El 18 de agosto en La Plata y el 19 de agosto en Bella Vista en Corrientes, tuvieron lugar dos nuevos Encuentros organizados por el Grupo GHIA donde el tema central fue: cómo producir hortalizas de alta calidad. Más de un centenar de productores asistieron a estas jornadas donde se abordaron temas técnicos y de mercado. Fotogalería.
Todos los especialistas coincidieron en que los consumidores se inclinan por comer mejores hortalizas aunque deban pagar un poco más por ellas. La calidad es lo que determina las posibilidades de compra de una hortaliza. Según se expuso en estas nuevas Jornadas de Capacitación e integración organizadas por el Grupo GHIA, el consumidor de frescos en la Argentina palpa diez tomates en la góndola para llevarse dos, en ese acto evalúa la firmeza, su peso y su color; y en todas esas variables están en juego los aspectos de calidad.
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Para producir con calidad es necesario revisar primero que nada los métodos de producción, y en esta dirección se orientaron los disertantes invitados. La primera exposición estuvo a cargo del Ing Sergio Camiletti quien dejó muy en claro que el concepto calidad tiene diferentes significaciones según se lo mire.
Su exposición partió de una pregunta ¿qué entendemos por calidad en tomate y pimiento? La respuesta es diferente depende de quién responda a esta pregunta ya sea productor, consumidor o miembro de la cadena comercial. Para el productor importa el tamaño, la resistencia a enfermedades, el formato de fruto (cierre/florones/etc), la uniformidad (en racimo/durante el cultivo), el color (Blotchy), el llenado (fruto hueco) y el la resistencia al cracking. Para quien comercializa la calidad implica firmeza, tamaño, color y peso. Y para el consumidor importa el sabor, el color, el aspecto del fruto, el llenado, el aspecto, la textura y su presentación.
Según afirmó “la calidad implica para el productor, un importante diferencial de rendimiento comercial ya que logrará mayor número de frutos de primera, menos frutos de segunda y menos pérdidas por descarte. Con hortalizas de calidad se logran mejores precios de venta y mayor diferenciación por las características de producto, aún en mercados sobreabastecidos”.
Para terminar se refirió a los productos de Rogers que se destacan por la calidad de los frutos: los híbridos Paronset (tomate) y la línea de pimientos Marta, Margarita y Almuden.
Menos bromuro de metilo
El bromuro de metilo es un químico que afecta seriamente la capa de ozono. Provoca repercusiones sobre el ambiente porque llega hasta las capas superiores de la atmósfera donde daña la capa de ozono y bloquea la trayectoria de los rayos ultravioleta (UV), impidiéndoles la llegada a la superficie de la tierra. Este químico se emplea principalmente como fumigante de suelos, pero según lo acordado mundialmente en el Protocolo de Montreal y en el Tratado de Kyoto, se debe eliminar totalmente para el año 2015.
En busca de soluciones a esta problemática los Ing Marcelo Villahoz, Director de Mitsui Plastic en Atlanta EE.UU. y Edgar Chow de Eval América, presentaron los nuevos plásticos para el agro denominados TIF ( Film totalmente impermeable). Esta tecnología produce una barrera que evita que se filtren gases y químicos lo que impide que el bromuro de metilo pase a la atmósfera. Además optimiza las cantidades a usar, a tal punto que con esta tecnología se utiliza entre un 50 y un 70% menos de bromuro. El filme tiene 5 capas y está compuesto por polietileno, resina barrera de gases y adhesivos que no se delaminan.
Según los ensayos realizados en la Universidad de Davis, California, los plásticos TIF aumentan la retención de agroquímicos, incrementan el efecto del control de malezas y mejoran el rendimiento de cosecha en aplicaciones de acolchado y de fumigación abierta. Estos nuevos plásticos se usan para mulching y son fabricados en Argentina por Ipesa utilizando los aditivos y resinas que proveen las firmas norteamericanas.
El calcio, firmeza y vida post cosecha
En tercer turno se presentó el Ing. Agr. MBA Wilson Goto, de Yara International ASA e investigador del Centro de Hanninghof , Duelmen, Alemania, quien habló sobre sistemas productivos de alta calidad y la importancia del calcio en las hortalizas.
Según explicó el especialista si se busca calidad la clave es el calcio.
