Con la implementación de técnicas de bajo costo agricultores familiares de Jujuy aumentan casi en un 100 por ciento la producción de frutilla.
“Nuestro objetivo inicial fue mejorar la calidad de vida de los productores: antes pasaban la mitad de su tiempo agachados, trabajando la tierra con sus manos”. Así comenzó la experiencia que, con técnicas del INTA Famaillá –Tucumán– y Perico –Jujuy–, llevó a duplicar la producción de agricultores familiares del NOA, explicó Daniel Kirschbaum, coordinador del proyecto nacional frutilla.
En Perico –Jujuy– 160 familias de productores trabajan en pequeñas escalas que suman 90 hectáreas. Antes de la mirada técnica del INTA, su producción no superaba los 12 mil kilogramos de frutilla por has.
Kirschbaum explicó que los rendimientos se multiplicaron con la implementación de técnicas de bajo costo: sistema de riego por goteo –que reemplazó el riego por inundación– y cobertura plástica para evitar el desarrollo de malezas y que la fruta esté en contacto con la tierra. “Sectorizar el riego evita el desarrollo de malezas y permite que llegue más agua a la planta”.
Lejos quedó ya para estas familias la utilización del 50 por ciento de su tiempo en el desmalezado manual con azada –práctica desterrada de las principales zonas frutilleras del país en los años 80–, que lejos de serles productivo sólo le dejaba rendimientos de un 60 a 70% más bajos que el promedio argentino.
“Con las actuales tecnologías –dijo el técnico–, y con un acompañamiento institucional, los productores frutilleros de Perico superan fácilmente hoy los 20 mil kilogramos por hectárea, y están más cerca de la media nacional que es de 35 mil”.
En detalle, la implementación de estas dos tecnologías sencillas generó un plus de 7.000 kg, y fruta de buena calidad. En este sentido, el rol del INTA es trascendental, en cuanto a transferencia de tecnología como estrategia para reducir las brechas productivas. La clave está en la capacitación a los agricultores en técnicas de aplicación de fertilizantes vía goteo.
Estos adelantos son, para la región de Perico, herramientas para el desarrollo local que les permite insertarse en el sistema económico. “Apuntamos a ser autosustentables y que la actividad nos sea rentable para abastecer a poblaciones cercanas”, coinciden los agricultores familiares agrupados en el programa Cambio Rural, quienes además cuentan con apoyo económico de la Subsecretaria de Agricultura Familiar (SSAF) y el Gobierno de Jujuy.
Así, actualmente la frutilla del goteo, que comenzó en lotes demostrativos de producción integrada de frutilla, es ya casi una marca registrada, que además llena de gusto a los productores y a los consumidores jujeños y salteños.
Fuente INTA Informa