La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas por la soberanía de las islas Malvinas y dijo que el tema “es una prueba de fuego” para el organismo, ya que pone en juego “la obligación de los miembros de aceptar las resoluciones” del cuerpo.
Cristina advirtió ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que si el Reino Unido no se aviene a dialogar con la Argentina sobre el conflicto por las Islas Malvinas en un tiempo razonable, se verá obligada a revisar entendimientos entre ambos países
Reclamó “eliminar el derecho a veto” que gozan los países miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como anular “la categoría de miembros permanentes”, porque ambos mecanismos “impiden que este Consejo de Seguridad cumpla con la verdadera función cuando fue pensado”.
Reiteró el reclamo de que Palestina sea reconocido como Estado miembro de las Naciones Unidas “este año” lo cual, sostuvo, redundará en lograr “ no sólo en un mundo más seguro, sino también un mundo más justo”.
Ratificó su pedido de “regulación en materia de movimientos de capitales a nivel global y en materia de especulación financiera” porque de lo contrario “será imposible lograr la tan mentada estabilidad de los mercados”, y afirmó que “se exige una “regulación de las calificadoras de riesgo”, a cuya actividad consideró como parte responsable de la crisis mundial .
Destacó que frente a la debacle que sufren países centrales, la Argentina pudo demostrar que logró salir del default en el que cayó en el 2001 y no sólo pagar la deuda con recursos propios, sin tener que recurrir a los organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI), sino que además consiguió un crecimiento récord en los últimos 200 años de historia del país, con una drástica reducción de la pobreza y un fuerte aumento del nivel de empleo.
La primera mandataria habló hoy durante 28 minutos ante la asamblea de la ONU, donde ocupó el séptimo lugar en la lista de oradores, oportunidad en que volvió a reclamar al gobierno de Irán que se avenga a permitir que los sospechosos de haber cometido los atentados terroristas contra la Embajada de Israel y la AMIA en la Argentina sean juzgados, inclusive, si las partes lo acuerdan, en un tercer país para garantizar absoluta equidad en los juicios.
Dijo que para superar la situación mundial actual es necesario que los recursos financieros que antes se destinaban precisamente al sector financiero para paliar la crisis, se otorguen en cambio “a la economía real” para “poder generar trabajo, productos y servicios”.
Al abordar la cuestión de las Islas Malvinas, y tras destacar la “injusticia” de que los miembros del Consejo de Seguridad, entre ellos Gran Bretaña, tengan derecho a veto, la Presidenta, afirmó que “venimos una vez más aquí a plantear una cuestión vital no sólo para los argentinos” que es la “la cuestión de la soberanía” sobre el archipiélago.
Consideró que esa “también es una prueba de fuego para este cuerpo” en relación a la obligatoriedad de sus miembros “de aceptar las resoluciones de esta Asamblea”.
Enumeró las “diez resoluciones de esta Asamblea” que han convocado al Reino Unido y a la Argentina a “sentarse a negociar, a conversar sobre nuestra soberanía” así como las decenas de las resoluciones de otros organismos internacionales y dijo que su país “simplemente” demanda “que se cumplan”, pero Gran Bretaña “sigue negándose sistemáticamente a hacerlo y utiliza para ello su condición de miembro del Consejo de Seguridad con derecho a veto”.
Destacó que la ocupación de las Islas dispuesta por la “más terrible dictadura” que se conoció en el país, en el 1982, ha sido utilizada por Gran Bretaña para “asentarse en ese episodio” para negarse a cumplir con el diálogo reclamado, “como una coartada más para no cumplir con esas resoluciones”.
Indicó que el Reino Unido ha venido “apropiándose ilegítimamente” de recursos naturales de las Islas, como los ictícolas, pese a que “no tienen ningún derecho, porque nadie puede alegar dominio territorial a más de 14 mil kilómetros de ultramar”, lo cual deja en “claro que es una ocupación ilegítima”, en la que también se efectuaron “verdaderas provocaciones como ensayos misilísticos ocurridos en mayo y junio pasado que fueron inclusive denunciados ante la Organización Marítima Internacional (OMI).
Ratificó entonces el “interés” de Argentina por iniciar ese diálogo, pero destacó que “también es cierto que ha transcurrido mucho tiempo y manifestamos ante esta asamblea que vamos a esperar un tiempo razonable más, pero si no, nos veremos obligados a comenzar a revisar los entendimientos provisorios aún vigentes, haciendo hincapié en que la soberanía debe estar incluida en esas obligaciones”.
