El legendario club londinense Marquee fue testigo de un hecho histórico el 12 de julio de 1962, cuando sobre su escenario se subían un grupo de jóvenes que cambiarían la historia de la música: Los Rolling Stones.
Muchos historiadores y melómanos toman a su primer concierto en el Marquee como la fecha fundacional de la banda británica que utilizó el nombre de «Rollin` Stones» (aún sin la «g») en referencia a un tema de Muddy Waters.
Ese día subieron al escenario Mick Jagger y Keith Richards, ambos de 18 años, Brian Jones (20) a la segunda guitarra, Dick Taylor (19) al bajo e Ian Stewart (23) en los teclados y Tony Chapman en batería.
Pocas semanas después Chapman recomendó a su amigo Bill Wyman para el bajo ante la salida de Dick Taylor, mientras que Carlo Little ingresó unas semanas en los parches.
Richards y Brian Jones estaban obsesionados con el baterista de jazz Charlie Watts que tocaba en el grupo de Alexis Korner, Blues Incorporated, y lograron convencerlo luego de varias reuniones.
Después de su concierto en el Marquee se convirtieron en la banda residente del Crawdaddy Club de Richmond y tocaban cada domingo.
La creciente asistencia al Crawdaddy llamó la atención del periodista Peter Jones, quien recomendó al grupo a Andrew Loog Oldham, publicista de The Beatles.
Oldham los fichó para ser su manager y consiguió que el Beatle George Harrison los recomendara la sello Decca Records para sus primeros discos.
Por esos días entraron a los estidios Olimpic de Londres, con Oldham como productor, y allí grabaron un cover del tema «Come On» de Chuck Berry, con la canción de Muddy Waters «I Want to Be Loved», que fue editado el 7 de junio de 1963.
Así nacía una banda que trazaría un camino histótrico en el rock y que en especial en la Argentina es creadora de un estilo rock «stone o rollinga», pero también de una forma de vestirse y una actitud.
Fuente Agencia Télam