Con un gol del uruguayo a cuatro minutos del final, el Sabalero derrotó 1 a 0 a Lanús. De esta forma, el equipo de Sensini acumula cuatro partidos sin derrotas.
El partido fue equilibrado y con llegadas de los dos lados, pero un gran movimiento y mejor definición del experimentado atacante, le permitió a los de Sensini quedarse con los tres puntos y estirar a cuatro la racha de partidos consecutivos sin derrotas (dos empates de visitante y dos victorias en casa).
El primer tiempo mostró acción de riesgo desde temprano, ya que a los 15 segundos Higuaín exigió a Marchesín tras una buena jugada de Mugni.
A los 12 minutos Lanús metió una buen contragolpe y Pereyra remató pero la pelota rebotó y salió al corner, en la primera acción peligrosa contra el arco de Pozo.
Luego de un buen comienzo del local, de a poco el Granate también comenzó a manejar la pelota y lo hacía mejor que el Sabalero, que no tenía profundidad, mientras que los de Schurrer contaron con más aproximaciones de riesgo.
A los 23’ Velázquez sacó un buen remate desde larga distancia, situación que representó mucho riesgo para Colón porque segundos antes el arquero Diego Pozo había pedido el cambio por una lesión en la mano izquierda. El guardametas sacó el tiro de Velázquez con el pecho, y tras esa acción fue reemplazado por Marcos Díaz, quien mantendría el cero en la valla el resto del encuentro.
Dos minutos después Huguaín y Chevantón armaron una buena jugada y un defensor le sacó la pelota al “Pipita” luego que este eliminara al arquero y cuando se aprestaba a rematar al gol.
Pasada la media hora, primero Chevantón y luego Alcoba, de cabeza, estuvieron cerca de abrir el marcador, lo que le daba al dueño de casa un mejor cierre de la etapa.
En el segundo tiempo comenzó mejor Colón, que tuvo en el inicio un par de buenas llegadas sobre el arco de Marchesín, pero le faltó el toque del final.
De a poco y con las modificaciones realizadas por el entrenador, el Granate comenzó a recuperar terreno y las acciones volvieron a emparejarse, haciéndose un partido de ida y vuelta, abierto, que cualquiera podía abrir.
Sensini también metió mano en el banco e hizo un par de cambios que le quitaron profundidad al equipo pero que le permitieron dar más batalla en el medio, donde el equipo del sur de Buenos Aires comenzaba a imponerse.
Sin embargo, a pesar de ese trajín de arco a arco, parecía que todo iba a terminar igualado cuando a los 41 minutos el rojinegro sacaría la ventaja decisiva: tras una buena jugada entre Mugni y Prediger por la izquierda del ataque, la pelota le llegó a Chevantón que, dentro del área y con una formidable maniobra se sacó dos marcadores de encima y definió notablemente con un tiro cruzado, ingresando la pelota pegada al palo.
Luego no hubo tiempo para mucho más. Dentro de un trámite muy equilibrado y en el que los dos equipos estuvieron muy lejos de brillar, el rojinegro se quedó con la victoria al acertar una de las situaciones generadas, desatando el festejo y una despedida al equipo que, en el último mes, más por actitud que por fútbol, fue cambiando insultos por aplausos.

Fuente El Litoral