Técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, especialistas españoles y las universidades nacionales del Litoral, Mar del Plata, Río Cuarto y Córdoba desarrollaron una herramienta única en el mundo que permite identificar y analizar los genes del girasol, que mejorará la productividad.
Se trata de un diseño exclusivo “pionero en el mundo” que permitirá identificar los genes que se expresan en un determinado momento del cultivo y ante circunstancias de estrés y patógenos puntuales.
Paula Fernández, investigadora del Instituto de Biotecnología, del INTA Castelar, destacó el logro: “Esta herramienta es una fuente de información valiosa para numerosos proyectos de investigación, en especial aquellos destinados al mejoramiento genético del cultivo, en caracteres tales como mayor rendimiento, adaptación a nuevos medios y la mejora de la resistencia ante adversidades, tanto bióticas como abióticas”.
El chip, diseñado por INTA en colaboración con el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia –España– es la primera herramienta genómica desarrollada para el girasol en el mundo. “Porque, si bien existen dispositivos similares en otros cultivos, no había –hasta el momento– información genómica del girasol cultivado”, explicó la técnica.
El grado de avance de los conocimientos públicos sobre el genoma de girasol es muy limitado, sobre todo cuando se lo compara con otros cultivos como el arroz, el maíz, la soja, el tomate, el trigo y la papa. Por este motivo, la investigadora consideró que este aporte al mundo científico es “incalculable y sumamente importante”.
En esta línea, destacó el esfuerzo de quienes participaron del proyecto: “Este logro es resultado de trabajo interdisciplinario que contempló una tarea ardua en diversas áreas: bioinformática, genómica y biología molecular”.
¿Cómo funciona?
Su formato es similar al chip que conocemos cotidianamente, “como el de los celulares”, graficó Fernández.
Se coloca una microgota de una cadena del ADN (sonda) de 60 pares de bases que hibridará con uno de los 40 mil genes del girasol –previamente cargados en el dispositivo– y después de algunas horas, se detectará una señal de fluorescencia captada por un escáner, que dará una idea del nivel de expresión de ese gen en una determinada condición.
Según sean las intensidades del color (fluorescencia) detectadas por el escáner, se interpretará si un gen está activado o no para la condición que fue “interrogado”.
“Es decir, –aclaró Fernández– se puede interpretar la reacción del cultivo ante diversos estreses y analizar qué mecanismos y genes se expresan y actúan en consecuencia”.
Fuente INTA Informa