El subsecretario de Relaciones Laborales, Álvaro Ruiz, aseguró que el ex Renatre (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores) terminó siendo un club de unos pocos que no cumplió su función. El funcionario celebró la puesta en funciones del Renatea, dependiente del Ministerio de Trabajo.
El subsecretario aseguró, esta mañana en declaraciones radiales, que el Renatre, que estaba conformado pricipalmente por los representantes de la Mesa de Enlace y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) “tenía cometidos fundamentales”.
“El Renatre terminó siendo un club de unos pocos que no cumplió su misión. Las misiones que tenía, y que conserva el Renatea (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios) que es su continuador jurídico, son por un lado el registro de trabajadores y empleadores, y con esto además la certificación de servicios para la seguridad social, para acceder a la jubilación de un trabajador rural; la distribución y pago de prestaciones por desempleo y el control y fiscalización de las normas laborales en el ámbito de registro laboral”, puntualizó.
En este sentido, el funcionario indicó que “cada una de estas son competencias propias del Estado, que en todo el restante sector privado de la economía argentina es responsabilidad del de distintos organismos”.
Ayer, el delegado normalizador en el Renatea, Marcelo Maffé, designado por el Ministerio de Trabajo, comenzó a ejercer sus funciones, luego del fallo judicial de la Cámara de la Seguridad Social, de feria, (del miércoles 18 de enero) que dejó sin efecto la medida cautelar presentada por el ex Registro Nacional del Trabajador Rural (Renatre) contra el Estado Nacional.
El Renatre quedó disuelto por la nueva ley del peón rural, Nro. 26727, que lo reemplazó por el Renatea que funcionará en jurisdicción del Ministerio de Trabajo. «El organismo va a tener un director y subdirector y va a haber un consejo consultivo que va a estar integrado por representantes de los trabajadores, de los empleadores, del Ministerio de Agricultura, del Ministerio de Ciencia y organizaciones sociales vinculadas al agro”, dijo el funcionario.
Ruiz dijo que ayer “no hubo inconvenientes” en la entrada a la sede del organismo, como había sucedido el 6 de enero último, cuando se impidió el ingreso de Maffé. . “Preventivamente la Gendarmería acompañó el procedimiento, porque teníamos la experiencia anterior donde había habido 30 o 40 personas, muchos de ellos identificados como barrabravas de algunos clubes, que no tenían nada que ver con los empleados del Renatre”.
Entre las faltas del ahora ex Renatre, el funcionario precisó que “en estos 10 años el promedio de prestaciones de desempleo que ha dado no supera los 5000 anuales, sobre una población rural que se estima en más de un millón de personas, con una informalidad altísima que duplica la informalidad del resto de la economía”.
También, aseguró que una de las tareas era la de determinar estadísticamente entre trabajadores permanentes y no permanentes y la realización de un censo rural, nunca realizado.
“Las estimaciones más o menos coincidentes, de distintos observadores del trabajo rural, son de entre 1 millón y 1,3 millones de personas comprendidas en este ámbito. Trabajadores registrados activos hay 352.000, de acuerdo a la (Administración Federal de Ingresos Públicos) AFIP”, dijo Ruiz, que aseguró que la implementación de 850.000 libretas de trabajo no son un certificado de formalización laboral.
En cuanto a los trabajadores registrados, el subsecretario planteó el problema de la falta de inspecciones laborales. “Una de las cuestiones principales que había que combatir no era solamente el trabajo no registrado que es altísimo, con un promedio nacional es del 62,5 por ciento, sino que muchas de las prestadoras de servicios rurales los registran y luego los someten a trata de personas o a la reducción a servidumbre”.
Ruiz dijo que en algunos casos se les daba a los empleados carne agusanada y les cobraban 25 pesos el paquete de cigarrillos. “La primera responsabilidad es de las empresas que se sirven de esos servicios, incluso las multinacionales que dejan que esto suceda. El Estado, en cualquiera de sus niveles, tiene responsabilidad y los actores sociales, las cámaras patronales y los sindicatos rurales, también la tienen”, dijo.
«No hay un tema de colores políticos o partidarios»
En cuanto a la disolución del Renatre y la creación del Renatea, el funcionario dijo que no tiene que ver con diferencias partidarias con el secretario general de la Uatre, Gerónimo “Momo” Venegas. “No hay un tema de colores políticos o partidarios. Cada uno puede adscribir a la facción de partido que desee. No hay un problema de oposición personal a tal o cual dirigente”.
“La elaboración de la ley de trabajo rural, en la que tuve participación, demoró más de un año y medio, con consultas a los sectores, con el análisis de todos los antecedentes que existían y de los ante proyectos que existían, incluso el del propio sindicato rural Uatre”, precisó.