Rosana Chiaro dijo esta mañana a El Colono del Oeste, al regreso de Tucumán que «el lunes fueron llevados a los laboratorios de Buenos Aires, los ADN, con la presencia de los abogados del señor Luis Corral», el marido de Marcela Chiaro, que está detenido en Tucumán, junto con su amante y otras personas, sindicado como el responsable de la muerte de la esperancina Marcela Chiaro.
Rosana contó que pudo reconocer el vestido, que le regaló para las fiestas de fin de año, comprado en Esperanza, el cual tenía extrañamente, cortes en un solo lado.
También reconocieron junto con su hermana, Jaquelina, por fotografías, distintas partes del cuerpo encontrado en un cañaveral de Tucumán, cercano a la ciudad capital.
Igualmente el pelo, ésto de manera directa y ya sin fotografías.
«Todos los elementos estaban en mal estado, no se sabe si producto del lugar o si fueron descompuestos con algún material» explicó Rosana a este medio. Todo ello se dilucidará en los estudios criminalísticos que se llevan a cabo.
Cabe señalar que el cuerpo habría sido descuartizado, antes de ser arrojado en esa zona, lo que indicaría que hubo un plan ferozmente macabro, para asesinar a la ingeniera de nuestra ciudad y hacer desaparecer su cuerpo.
Por lo que se sabe y se estima, los tiempos procesales serían importantes. No menos de quince días para conocer los resultados de los ADN y otros estudios en Buenos Aires.
Luego el cuerpo de la ingeniera agrónoma Marcela Chiaro, serían cremados y trasladados a Esperanza, para descansar finalmente en el cementerio municipal.
Hay que citar el cariño que despierta la familia Chiaro en la sociedad esperancina. En las redes sociales, como Facebook, se ha creado una cadena para darles «fuerza» espiritual, donde se unen numerosas personas que hacen causa común con esta querida familia.
Luego vendrá el juicio oral y otro transe duro emocionalmente para ellos dado que los enfrentará cara a cara a los padres y las dos hermanas de Marcela Chiaro, con los sindicados como asesinos de su hija y hermana.
Cabe recordar que la pequeña hija de Marcela Chiaro, luego de una lucha judicial de los Chiaro, crece en Esperanza con sus abuelos y tías.
Marcela Chiaro «desapareció» el 23 de febrero de su hogar en Tucumán donde residían desde hace 5 años, pero su esposo tardó una semana en hacer la denuncia. Los investigadores inmediatamente sospecharon de él. Hubo marchas populares hasta que estudios determinaron que había sangre en la casa de la amante de Corral, en su veterinaria y en la camioneta del mismo. En la computadora de su casa la policía descubrió que Corral- médico veterinario también recibido en Esperanza y oriundo de la provincia de Buenos Aires- hizo investigaciones acerca del efecto de ciertos químicos sobre cuerpos humanos.
Finalmente el hallazgo casual del cuerpo en partes, cierra la causa, que lo compromete aún más.
Fuente El Colono del Oeste