El precio de la soja cerró a 605,80 dólares la tonelada en el Mercado de Chicago, con un retroceso de 0,98 por ciento respecto de ayer, cuando alcanzó una nueva marca histórica de 611,78 dólares la tonelada.
El retroceso de hoy se debió, según los especialistas, a una toma de ganancias de parte de los inversores tras el fuerte salto registrado por la oleaginosa que en lo que va del año acumula una mejora del 30 por ciento.
En este marco, los analistas y consultoras coinciden en que la sensible suba experimentada por la soja, que es el principal cultivo del país, elevará fuertemente los ingresos de la cadena productiva y comercial, y mejorará las cuentas públicas de la Nación y las provincias mediante el cobro de retenciones a las exportaciones.
Durante la jornada, la soja con entrega inmediata registró una baja de 6 dólares en el mercado de referencia, al negociarse a 605,80 dólares la tonelada.
Al margen de la habitual volatilidad del mercado, motivada en parte por factores especulativos, los expertos destacan que los valores récord alcanzados durante la víspera en Chicago -con un máximo intradiario de 617,10 dólares- podrían retornar en las próximas jornadas.
La expectativa del sector se concentra en el informe que difundirá mañana el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés).
Por lo pronto, la consultora local Granar anticipó que “se esperan variaciones sobre los volúmenes de las cosechas y las existencias de la nueva campaña en EEUU, en parte por los cambios introducidos a fines de junio en las superficies sembradas, pero también por la sequía que afecta los cultivos de la cosecha gruesa”.
En el caso de la soja, el USDA había anticipado el mes pasado rendimientos de 29,5 quintales por hectárea, mientras hoy el promedio de proyecciones privadas se ubica en 28,4, por el efecto del stress hídrico (falta de humedad).
Las existencias finales de la campaña 2011/12, que el organismo estadounidense había calculado en su reporte de junio en 4,77 millones de toneladas, caerían así a 4,63 millones, según el promedio de estimaciones privadas contabilizadas por Granar.
Descartado un derrumbe abrupto de las cotizaciones, en la Argentina el beneficio pleno de los mejores precios recaerá sobre unos 18 a 22 millones de toneladas de soja.
Según el especialista Gustavo López, de Agritrend, queda aún mercadería entregada sin precio fijo por unas 6 millones de toneladas de la actual cosecha (que rondaría los 40 millones de dólares), a lo cual deben añadirse otros 12 millones de toneladas aún sin vender.
Juan Manuel Garzón, economista jefe del Instituto de Estudios sobre la realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea, cree que el volumen no vendido (o sin precio fijo) es aún mayor, considerando lo no recolectado y las existencias en silos.
López contabiliza una suba de 50 dólares en la última semana, lo que implica un ingreso de divisas adicionales de 900 millones, que con retenciones promedio de 30% para todo el complejo sojero aportarán una recaudación extra de 300 millones de dólares.
El salto en el precio de la soja, en rigor, es de 170 dólares si se compara la cotización actual con el piso registrado en el año, el 18 de enero último, y de 88 dólares frente al nivel alcanzado hace un mes.
Los productores, de este modo, engrosarían sus ingresos sojeros en 2.000 millones de dólares, y el fisco recogería 1.000 millones más, en ambos casos cotejando los valores de seis meses atrás.
El saldo extra, considerando la suba de cotizaciones del último mes, supera los 1.100 millones de dólares para el agronegocio y se acerca a 475 millones para el Estado.
Garzón estima, por su parte, que el repunte de la soja sumaría a productores y exportadores unos 1.160 millones de dólares por encima de lo esperado a comienzos de junio, mientras el fisco captaría unos 600 millones extra.
En este sentido, Ernesto Mattos, del Cemop (Centro de Estudios Económicos y Monitoreo de las Políticas Públicas), dijo a Télam que la mayor recaudación de retenciones «aliviará las necesidades de las provincias y tendrá un efecto contracíclico, al permitir que se mantengan las partidas de gasto e inversión».
López, por último, cree que los altos precios de la soja “continuarán hasta septiembre-octubre”, es decir, hasta que la nueva cosecha estadounidense ingrese al mercado mundial.
Fuente Agencia Télam