El titular del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Carlos Casamiquela, explicó que -si se hace una comparación con los números de los últimos cinco años- la emergencia hídrica afectará a las cosechas entre un 12 y 14 por ciento. Además, se refirió a los seguros para el campo.
Al ser entrevistado en radio Continental, Casamiquela confirmó: “Estamos trabajando en la evaluación de cómo han evolucionado los cultivos después de las lluvias que comenzaron el 9 de enero y que han seguido con una frecuencia y volumen de agua más que interesante”.
Subrayó que, al respecto, “hoy existe una recuperación manifiesta de muchos cultivos en grandes zonas del país, en gran parte de la región pampeana ha llovido bastante y los campos se han recuperado, al igual que los cultivos”.
“La cosecha de trigo en la Argentina terminó, prácticamente, sin afectación de la sequía; al igual que la cosecha de cebada”, aclaró el funcionario, quien señaló que “son dos cultivos que finalizaron la cosecha sin impacto de la sequía”.
Por otra parte, apuntó que “el girasol viene con algunos lugares desparejos pero, en general, tiene buenos rendimientos y vamos a terminar con más o menos lo que estaba estimado”.
“Hay muy buenos girasoles en el sur de Buenos Aires, donde las lluvias han caído de mayor manera”, puso como ejemplo.
De todas formas, Casamiquela admitió que “la soja ha sufrido un poco, en los cultivos más tempranos. Y se ha recuperado por franjas: hay algunos lugares que han quedado un poco más afectados y otros se han recuperado, claramente”.
Con todo, el titular del INTA clarificó: “Nuestra valoración es que en el volumen total el impacto será menor de lo que se estima”.
“Por eso las bolsas de cereales están saliendo a decir la recuperación que hubo porque hubo más superficie sembrada, con lo cual hay una pequeña disminución en el volumen del producto final pero hay una mayor superficie sembrada. Desde el punto de vista global, el impacto va a ser poco”, arguyó el funcionario.
Luego de realizar los cuadros comparativos, Casamiquela subrayó que “el cultivo que se ha visto más perjudicado fue el maíz, y no todos: sino los que se sembraron temprano”.
Precisó que “la gente utilizó una lógica que es un proceso de toma de decisiones: cuando el productor tenía que sembrar el maíz estaba lloviendo mucho, a pesar de que había alertas de que iban a disminuir después por esto de La Niña, y se sembró”.
“Esos maíces tempranos son los que más han tenido pérdidas, algunos no se han recuperado a pesar de la lluvia. Pero el impacto va a ser, calculo, a fin de cosecha de un 15% de cosecha”, dijo el titular del Instituto.
Por ello, informó que “la estimación nuestra es que probablemente lleguemos a obtener unas 20 millones de toneladas”.
Señaló que números de pérdidas a veces no dan igual entre diferentes sectores porque se hace la medición con distintos criterios. “Si lo hacemos con el año pasado, que fue un muy buen año, las pérdidas aparecen como mayores; si las comparamos con la sequía de 2008 aparecen como muy menores”.
“La situación técnica, el análisis de INTA, es compararlo con los últimos cinco años y, en ese caso, estamos con una pérdida estimada que no va más allá del 12-14%”, vaticinó Casamiquela, quien expresó: “Son dos millones de toneladas respecto de la media de los últimos cinco años”.
Consultado respecto de cómo impactará esto por hectárea (tal como lo hicieran algunos sectores del campo), aclaró: “Nosotros no tenemos la valoración por hectárea porque es muy dispar el impacto. Hay maíces que se sembraron tardíamente y están espectacular, con un alto nivel de rendimiento. Es un poco complicado”.
Finalmente, el funcionario se refirió a las tareas que se vienen desarrollado como parte de su gestión y adelantó cuáles serán las próximas. “El INTA asesoró, por pedido del ministro (Norberto Yauhar). Hicimos un informe que se lo presentó a todos los integrantes de la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria. Hemos dedicado nuestro tiempo a trabajar”.
“En este momento he salido de una reunión que estamos manteniendo con nuestros pares del INIA, del Uruguay, porque estamos acordando la formalidad de un proyecto de investigación conjunta para solucionar problemas comunes”, dijo.
“Nosotros vamos a seguir trabajando, vamos a seguir produciendo información, lo que pasa es que había un mensaje de que ésta iba a ser la sequía de los últimos cien años y nosotros lo estábamos visualizando que de ninguna manera era comparable”.

Seguros, a la mesa de negociación

Carlos Casamiquela señaló por otra parte que “hay baja cobertura de las empresas de seguro” respecto de la cobertura frente a desastres climatológicos, como lo es la sequía.
Pero alertó que es necesario sumar ese debate a las mesas de diálogo para solucionar las fallas. “Comparto totalmente la visión de la Presidenta. Es una visión con un grado de abstracción en función de una situación empresaria: yo tengo un negocio y tengo que tener una cuota de seguro”.
“Lo que hay que hacer es que la visión empresaria del sector agropecuario tenga un marco de negociación con las empresas de seguro para poder desarrollar un método que satisfaga y dé cobertura a los riesgos”.
“Hay muchos lugares del país que tienen seguro y no es el grueso de las compañías las que ofrecen cobertura para este sector. Pero es un tema que debe ser puesto en la mesa de discusión”, consideró el funcionario. 0

Fuente Sala de Prensa – Presidencia de la Nación