Hoy, como cada 9 de Julio, los argentinos recordamos que hace 196 años nuestro país comenzaba su historia como Nación independiente y soberana. A menudo, cuando nos referimos a los acontecimientos históricos, éstos suelen parecernos lejanos y distantes. Sin embargo, al recordar las circunstancias que rodearon los sucesos de 1816, tal vez podamos encontrar puntos en común con nuestra realidad actual.
Recordemos que en 1816, nuestro país no pasaba por un buen momento ni en lo económico, ni en lo político, y existía la amenaza permanente de una mayor penetración de tropas españolas que luchaban por mantener su poder. También existían conflictos internos porque no se llegaba a un consenso respecto al sistema político que se debería implementar; sin embargo, pese a los numerosos desacuerdos y a todos los inconvenientes, los congresistas reunidos en Tucumán optaron por declarar solemnemente la independencia respecto de España.
Este consenso unánime respecto a la declaración de la independencia nos debe hacer reflexionar sobre la valentía que tuvieron los protagonistas de nuestra historia para hacer frente a sus diferencias personales y a las dificultades que se les presentaban. Claro que aquella Declaración de Independencia que nos separó -desde el punto de vista soberano- de las metrópolis europeas de entonces, no significó en la realidad que las Provincias Unidas del Río de la Plata se unieran automáticamente, para formar un Estado Nacional como lo conocemos en la actualidad.
Si bien sucesivos proyectos de país comenzaron a surgir luego de aquel Congreso de Tucumán de 1816, como la monarquía constitucional, una monarquía con representantes de la casa de Borbón, monarquías con representante Inca, y las propuestas de Moreno, Fragueiro, Alberdi, Sarmiento y otros, ningún proyecto político de Nación se concretó antes de 1880.
El resto es la historia más o menos conocida de la República Argentina hasta años recientes y es la historia de una nación soberana de sus territorios desde 1816, pero periférica y profundamente dependiente de un orden internacional establecido por los denominados países centrales, industriales y desarrollados, que con sus modelos de reproducción económica, financiera, política, tecnológica, cultural e ideológica dominaron el mundo -y aún lo hacen con otras maneras menos sutiles- para sostener el estándar de vida y alimentar el crecimiento y los intereses de sus propias economías y sociedades.
Este orden mundial injusto y asimétrico que les menciono, requirió para su implementación -porque esto también hay que decirlo- de la necesaria complicidad de ciertos sectores de nuestra propia sociedad, que históricamente antepuso sus propios intereses y privilegios a los de la Patria misma.
Decía que esta es la historia de un país con una independencia inconclusa, hasta años recientes, en que la República Argentina que somos todos, comenzamos finalmente a desandar esos caminos de tantos años con desencuentros y dependencia, consolidando en la actualidad -con mucho esfuerzo cotidiano- la democracia en paz con inclusión y crecimiento a partir de la revalorización de la política -como herramienta de cambio y transformación fundamental de las sociedades modernas- y que se expresa en la profundización del proyecto político de Nación que encabeza actualmente la presidente de todos los argentinos, con el aval y el acompañamiento de amplias mayorías populares.
Proyecto político que aspira a concretar “Unidos y Organizados” las inconclusas y truncas luchas del pasado por la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, para lograr finalmente los objetivos permanentes que todos deseamos: la Felicidad del Pueblo y la Grandeza de la Nación. En tales aspectos se avanzó mucho en los últimos años, pero en términos culturales y de autoestima social, aún estamos lejos de haber alcanzado la madurez necesaria para que todos los habitantes de nuestro país puedan vivir con dignidad y alcanzar el modelo de nación que muchos anhelamos.
Como siempre, es una tentación y más fácil responsabilizar a los otros de nuestro destino; por eso les propongo, aunque sea solo por un momento, que pensemos en cada uno como ciudadanos responsables y protagonistas del presente y futuro del país. Porque en definitiva, la historia no la hacen solamente los próceres sino también las personas comunes, como cada uno de nosotros. En ese sentido, siempre estamos a tiempo de revisar nuestras actitudes cotidianas y ser verdaderamente libres y dignos, emulando la valentía de aquellos que decidieron cortar lazos con España para ser responsables de una historia independiente y de asumir verdaderamente nuestro propio destino y construir un país solidario, más honesto, más responsable y justo.
Porque la Patria es algo más que un concepto abstracto, es algo que creamos día a día entre todos, simplemente extendiendo las manos para modificar la realidad que nos circunda en nuestras propias comunidades.
