Foto Telam

El equipo del «Turco» Alí, este sábado por la noche, en Jujuy, se quedó con lo que fue a buscar: los tres puntos. No jugó de la mejor forma en muchos pasajes del partido, pero siempre fue «al frente» y tuvo su premio prácticamente cuando el árbitro del partido se llevaba a la boca el silbato para darlo por terminado. El encuentro fue muy cambiante en el trámite y, lejos de faltar, las emociones abundaron a lo largo de los 90 minutos.

Arranque complicado, pero…

Gimnasia y Esgrima de Jujuy arrancó con todo en los primeros minutos del cotejo. En contrapartida, Unión se mostró dubitativo y con muchos problemas a la hora de marcar.
Al promediar la primera etapa, el “tatengue” logró pararse mejor en la cancha para emparejar las acciones primero y desnivelar después. Entonces, los abanderados fueron Saucedo, Cólzera y Weiner. Justamente este último fue el encargado de marcar el primer gol, a los 31 minutos.
Ese tanto pegó como una trompada en la moral del equipo local, que se desordenó. Los de Alí siguieron inclinando la cancha hacia el arco de enfrente y antes de que finalice el período, a los 43’, Saucedo puso el 2 a 0, gracias a la implacable ejecución de un tiro libre.

Remontada jujeña, pero…

El conjunto local pareció reaccionar con los insultos que bajaban de las tribunas y salió en el segundo tiempo decido a dar pelea. Para colmo de males en Unión, en la primera jugada Germán “Pomelito” Castillo (el ex tatengue que ingresó en el entretiempo) marcó el descuento.
Los visitantes volvieron a cometer errores y mostrar muchos problemas en la contención y el empate llegó a los 20 minutos, cuando Arraya la mandó al fondo del arco del debutante Caprio.
Entonces se hizo un partido “de ida y vuelta” y a los 29’ Unión contó con una oportunidad inmejorable para volver a ponerse al frente en el tanteador, cuando el referí pitó un penal, pero Cólzera reventó el travesaño y la pelota no entró.

A los 46’, Weiner volvió a tener una chance pero un defensor logró despejar al córner el peligro. Justamente en el cobro de ese tiro de esquina, a los 47’, Suárez metió el tercero con un cabezazo y desató la locura santafesina en Jujuy.