La reunión con el Gobierno y las industrias el jueves 2 de agosto, determinará además del destino en la economía de los tambos, el futuro de la reorganización representativa que merece el sector.
La asamblea del martes por la noche dejó claras dos cosas en el ambiente tambero.
La primera y más remarcable es la actitud tendiente al reclamo que tienen los productores, por la falta de precio, por la desconsideración por parte de la industria y el Estado, que durante décadas arrastra a una de las tareas más sacrificadas del campo al endeudamiento constante, al continuo riesgo de pérdida; y claro, al abandono de la lechería por una más sencilla agricultura. Es por esto que los productores votaron por dar una alternativa más al diálogo, dejando que los dirigentes vayan a escuchar la oferta el jueves 2 de agosto y quizá acceder a una negociación por la suba del precio que hace un año está en el mismo peldaño y el cual debería subir al menos 15 por ciento, para evitar una nueva convocatoria a asamblea y bloqueos posteriores, en el inicio de agosto.
Sin embargo el segundo punto más saliente en el salón del Club Juventud Moderna, fue el desánimo de muchos de los productores respecto a sus dirigentes. Quizá por todos los cambios que tuvo la conducción desde el quiebre de 2008, que en la lechería fue tan notorio, cuando las cúpulas de algunas de las entidades tendieron el boyero para el lado del campo más cercano al Gobierno.
De eso se habló el martes a la noche en el medio de las propuestas y las decisiones sobre qué hacer si no se conseguía un precio adecuado. Un tambero enardecido acusó a uno de los dirigentes de la Rural de Rafaela de estar «con Socín», sin embargo, se explicó brevemente que el actual funcionario nacional de la Subsecretaría de Lechería, fue el que decidió tomar otro rumbo en la conducción de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe y asumir el cargo actual, por el cual la entidad se desligó de la SRR. Una de las voces expresó «muchos vinimos atrás de Socín y ahora, ¿dónde lo tenemos? Ahora vamos atrás de ustedes, pero hagan lo suyo», marcando la necesidad de representación y de fidelidad a las bases.
Eso demuestra que todo el trasfondo gremial poco le importa a los productores, aunque sean ellos los que reconocen a viva voz y públicamente que una mejor organización, que un ordenamiento económico del sector puede brindar poder a la hora de negociar, de peticionar y de interceder incluso en temas internos.
Más allá de lo que sería una reorganización futura y teniendo en cuenta la reunión de criterios que los autoconvocados con los bloqueos del 5 al 7 de este mes generaron con el reencauce de muchas de las entidades a la comunión de la producción, existe por delante el doble objeto de reconstruir la confianza de los productores en sus representantes; y el de conseguir una readecuación progresiva y justa de los precios.
Claro que una es más posible que la otra, teóricamente, si es que el discurso unificado es sostenido en el tiempo y se basa en un convencimiento genuino de quienes lo portan.

Unidad

«La única forma que vamos a poder lograr seguir siendo productores tamberos y tener un precio rentable, es si nos mantenemos unidos y salimos a defender lo que nos corresponde», sostenía el vicepresidente de Federación Agraria Argentina, Guillermo Gianassi, que en su camino hacia el Chaco pasó por Nuevo Torino para apoyar un encuentro al que ponderó por convocatoria y convicción, para torcer la metodología de la fijación de precios en la potestad de las industrias.
«¿Es lógico, es justo, que uno esté ordeñando hoy y no sepa cuánto ni cuándo va a cobrar?», se preguntó reconociendo que «esta cantidad de productores reunidos, en una Argentina que está desmovilizada, es una señal de que las cosas no están bien»; y es la lechería uno de los testigos del desbalance que ya brota en todos los sectores.
El también tambero bonaerense sostuvo que «el gobierno tiene que equilibrar y determinar, definitivamente tiene que definir en favor de los productores», para alentar las expresiones de los más de 400 presentes.
«Hay que estar dispuestos a hacer lo que haya que hacer, para que no se repita la historia de hace años», concluyó.
En una asamblea donde el ordenamiento de los discursos de los titulares de las entidades mostró la madurez que no se veía desde aquel diciembre de 2007 en San Francisco, para iniciar el primer paro nacional a la actual Presidente de la Nación; y que era algo que tantas veces se pidió en las sucesivas reuniones masivas de los últimos años, fue el presidente de la Sociedad Rural de Las Colonias quien reconoció que «la dirigencia está muy floja, hay que reconstruir la confianza», aludiendo a la imagen y la acción que se les debe demostrar a los tamberos para que se inicie ese trabajo de apilamiento de credulidad y certezas.
«Las bases están muy fuertes, muy firmes en su posición, dispuestos a medidas extremas, cosa que rompe un paradigma histórico en el que los productores no estaban dispuestos a tirar su producción y hoy (por el martes) reconocieron por unanimidad que puede ir a  una lucha en la cual si tienen que hacerlo lo harán», señaló Gustavo Vionnet, que además de productor, ostenta en su curriculum muchos años de dirigencia, quizá exhibidos en la conducción de la asamblea. Además de recordar que a principios de los ´70 y con el desecho de materia prima para conseguir la consideración económica en la cadena, reflejó que con esta actitud los tamberos permiten, «darnos la confianza para una negociación en la cual es necesario que las bases apoyen» y donde todos aguardan positivos resultados para no extender la agonía de tantos.
Por su parte, Oscar Poi, presidente de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, sabiendo que su tarea conciliatoria deberá ser paciente y extensa, se refirió al marco de la asamblea, donde a diferencia de lo que vivió en Suardi la semana anterior, por Nuevo Torino consideró «acá hay un poco más de paciencia para esperar la próxima negociación, donde se pueda encontrar una salida en la próxima negociación para poder conformar a todos», apostó sobre el pedido tambero, la posibilidad de pago de la industria e incluso con las compensaciones estatales que atiendan la emergencia sectorial, sin embargo reconoció el predominio de los procesadores en la formación del precio de la materia prima que difícilmente se tuerza en una reunión, pero que debería corregirse con un marco legal.
Queda una semana de espera, para que los titulares de las entidades bajo el ala de la Mesa Nacional de Productores de Leche se acerquen a escuchar propuestas económicas y a imponer pedidos de mejora, que permitan demostrar una concepción criteriosa y unificada de la actividad que luego se plasme en un apoyo sólido, en todo sentido, de quienes ordeñan cada jornada.

Diario La Opinión