Por eso, el año pasado, en circunstancias de esta misma fecha patria, “con la firme convicción de que esos valores son la mejor herencia que tenemos todos los argentinos y los esperancinos en particular, porque nos indican el modo y el camino a seguir” aprovechaba la oportunidad para invitar, “poniendo al pueblo de Esperanza como testigo, a los miembros del Cabildo Abierto y a todo el arco político de la ciudad a suscribir un compromiso de responsabilidad ciudadana que se denomina «Pacto de los 150 años», postulado como una agenda de temas pendientes fundamentales para el desarrollo de la ciudad a los que nos comprometeremos a darles las soluciones políticas e institucionales que correspondan en el plazo de un año”.
Aquel «Pacto de los 150 años», firmado por innumerables funcionarios, dirigentes, representantes de instituciones de la ciudad y vecinos, es un acuerdo que establece un amplio y nuevo contrato social respecto de determinados objetivos a cumplir como políticas de Estado para que se concreten antes de este 9 de Julio de 2012, a la vez que expresa el implícito reclamo para establecer nuevas prácticas políticas superadoras de los estériles y públicos desencuentros de los últimos años, en nuestra comunidad.
Por ello, en esta fecha tan especial y honrando ese compromiso ciudadano, quiero compartir algunos logros importantes que dan satisfacción a los diversos objetivos planteados en el PACTO DE LOS 150 AÑOS, como un anticipo de un informe completo que se entregará al Cabildo Abierto de la Ciudad de Esperanza, para su conocimiento y publicidad en los próximos días, ya que desde el año 2010, se trabaja en forma conjunta con este Ente Consultivo, en la explicación, fundamentación y en las correcciones que sean necesarias, para arribar a los mejores proyectos que contengan las necesidades básicas que la sociedad esperancina representada por su intendente y los sectores institucionalizados de la ciudad pretenden.
Así, se sancionó recientemente -a instancias del Departamento Ejecutivo Municipal- la Ordenanza de creación del Instituto Municipal de Hábitat, organismo autárquico que pretende constituirse en una herramienta moderna, ágil, y participativa, que brinde respuestas a las necesidades habitacionales de la ciudad, constituyéndose así en el Organismo responsable de ejecutar los lineamientos de la política habitacional, a través de la tramitación y ejecución de programas específicos de vivienda destinados a familias con recursos insuficientes que viven en Esperanza.
También, la semana pasada, el Departamento Ejecutivo en pleno acompañó la presentación y explicación pública en el Concejo Municipal del Plan de Accesibilidad Vial Urbano 2012 para su debido tratamiento. En síntesis, esta importante propuesta de obra pública se desarrollará en 321 cuadras, materializadas en hormigón, y cordón cuneta y ripio, con el desarrollo de las necesarias obras de infraestructura diseñadas a través de las cuencas hídricas, con los respectivos plazos y costos que enmarcan y garantizan la viabilidad y sustentabilidad del proyecto presentado.
Tengo la satisfacción de comunicarles que con mucho esfuerzo y la colaboración de las áreas técnicas del municipio, junto a la paciencia y tolerancia de los propios vecinos frentistas, el Estado municipal normalizó y concluyó con recursos propios las obras de cloacas de planes preexistentes; saldando una deuda pendiente con la calidad de vida y a la buena fe de los vecinos involucrados.
Pero Esperanza Avanza. En estos días se cumplimentan detalles administrativos para el próximo inicio de las nuevas obras de cloacas en diferentes barrios de la ciudad que darán una respuesta de excelencia a la preservación de la salud y a la mejora de la calidad de vida de casi mil cien familias esperancinas que aún carecen de ese vital servicio sanitario.
Asimismo, concretamos en tiempo record los casi cuatrocientos metros del ensanche y entubamiento del desagüe pluvial sobre calle San Martín al sur, con todas sus obras complementarias de interconexión y alcantarillado brindando así una efectiva solución al histórico problema de anegamiento hídrico en ese populoso sector de la ciudad.
