completamente diezmado, fuera de toda pelea y que desea, como nunca, que se termine este campeonato cuando antes.
La gente que se acercó al estadio, desafiando el mal tiempo y la tabla de posiciones, se retiró en silencio, sin insultos, resignada y esperando también que se termine este suplicio en el que se ha convertido la temporada 2008/09 de la B Nacional.
Sacar conclusiones de este tipo de partidos es muy difícil. Los chicos que están debutando lo hacen en un contexto inapropiado, y los más experimentados parecen ya tener la cabeza en otra parte. Lo grave es que Unión quedó afuera de la pelea hace ya nueve partidos, y ese lapso no fue aprovechado por la dirigencia para ganar tiempo, ir armando el plantel y elegir el entrenador.
Más allá de las buenas intenciones, lo que se hizo con la dupla Ariel Catinot y Ricardo Altamirano tras el despido de Fernando Quiroz fue un error. No por sus condiciones, sino porque es poco serio esperar a ver cómo les va para saber si serán ratificados o no al final de la temporada. No se puede ser tibio en esas circunstancias: o se deja en claro que se trata de un interinato o se los anuncia como nuevos entrenadores, pero un proyecto, palabra tan pronunciada pero tan poco aplicada en los clubes de Santa Fe, no puede depender jamás de un par de resultados.
La oposición tampoco ayuda en nada. Apareció en escena aprovechando las internas del oficialismo tras la muerte de Juan Leonardo Vega pero, sobre todo, especulando con el mal momento deportivo. Poner un par de promotoras en la puerta del club, juntando firmas para pedir una Asamblea Extraordinaria a todo el que pase roza el ridículo.
Esta dirigencia se equivocó mucho, pero los que hoy son oposición también. Suena increíble escuchar cómo Luis Spahn habla de los refuerzos, los jugadores malvendidos o los atrasos en los sueldos, cuando la agrupación Ángel Malvicino, en su último mandato, incorporó 14 jugadores en una sola temporada, dejó que Roberto Battión quedara libre y estuvo cinco meses sin pagarle los sueldos al plantel profesional. Y esto no es una defensa de la actual Comisión Directiva, porque también incorporó mucho y mal en esta temporada, porque por urgencias económicas apuró la venta de Ignacio Canuto y porque estuvo tres meses sin pagarle a los futbolistas.
Unión necesita de Spahn, de Molina, y también de Miguel Ponce y el resto de los directivos que hoy cruzan acusaciones casi diariamente en los medios y que provocan un malestar cada vez mayor en el pueblo Rojiblanco, cansado ya de este transitar sin pena ni gloria por la B Nacional. Es lógico que existan diferencias, pero hoy más que nunca es cuando las dos fuerzas políticas del club deben apoyarse en los puntos en común para darle por fin una respuesta madura al socio. Queda un año de esta gestión, en la que la oposición puede sumarse a colaborar y no poner palos en la rueda. O puede haber un buen gesto de parte del oficialismo para llamar a elecciones e intentar armar una lista única. En ambos casos deben dejarse de lado enfrentamientos e intereses personales, porque Unión es mucho más grande que cualquier agrupación, dirigente, técnico o futbolista de turno, aunque en los últimos tiempos da la sensación de que no todos piensan así.
Poco para decir
El partido fue pésimo. Unión nunca tuvo juego, careció incluso de actitud para llevarse por delante a un rival livianito. Lo mejor del Tate se vio en la defensa, donde Suárez y Fontana ratificaron su buen momento. Arriba, esta vez ni Pereyra se salvó: el Pelado se comió un gol increíble y sigue peleado con la red. Catinot, que fue suspendido por cuatro fechas, volvió a ser expulsado y parece alejarse cada vez más del buzo de DT.