El dato surge del último análisis conjunto realizado entre industriales y productores. Las partes evaluaron que, para descomprimir, deberían favorecerse las exportaciones e incluso consideraron «imprescindible restablecer la aplicación de reintegros«.
Un informe conjunto de productores lecheros e industriales anticipa para los próximos meses una saturación de la capacidad de secado a raíz del incremento de la producción primaria. El trabajo advierte que la única válvula de escape para ese superávit es la exportación, que “no sólo no puede sufrir ninguna restricción, sino que es necesaria su promoción”; y que, por la caída de los precios internacionales, “se hace imprescindible restablecer la aplicación de reintegros”.
Las comisiones técnicas del Centro de la Industria Lechera (CIL) y de la Mesa Nacional del Productores de Leche (MNPL) concluyeron que “en los meses picos de octubre y noviembre la capacidad se vería rebasada” y así lo comunicaron en las conclusiones del capítulo “Proyecciones de producción y exportaciones en el segundo semestre de 2011” del trabajo “Análisis de la situación en la producción de leche y su industrialización”, publicado por el portal especializado lecheríalatina.com.
A ese resultado arribaron tras estudiar el crecimiento proyectado del volumen de leche que entregarán este año los tamberos, que oscilaría entre 11,8 y 12,1 % respecto del anterior (8% sólo en el último cuatrimestre), y combinarlo con la capacidad instalada para producir leche en polvo. “El destino de este crecimiento, por los niveles de consumo del mercado interno, es sólo el mercado internacional”, afirma el estudio, que también indica que “en el año 2011 se alcanzaría un nuevo récord en los volúmenes de exportación”.
Mercado saturado
Los datos duros se plasmaron en 12 puntos a modo de conclusión. El primero indica la estimación del crecimiento productivo interanual y en el segundo se consigna que esa leche sólo podría ser canalizada hacia el exterior, ya que los niveles del consumo doméstico se encontraría al máximo de su capacidad de absorción.
Luego se analiza la capacidad que tiene la industria láctea nacional para hacer frente a esta marea de leche: “La capacidad útil de secado (84,9% de eficiencia), según los datos disponibles, fue 13,4 mml/día (millones de litros por día); 3,3 mml/día se destinan a secar suero y 10,1 mml/día a secar leche”. Luego de esa introducción afirman: “En los meses picos de octubre y noviembre esta última capacidad se vería rebasada frente a la necesidad de exportar 346,05 y 347,17 mml/mes respectivamente”; a lo que hay que sumar la demanda doméstica, que requerirá secar 66,7 millones de litros de leche en octubre y 70,0 en noviembre, “debiéndose por lo tanto destinar 99,0 y 113,5 mml/mes a exportar como otros productos”.
Tras considerar que 25 mml/mes se podrían vender como Leche Larga Vida (UHT) o dulce de leche, se detalla que 74,0 mml/mes en octubre y 88,5 mml/mes en noviembre tendrían que venderse como quesos.
A continuación, la comisión conjunta de productores e industrias evaluó que “frente a la expectativa de caída de precios en el mercado internacional y las dificultades para la colocación de un mayor volumen de quesos se hace imprescindible restablecer la aplicación de reintegros”.
Sobre el final del comunicado, y tras advertir que “la falta de capacidad exportadora de amplios sectores de la industria hace recaer todo el esfuerzo en pocas empresas que sí la tienen”, lanzaron un diagnóstico preocupante para el productor de leche: “ Las dificultades actuales en el mercado interno por las condiciones de sobreoferta imperantes, que provocan caída de los precios de los productos lácteos, se agravarán con el correr de los días si se demoran las ayudas y estímulos a la exportación de aquellos productos que el consumo no requiere”.
Secar, estoquear, esperar
Un empresario lácteo que prefirió mantener el anonimato señaló a El Litoral que “hoy los números para la exportación no son tan holgados por las bajas de precios en el mercado mundial y el aumento de los costos internos”. Entre las mayores erogaciones mencionó los sueldos del personal de la industria, que acaban de acordar un aumento del 37%; así como los incrementos en energía, gas y flete corto de la leche. Entre mayores costos y bajas internacionales, “en el medio quedó atrapado el negocio”, apuntó.
Por tal motivo, explicó que la leche en polvo es el único producto no perecedero que permite estoquearse “y esperar que cambien las condiciones en el mercado mundial”. Sin embargo aclaró que “financieramente no es conveniente porque no se puede aguantar mucho tiempo”.

Fuente El Litoral