Por eso, quiero aprovechar y agradecer a los vecinos del lugar, la tolerancia demostrada ante las vicisitudes y las molestias que la magnitud de esta obra, que no tiene costo para el frentista, les ocasionara. Y de manera especial, al personal del Área Hídrica de la Municipalidad por el compromiso y profesionalidad demostrados en esta tarea que, reitero, se concluyó en tiempos menores a los previstos, abaratando costos, esfuerzos y molestias; demostrando la eficiencia operativa del Estado local en una obra que debió financiarse -además- con fondos propios de Rentas Generales hasta que la provincia -inmersa en los problemas de público conocimiento- transfiera en el futuro lo adeudado en concepto al Fondo de Obras Menores 2010.
Como todos Uds. saben son innumerables las tareas de limpieza, mantenimiento y adecuación del sistema de drenaje pluvial de la ciudad que se lleva a cabo de manera sistémica, disminuyendo el riesgo hídrico a valores razonables que permiten que los esperancinos no padezcan -por imprevisión o negligencia- las tragedias del pasado.
Asimismo, el Distrito Esperanza contiene un extenso territorio más allá del ejido urbano, por ello ha sido de suma preocupación del Departamento Ejecutivo Municipal la concreción de medidas tendientes a mejorar la transitabilidad de los caminos en el ámbito rural priorizando el acceso a las escuelas rurales, las vías más transitadas por la salida de producción y las que son paralelas a los tendidos de cables conductores de energía eléctrica, incluyendo la realización de un proyecto técnico responsable que articule el ordenamiento territorial urbano con el rural.
Y les puedo decir, que además de estar abocados a la elaboración del Plan Director de Caminos Rurales, se gestionaron y consiguieron los fondos necesarios del Gobierno Nacional para dotar al municipio de moderno equipamiento, el que es utilizado en las intervenciones de estos caminos. Dicho equipamiento consiste en un tractor, una niveladora y una rastra de tiro que se incorporaron -a la vez- al moderno parque de maquinarias con que cuenta la Municipalidad de Esperanza, en el mayor proceso de renovación e inversión en equipamiento de toda la historia de la ciudad.
Dicho en números: en 54 meses de gobierno y a pesar de las diferentes circunstancias económicas y financieras conocidas, hemos invertido y comprado para el Estado municipal como patrimonio de todos los esperancinos, más de 60 unidades de diferente tipo afectadas de manera directa a optimizar y mejorar los servicios públicos que nuestros vecinos merecen.
No quiero cansarlos con estas cuestiones, pero quería honrar y rendir cuentas públicas al PACTO DE LOS 150 AÑOS que de manera comprometida y generosa firmaron innumerables vecinos el año pasado. También, quiero exhortarlos y comprometerlos para que en breve firmemos un acuerdo similar con nuevos objetivos de políticas de Estado.
Finalmente, quiero agradecer a todos los ciudadanos que hacen Patria todos los días merced a su trabajo diario y a quienes dignifican ese esfuerzo personal dedicando parte de su tiempo -solidaria y generosamente- involucrándose con los problemas de nuestra comunidad.
Gracias a quienes colaboran en el Cabildo Abierto de la Ciudad de Esperanza y a sus instituciones protagonistas, por su valioso tiempo y comprometida participación. Gracias a todos quienes confiaron y con soñadora persistencia trabajaron en silencio durante años, y a quienes finalmente invirtieron para que Esperanza tenga hoy, su primer Área Industrial.
Gracias, también, a los integrantes del Concejo Municipal de la ciudad toda vez que dan celeridad y tratamiento a los proyectos trascendentes de la comunidad, brindando las herramientas adecuadas para que la ciudad siga creciendo. Porque, además, es inexorable: Esperanza Avanza y lo seguirá haciendo, a pesar de los unos y los otros; y a pesar de los creen que se puede detener el Destino de los pueblos en el camino de su reivindicación y desarrollo.
Porque como decía antes, la Patria es algo más que un concepto abstracto, es algo que creamos día a día entre todos, simplemente extendiendo nuestras manos para modificar la realidad que nos circunda. Porque tal vez, como decía el poeta “la patria somos nadie” si nos pensamos en los términos de la vastedad inconmensurable del territorio nacional. Pero tengo el íntimo convencimiento que la Patria somos todos, si comenzamos a transformar -juntos y generosamente- las cosas que nos preocupan desde el interior de nosotros mismos y de nuestra propia comunidad.
Por eso, hoy 9 de Julio, Día de la Independencia, los convoco a todos nuevamente, a seguir haciendo Patria trabajando solidariamente en la construcción de la ciudad que nos merecemos.
¡Feliz Día de la Independencia para todos!!! ¡Viva la Patria!!!
Fuente Prensa ME