Los 6 autos, cuyos modelos no superan el año 1930, regresaron anoche a Esperanza luego de unir la Primera Colonia Agrícola Organizada del País con Luján, ciudad que fue sede de los actos litúrgicos del 25 de Mayo. Fotogalería.
Tras recorrer alrededor de 1.200 kilómetros los vehículos hicieron su ingreso a la Esperanza a las 21 horas y fueron recibidos en el acceso de Ruta 6 y Soler por un grupo de vecinos y familiares y en la Municipalidad por la Intendente Ana Meiners y la Subsecretaria de Promocion Social, Elsa Schnell.
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Los integrantes de la caravana hicieron entrega a la Jefa Municipal de una imagen de la Virgen de Luján que recibieron del Club de Auto Antiguos de Luján y de Carlos Gerbaudo, la que quedará en la Municipalidad hasta el fin de su gestión y luego será donada al Museo de la Colonización.
El Dr. Lorenzo Alvarez en nombre del grupo agradeció el apoyo recibido y manifestó la satisfacción de haber logrado que Esperanza, Humboldt y la provincia de Santa Fe hubieran podido estar presentes en la conmemoración del bicentenario de la Patria.
En el caso Juan Manuel Rudolf, su hijo y su perro Chevron la satisfacción fue doble ya que no sólo representaron a Humboldt en los festejos patrios sino que celebró su cumpleaños Nº 60 en Luján.
Más allá de las dificultades climáticas que sometieron a los participantes a un intenso frío y una lluvia intensa durante casi 300 kilómetros, y las mecánicas con reiteradas roturas de neumáticos y exceso de temperatura por la exigencia a que era sometido el auto más viejo (Chevroltet 1925 de José Biassoni) las máquinas y sus pilotos las soportaron estoicamente y pudieron cumplir el objetivo trazado.
Para tener una idea de la exigencia a las que fueron sometidos los coches el regreso se llevó a cabo en 12 horas, dos de las cuales se cumplieron de noche atravesando parte de la autopista Santa Fe Roario y la Ruta Nacional 19.
Todas estas dificultades no se hubieran podido superar con la eficiencia que se hicieron sin la colaboración permanente de la Policía de la Provincia de Santa Fe, de la de Buenos Aires y la Guardia Urbana y la policía municipal motorizada de Rosario. A todos ellos el agradecimiento eterno al igual que a los auspiciantes en general y al Diario Uno de Santa Fe en particular.