Rosana Chiaro, de 36 años, hermana de la mujer desaparecida, logró ayer que la Justicia le otorgue la tutela de la bebé de dos años. Retiró ayer a la nena y luego regresó a la localidad de Esperanza, en Santa Fe.
Ayer se puso fin a uno de los capítulos de la historia de la desaparición de Marcela Chiaro, cuyo paradero se desconoce desde el 13 de febrero pasado. Finalmente, la Justicia dispuso que la hija de la mujer sea entregada a su tía materna, Rosana Chiaro, quien además es madrina de la nena de dos años. Desde que el padre de la menor, Luis Corral, quedó detenido como uno de los sospechosos, la niña estuvo a cargo de su abuela paterna, Zulema Torres. Sin embargo, ante la insistencia de Rosana y de su abogado, Juan Colombres Garmendia, la Justicia resolvió, más de dos meses después, concederle la tutela legal de su sobrina. La resolución se conoció ayer y lleva la firma de la jueza de Familia de la VI° Nominación Claudia Inés López.

Lazos de familia

Entre los fundamentos de la magistrada, figura que «por la edad de Rosana -tiene 36 años- es la persona más adecuada para encargarse de una niña pequeña, lo que puede representar una carga para la señora Torres, que tiene actualmente 67 años».
Otro de los argumentos de López es que la tía materna de la nena reside en una propiedad perteneciente a la familia, donde además viven los abuelos de la menor. «Ante la inconveniencia de devolver a la niña al domicilio originario, en Inca Garcilaso 311, sin la presencia de su madre y con su padre privado de la libertad, lo más parecido a su centro de vida que puede visualizarse es el domicilio en donde reside su tía Rosana Chiaro y sus abuelos maternos, en donde transcurrió y con quienes compartió casi la mitad de su corta vida», consideró la jueza. De esta manera, la magistrada autorizó a Rosana a trasladar a la pequeña a la localidad santafesina de Esperanza, donde vive la familia Chiaro. Ayer, a las 8.20, Rosana se reencontró con su sobrina en brazos. «Ahora mi sobrina va a dejar de dar vueltas de un lado para otro y de ir a visitar a su padre a la cárcel, que eso no es bueno para ningún chico», afirmó antes de regresar a Santa Fe.

Fuente: La Gaceta de Tucumán