Se refirió a la Declaración Conjunta número 14 firmada en junio de 1999 “cuando se dispuso la regulación de un vuelo semanal regular operado por Lan Chile entre las Islas y el Continente, con dos escalas mensuales”.
Si bien aclaró que “La Argentina no tiene intenciones de agravar la situación”, afirmó que “también es justo para que esta asamblea y el Reino Unido tomen conciencia de que es necesario cumplir con estas resoluciones
Al abordar el tema de los ataques terroristas en territorio argentino, recordó los reclamos a Irán para que se avenga a permitir que los ocho sospechosos de haber participado en la organización de los atentados sean juzgados, incluso “ante un tribunal de un tercer país” por cuanto “lo único que reclamamos es justicia”.
Si bien destacó un reciente mensaje del gobierno de Irán para aceptar el diálogo, señaló que “si bien significa un cambio de actitud, no constituye en sí mismo satisfacción a nuestros reclamos que como dije con claridad son de justicia”.
Al abordar la cuestión de la crisis económica internacional, la Presidenta afirmó que “el mundo ha cambiado sustancialmente” desde que su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner asumió el gobierno en el 2003, cuando la Argentina había incurrido en el default, y destacó que gracias a las políticas adoptadas no sólo se reestructuró la deuda sino que se bajaron drásticamente los índices de pobreza e indigencia y de desocupación.
“Tenemos países en severos problemas, y la Argentina no pretende erigirse en modelo ni ejemplo de nadie, pero sí quiere ratificar la necesidad de formular claras reglas en materia de transferencia de capitales y de especulación financiera”, dijo.
Puso relieve en datos sobre el stock financiero global y sobre la producción de bienes y servicios, y destacó que “estamos frente a un mundo donde la especulación parece no tener freno y se traslada de un lado a otro, de un país a otro, afectando las monedas, las economías y la vida cotidiana de los ciudadanos”.
Ello, advirtió, produce “una volatilidad nunca vista” con “destrucción de puestos de trabajo y formidables rentabilidades que alguien se lleva”.
A la luz de esa situación, reiteró “la necesidad de que los organismos multilaterales de crédito trabajen muy fuertemente en una regulación en materia de movimiento de capitales a nivel global y en materia de especulación financiera” por cuanto “sin esto va a ser imposible alcanzar la tan metada estabilidad de los mercados”.
Pidió “una vez más la reforma de esta importante organización que representa la multilateralidad, algo que siempre hemos defendido, pero necesario democratizar una organización política como la ONU y fundamentalmente su Consejo de Seguridad”.
“Nosotros no compartimos la necesidad de ampliar sus miembros permanentes, al contrario, creemos que es necesario eliminar la categoría de miembros permanentes y eliminar el derecho al veto” que se justificaba cuando el mundo era bipolar, pero que ahora “no es para defender la seguridad y la estabilidad universal sino muchas veces para posicionamientos de miembros que los integran y que hace ejercer sus derechos”.
Afirmó a continuación que “me gustaría mucho que este año Palestina tuviera el lugar número 194 en el concierto de las Naciones Unidas”, y tras recordar que la Argentina, así como otros países de América del Sur, “han reconocido al Estado de Palestina”, afirmó que “yo creo sinceramente que impedir el ingreso de Palestina puede ser visto tal vez por algunos como algo beneficioso para el Estado de Israel”.
Sin embargo precisó que “desde la autoridad que nos da ser un país que ha sido blanco del flagelo del terrorismo internacional, déjenme decir que impedir que Palestina forme parte de esta asamblea, es seguir dándole coartadas a los que ejercen el terrorismo internacional para que encuentren en este desconocimiento una de sus falsas argumentaciones para incurrir en sus crímenes”.
“Creo –puntualizó- que la no inclusión de Palestina este año, lejos de dar mayor seguridad y estabilidad al mundo, va a crear mayor inseguridad y condiciones absolutamente desfavorables para lo que debe ser el prestigio de un cuerpo que debe representar los intereses de todos los ciudadanos globales”.
“Ruego a Dios que ilumine –continuó.- a quienes tienen que tomar esta trascendental y estructural decisión para lograr un mayor equilibrio y que Palestina pueda tener este año su asiento número 194 “, y agregó que “estoy segura que de así lograrlo, vamos a vivir no sólo en un mundo más seguro, sino también un mundo más justo.

Fuente Sala de Prensa – Presidencia de la Nación