Se perdieron 12 millones de cabezas en una década y no se cumplió la Cuota Hilton en los últimos 5 años. Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) calificó como “un fracaso” la política ganadera oficial promovida desde 2003, con intervencionismo e “inoperancia” en materia de comercio exterior, y reclamó “estabilidad y seguridad jurídica” para generar inversiones durante los próximos cinco años. Estos conceptos fueron formulados tras la presentación del Programa Ganadero de CRA, presentado por Martín Rapetti y Manuel García Olano, que reconocen el “gran potencial de crecimiento” que presenta la producción bovina.
Los miembros de la Mesa Ganadera de CRA ponderaron la necesidad de establecer “un pacto” para “respetar las normas que rijan la producción vacuna por un plazo de entre cinco y diez años: sin modificar las reglas” desde el ámbito oficial.
Para sintetizar la situación que presenta el sector cárnico, el titular de CRA, Rubén Ferrero, indicó: “Desde el 2003 la intervención del gobierno hizo que en el 2007-2009, se perdieran 12 millones de cabezas y que no se cumplieran con la Cuota Hilton en los últimos cinco años, perdiendo ingresos para el país de 500 millones de dólares. Por ello, sólo por la inoperancia del gobierno nacional no se pudo adjudicar la Hilton, y recién pudo adjudicarse una parte en marzo cuando el programa va de julio a julio”, explicó.
Al respecto, García Olano manifestó que “respetando las normas” impuestas para el desarrollo de esta actividad se podría volver a un stock de 60 millones de cabezas (hoy de 48 millones), faenar 13 millones anuales, mantener un consumo anual de 60 kilos por habitante, e incrementar de 200 mil a 700 mil toneladas las exportaciones cárnicas. Lamentó que la política de control de precios impuesta por la administración nacional, a través de la Secretaría de Comercio Interior, mostró “un contundente fracaso, ya que ninguno de los objetivos se lograron” para controlar las subas en las góndolas, “cuando el precio recibido por el productor ganadero lleva 49 meses sin modificarse”.
Entre las medidas reclamadas por el sector figuran: aumentar el peso de faena, desgravar la primera venta de terneros, desgravar también el ingreso por ventas por encima de los 420 kilos, restablecer el pago anual del IVA. También destacó como “fundamental” la posibilidad de “contar con un ajuste por inflación o un mecanismo de valuación al cierre para la invernada: sino esto es un impuesto que pagaría el productor al patrimonio y no al ingreso como grava el Impuesto a las Ganancias”.
Fuente El Litoral