La soprano argentina brindó su gala lírica titulada “Emociones únicas”. Fue largamente ovacionada por el público, que le mostró su afecto. El espectáculo se desarrolló sobre el imponente escenario móvil adquirido por la Municipalidad de Rafaela a principios de 2011. Tiene 12,5 metros de largo y 8 metros de fondo, y está montado sobre un semirremolque.
A media tarde, el viaje a Rafaela resultaba preocupante. Un cielo gris, oscuro y amenazante dominaba el paisaje. Cuando llegamos a la Perla del Oeste el sol hizo su tímida aparición y, después, la luna dijo presente para iluminar el cielo. La fresca brisa plagada del perfume de las flores envolvió el aire. Cartón lleno, todo listo para que un espectáculo al aire libre pueda hacerse con éxito.
Exactamente a las 20.35, la música se hizo oír. Los jóvenes integrantes de la Agrupación Instrumental de Cámara de la Escuela Municipal de Música Remo Pignoni -con edades que van desde los 15 hasta los 25 años- comenzaron a ejecutar el programa pautado. Aquí cabe recordar que esta formación orquestal nació en 1993 bajo la dirección del Dr. Omar Corrado como extensión de la cátedra de Música de Cámara de la mencionada institución rafaelina creada en 1987 y que está integrada por estudiantes del curso de Formación Profesional Instrumental en las especialidades de violín, violoncelo, flauta, clarinete, saxo, trompeta, guitarra y piano. Estos jóvenes músicos no estaban solos: los acompañaba la Camerata Eleuthería, de Santa Fe, formada por iniciativa de un grupo de jóvenes músicos con el fin de estudiar y aprender las técnicas interpretativas y estilísticas de la música de los siglos XVII y XVIII. Esta orquesta de cámara, que cuenta con la batuta del Mtro. Manuel Marina y la coordinación general de Guillermo González, posee ya un vasto repertorio ejecutado en diferentes escenarios de nuestra región.
Y se hizo la luz
Tras los acordes iniciales, Virginia Tola hizo su aparición. Y el brillo de su fuerte magnetismo inundó el magnífico escenario montado frente al edificio municipal. Podemos sostener entonces que el brillante puede hacer referencia, en la joyería, a un corte de diamante e indirectamente a las personas que por su luminosidad atrapan a quienes observan. Como adjetivo, brillante sobresale por su talento o belleza: una alumna brillante; un científico brillante; una carrera brillante, una cantante brillante. Con nombre y apellido: Virginia Tola.
En la primera parte del concierto, titulado “Emociones únicas”, la consagrada soprano interpretó de “Carmen”: “Prélude”, de Georges Bizet; de “Gianni Schicchi”: “O mio babbino caro”, de Giacomo Puccini; de “Adriana Lecouvreur”: “Io son l’umile ancella”, de Francesco Cilea; de “Cavalleria rusticana”: “Intermezzo” de Pietro Mascagni; de “Manon Lescaut”: “In quelle trine morbide” de Giacomo Puccini y de “La Wally”: “Ebben?… Ne andro lontana” de Alfredo Catalani.
Luego de un breve intervalo y de nuevo en el escenario, Virginia deleitó a la audiencia con la segunda parte de la gala lírica, integrada por “Intermezzo”, de “La boda de Luis Alonso”, de Gerónimo Giménez; “Canción de Paloma” de “El barberillo de Lavapiés”, de Francisco Asenjo Barbieri; de “Gigantes y cabezudos”: “Romanza de Pilar” de Manuel Fernández Caballero; de “Carmen”, “Prelude Aragonaise”, de George Bizet; de “La Gran Vía”: “Tango de la Menegilda” de Federico Chueca y Joaquín Valverde y de “Carceleras”: “Al pensar en el dueño” de Ruperto Chapí.
La larga ovación tributada por los casi tres mil espectadores logró tres bises entregados por Virginia Tola con indisimulable emoción. Así se escucharon las magníficas versiones de “Contigo a la distancia” y “Muñequita linda” para cerrar la noche con “El día que me quieras”. Todo para mostrar su virtuosismo vocal y para que su penetrante voz retumbara en cada espacio de la Plaza 25 de Mayo.
Instintos dramáticos
Aquí cabe destacar que, teniendo en cuenta que es una joven intérprete y aún le queda un largo camino por recorrer, Tola ha interpretado una enorme cantidad de personajes operísticos encarnados en los escenarios más prestigiosos del mundo. Ha protagonizado papeles diferentes para construir una amplitud de repertorio reflejado después en el gusto de sus seguidores. También canta canciones populares españolas de diversos autores e incluye en su repertorio también a autores argentinos, como Carlos Guastavino, por citar sólo un ejemplo.
Su voz es notable por su pureza, control y potencia; también deben resaltarse sus instintos dramáticos y por su destreza interpretativa y, esencialmente, por su excelente técnica, matización vocal y sus exquisitos pianissimos. Aunque sería injusto no reconocer su gran presencia escénica y su refinada sensibilidad como intérprete. Es esencia del arte de Tola, y una de sus grandes aportaciones a la gran tradición de la ópera, interpretar dentro de la línea de canto, sin histrionismos ajenos a la partitura y que normalmente son recursos para ocultar deficiencias técnicas en cantantes menos virtuosas.
La voz de esta soprano está en el punto exacto de la perfección, ella posee la técnica depurada, el timbre bello y el espíritu capaz de conmover, cuando encarna cada uno de los roles y los estilos que felizmente interpreta. Lo que realmente distingue a los pocos grandes cantantes de los simplemente buenos es la calidad y la belleza de la voz, y, en particular, su estupendo registro. El de Tola es extraordinario. Es capaz de producir sonidos increíbles y hacerlos llegar tal cual hasta el oído de los espectadores, como muy pocas en la actualidad. Cada vez que comienza a cantar una obra, el personaje inicia su itinerario de vida.
Fuente El Litoral