La demanda de calcio en la mayoría de los cultivos es mayor que otros macro nutrientes como el fósforo y el azufre. Por esto y por sus ventajas expresadas durante su exposición, destacó que es un elemento que debe estar presente en el momento de realizar el programa nutricional.
Este nutriente actúa sobre la estructura de la planta, mantiene la integridad de la membrana celular y también es muy importante en el mecanismo de defensa de las plantas para reaccionar contra los stress externos. “El calcio fortalece en forma directa las células de las plantas y las hace más resistentes a las enfermedades principalmente a hongos. El nitrato de calcio específicamente previene la infección conocida como Blossom.
Es importante conocer cómo administrar calcio durante el ciclo del cultivo ya que se puede aplicar al suelo, a las raíces o foliar. Según agregó el Ing Goto: “El Calcio es un elemento inmóvil dentro de la planta, por lo que debemos mantener un aporte constante de Calcio durante el ciclo productivo, aumentando su aporte en los momentos de floración al llenado de fruto”.
Otra de las funciones claves del calcio es aumentar firmeza y por lo tanto vida poscosecha. En el caso de las hortalizas como tomate o pimiento, con buen aporte calcio aumenta su duración en góndola con óptima calidad. Implicando mejores posibilidades de ventas y menos pérdidas para toda la cadena de comercialización.
Destacó e insistió que con buenos aportes de Nitrato de calcio y Nitrato de potasio, se puede ver la respuesta en mayor firmeza de sus frutos”, explicó.
También presentó la línea de Yara, de productos disponibles para aportar calcio soluble a la planta: Calcinit, Tropicote y Nitrabor de Yara.
Finalmente el especialista invitado expuso tablas (Plan master) que señalan cómo influye cada nutriente en la prevención de enfermedades y cómo determinan la calidad del producto, estando este material disponible para consulta.
Calidad es igual a buenas prácticas
El último turno fue para el Ing MSC Adrián Mitidieri, consultor externo de Syngenta quien presentó su visión sobre qué se entiende por calidad de hortalizas en relación con los productos desarrollados para la protección de los cultivos. Según afirmó “los residuos de agroquímicos en niveles permitidos en la fruta son una prueba de que se ha producido bajo normas de calidad. Pero para abordar este tema se debe tener en claro que antes de hablar de calidad y residuos se debe hablar de la ley. Si uno aplica un producto no registrado está fuera de la ley. Si se aplica un producto banda roja con 14 días de carencia en tomate en cosecha se está claramente fuera de la ley. Usar productos no registrados o no respetar las carencias en los agroquímicos es un hecho que ya no atañe a lo productivo. Quienes producen con menor uso de productos o usando productos con menor perfil toxicológico son quienes pueden empezar a hablar de calidad».
La mayoría de los productores hoy en día planifican todo menos el manejo de la plaga. Si se programa cómo se va a manejar la mosca blanca o la alternaría o los nemátodes, o la botritys en el tomate (que ataca siempre y hasta dos veces al año y es capaz de borrar dos coronas de tomates por planta), tranquilamente se puede empezar a preveer qué producto usar, cómo y cuándo. Además se debe tener conocimiento de los productos que se están usando y cómo actúan según la plaga. Por ejemplo con los productos de Syngenta, el Vertimec controla muy bien la polilla si esta apenas eclosionó. Si la larva está grande la opción es Proclaim.
«Hay productos que mojan, productos que penetran, productos que sirven para adherir y productos que sirven para atraer, no es todo lo mismo”, agregó Mitidieri.
Finalmente el Ing. Atililio Orihuela explicó que la empresa Syngenta busca fortalecer su lugar la cadena productiva de hortalizas. «estamos presentes en investigación, en desarrollo, en distribución y en disponibilidad de productos. Syngenta busca, además de tener activos disponibles, marcar una estrategia de control que implique uso, momento de aplicación, conocimiento de la plaga y la enfermedad y conocimiento de modos de acción de los insecticidas o fungicidas. A veces escuchamos a los productores decir que rotan productos y resultan que lo único que hacen es rotar nombres comerciales». Finalmente agregó: «En 2 años registramos 11 productos para control de plagas y enfermedades, algo que para un mercado como el hortícola en Argentina no es fácil«.