Lenta o de forma rápida, la realidad urbana de Pujato Norte se modifica día a día, aunque la mayoría de la gente de la zona no lo observa con nitidez. La realidad de urbanización explotó en los últimos meses y la gente de la zona comenzó a verlo recién por estos días, debido a la presencia del artista chileno Pablo Sissara, que construye un Cristo de 22 metros de altura y varias toneladas de peso para ser implantado en una cruz entre Pujato Norte y Esperanza.
Lo real es que los pioneros del nuevo poblamiento son los integrantes de la familia García, propietaria de terrenos en la zona que es rural -Pujato nunca tuvo casco urbano- cercano a los únicos edificios en la zona que son la escuela primaria y la comuna que preside la radical Adriana Engler, y que significa una especie de refundación histórica, que terminará con la bucolía y germinará urbanidad.
La venta de los primeros 44 lotes donde era campo, a la vera oeste de la Ruta Provincial Nº 6, fue «arrebatada» por los primeros compradores.
La mayoría de ellos son inversores de Esperanza y de Franck -aunque también se dice que hay de Humboldt, de San Jerónimo Norte y Las Tunas- y en importante número se trata de empresarios medios y grandes, o gente de campo, que quiere construir viviendas de fin de semana o para vivir en los últimos años de sus vidas en una zona de «paz y cercana al campo».
Actualmente habría vendidos más de 200 lotes de 16 metros por 40 metros en término medio, ya llegó la energía eléctrica y pronto el agua, para lo cual la Comuna, se dijo, realiza trámites en la provincia, aunque los propietarios comentan que, es posible que se haga una sola toma de agua para todo el sector por iniciativa privada y luego las redes para evitar que se realicen pozos en cada propiedad y asegurar un buen servicio permanente.
Lo que señalan las fuentes consultadas es que los lotes en estos sectores de Pujato Norte comenzaron a vender a 31 mil pesos, al contado, y que hoy se venden a una cifra superior a los 50 mil pesos. La cifra es más que conveniente para los habitantes de Franck y de Esperanza, donde los terrenos valen alrededor de 100 mil pesos y más.
Indudablemente que la gente modifica sus hábitos y ya no le importa la distancia sino la comodidad y la tranquilidad. Acercar a un chico a la escuela de Franck o de Esperanza lleva alrededor de 10 minutos. Para algunos es mucho menos que ir desde La Orilla a la Escuela Colombo-Müller o desde el Barrio Los Troncos a la Escuela Normal Superior.
Lo que sí es inevitable para quienes residan allí y tengan hijos es tener un buen vehículo.
«Mirá, para mí que resido en el Barrio Norte, es más seguro y rápido llegar a mi trabajo desde Pujato que desde mi barrio» comenta uno de los flamantes propietarios esperancinos a El Colono del Oeste, que sin embargo invirtió para tener una casa de fin de semana.
«Aires de Campo» es uno de los loteos que suma unas 10 manzanas. Otro proyecto urbano pertenece a la firma Biassoni que se ubica del lado este de la ruta provincial, cercano a la escuela y la comuna, que son 44 lotes.
Otro de los emprendimientos pertenece a la familia Weiner, histórica en la localidad, se supo oportunamente, y en ese predio está previsto la construcción de una capilla en honor del Santo Patrono de la localidad que es San Isidro Labrador.
Instalación eléctrica, forestación, sistema de servicio de agua, son algunas de las cuestiones que hacen a la infraestructura básica, pero cuando las construcciones florezcan también llevarán comercios, especialmente del ramo alimenticio o de otros servicios, como el de remises por ejemplo. Se suma que donde hay grupos humanos se genera basura y para ello, hay que tener un sistema ecológico adecuado tanto para recogerla como para depositarla y tratar los residuos urbanos. Y no se descuenta que habrá que pensar en el tema de la seguridad con la creación de un destacamento policial -el lugar no deja de tener la acechanza de su cercanía con la zona roja de Santa Fe y Santo Tomé lamentablemente- y un sistema de salud de atención primaria y de urgencias por citar algunos ejemplos.
Además, esta «refundación» de Pujato Norte, que comienza prácticamente desde cero deberá seguramente prever, las cuestiones medio ambientales y de convivencia de las industrias y las viviendas, los parques y paseos y los espacios verdes e incluso, el tipo de construcciones que deberán hacerse. Hay que empezar de cero, con las ventajas y desventajas de la situación.
El pueblo fue fundado por José Pujato, en 1872 y recién el 23 de julio de 1940 se creó la Comisión de Fomento. Cuenta actualmente con unos 300 habitantes.
Si se considera que con una familia tipo -unos doscientos lotes vendidos significan cuatro personas por unidad habitacional- la suma sería de unas 800 personas para comenzar, se puede advertir comparando las cifras con su actual población, la importancia de la nueva radicación de familias, como una «refundación» y un hecho histórico en la historia de esta pequeña y laboriosa comunidad enclavada entre Franck y Esperanza.
Fuente El Colono del Oeste