En el Instituto de Oncología Ángel H. Roffo se inauguraron equipamientos de alta complejidad para el tratamiento del cáncer en el país, merced al aporte de 9 millones de pesos efectuado por la cartera sanitaria nacional.
El predio ocupa casi 4 hectáreas, con espacios verdes y 13 pabellones. “Celebro esta posibilidad de incorporar tecnología, que es buena cuando está a disposición de todos los que la necesitan y no sólo de los que tienen plata”, afirmó el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, en el Salón Auditorio del establecimiento sanitario, al tiempo que destacó que “estas acciones nos muestran que estamos transitando un camino hacia un país mejor”.Junto a su par de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Collia, y el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Rubén Hallú, el funcionario nacional destacó que “esta idea de trabajar en forma conjunta, de articular esfuerzos, que se puede resumir en la palabra sumar, es fundamental, porque esto es algo que no hubiéramos podido hacer solos desde el ministerio. Estoy contento porque hemos recuperado no sólo la iniciativa y la acción, sino también la esperanza”, agregó.
Puso de relevancia la “excelencia” del establecimiento, “donde están los profesores y los profesionales que tienen una gran experiencia”, y consideró que cuando hay una situación difícil de salud, “uno suele hacer una interconsulta, y en esta materia puntual, en esta patología, tenemos incorporado hacer una interconsulta en el Roffo. Esto es lo que pasa en el país”.
Por último, Manzur dijo que “además de conseguir la plata, lo más valioso son los recursos humanos, la gente que trabaja acá, desde los camilleros hasta el director. Eso hace que éste sea un centro del cual los argentinos nos sintamos muy orgullosos”.
Por su parte, el rector de la UBA aseguró que “este es un momento muy especial para todos porque estamos avanzando en lo que tenemos que hacer”, y agradeció al ministro Manzur y a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner “por las políticas que se están implementando, no sólo en salud sino en educación, que es de los que nos ocupamos nosotros”.
“Tenemos la suerte de atender a los que menos tienen, y podemos hacer esto porque estamos trabajando en conjunto, desde los trabajadores hasta la Presidenta, y también con la provincia de Buenos Aires, porque la UBA no termina su influencia en la General Paz. Trabajamos para todo el país y también para la gente de los países limítrofes”, detalló.
Previo al acto oficial, los funcionarios recorrieron el Instituto y tomaron contacto con el sofisticado equipamiento, que consta de un tomógrafo de última generación; la digitalización del Servicio de Radiología; un mamógrafo digital, único en el ámbito público en el país y de fuerte impacto para el diagnóstico temprano; un aparato que se utiliza para implantes en próstata; y una mini cámara gama portátil intraquirúrgica, que permite evitar el vaciamiento completo de ganglios y mejorar la calidad de vida de los pacientes; entre otros.
Además de las autoridades mencionadas, en el Salón Auditorio estuvieron presentes el director del Instituto Nacional del Cáncer, Roberto Pradier, el director del establecimiento sanitario, Ricardo Kirchuck, el coordinador General de Servicios de Salud de la UBA, Claudio Zin, autoridades de la UBA, jefes de los Servicios del Instituto Roffo, representantes de la Red Hospitalaria de la UBA y del gremio de salud de la casa de altos estudios.
El Instituto de Oncología «Angel Roffo», un emblema en la lucha contra el cáncer, fue inaugurado en 1922 y pertenece a la Red de Hospitales de la Universidad de Buenos Aires.
En la actualidad, el establecimiento ocupa un predio de casi cuatro hectáreas, con amplios espacios verdes y trece pabellones.
Atiende más de 63 mil consultas anuales, 5.478 de primera vez, y produce casi tres mil egresos anuales.
Fuente Sala de Prensa – Presidencia de la Nación