El ministro de Economía, Amado Boudou, definió el objetivo político que busca el Gobierno con la reapertura del canje. En lo económico, destacó que de esta manera la Argentina retornará al mercado de capitales y reafirmó que el Estado no pagará ningún tipo de comisiones.
«Con este anuncio, el Gobierno busca dejar definitivamente cerrado el capítulo que comenzó en el 2001 con la declaración de default aplaudido y celebrado como si fuera una victoria«. Lo afirmó el ministro de Economía, Amado Boudou, al hacer la presentación oficial del canje de bonos de la deuda en default, durante una conferencia de prensa realizada en el Palacio de Hacienda.
Boudou reiteró que el Gobierno espera un piso de aceptación del 65 por ciento y confirmó que la quita global será del 66,3% del total de la deuda.
El ministro sostuvo que el fallo del juez norteamericano Thomas Griesa, haciendo lugar a un reclamo de los denominados fondos buitre, no va a interferir en el desarrollo de la operación.
«Nuestros abogados presentaron la apelación y recibieron de parte del juez la aceptación de que la Argentina está llevando adelante una oferta para los tenedores de bonos que no entraron en el canje de 2005 y que, en consecuencia, es necesario dejar que el país avance con la operación», sostuvo el ministro.
El monto total elegible para el canje es de 18.300 millones de dólares, de acuerdo con los registros de la deuda vigente al 31 de diciembre de 2001 y según los tipos de cambio existentes a diciembre de 2003.
Boudou informó que los tenedores de los bonos podrán optar entre la recepción de Títulos Discount o Títulos Par.
Para el priemr caso se prevé la emisión de Bonos Globales con vencimiento en el 2017 y títulos atados al crecimiento del PBI.
Para la opción de titulos Par, se realizará un pago en efectivo de los intereses devengados y otra tanda de títulos vinculados con el PBI.
Además, la operación contempla la emisión de un bono «por efectivo» de hasta u$s mil millones.
Boudou anticipó que la apertura del libro para la inscripción correspondiente se concretará, a lo sumo, dentro de los próximos diez días y a partir de entonces habrá un plazo de 30 días para que los tenedores de los títulos ingresen en la operación.
El titular de Hacienda reiteró, una vez más, que el Estado argentino no pagará ningún tipo de comisiones a los bancos que intervendrán en la operatoria, las que serán abonadas por los acreedores, a razón de u$s 0,40 centavo por cada cien dólares de deuda.
«Y esto es así ya que no se trata de ninguna licitación sino de que la Argentina presenta un paquete cerrado que podrá o no ser aceptado por los tenedores de los bonos», explicó.
«El objetivo es maximizar el nivel de participación con una oferta justa, razonable y acorde con la capacidad de pago soberana del país», afirmó Boudou.
«Además pretendemos cerrar de manera definitiva con los ciclos recurrentes de crisis económicas con endeudamiento externo, crisis fiscal y financiera y que llevaron al país al desastre del default en el 2001», afirmó.
Boudou recordó que cada ciclo de crisis agregó por lo menos un 20% de deuda sobre el PBI. «El proceso de desendeudamiento sostenido continuó incluso después del canje de 2005, cuando la deuda se redujo en 34 puntos porcentuales del PBI», señaló el ministro.
Continuó destacando que, a diferencia de las experiencias previas, «el crecimiento anual se caracteriza por sustentarse en el ahorro interno, lo que equivale a superávit comercial y fiscal sostenidos más un círculo virtuoso de consumo, inversión y empleo».
Boudou reiteró que, con el lanzamiento del canje, la Argentina podrá retornar al mercado de capitales a tasas más razonables, lo que también se verá reflejado en la posibilidad de que el sector privado argentino pueda obtener financiamiento genuino a mucho menor costo que en la actualidad.