La jornada del miércoles comenzó calma. Con la presencia frente a 26 plantas pero la mirada en la reunión convocada por el Ministerio de la Producción, donde representantes de productores se encontrarían con industriales.
Sin embargo, al encuentro que se había gestado el martes en Rafaela, sólo acudió SanCor por parte de las empresas y fue así que los productores, acompañados por el intendente de Sunchales, Ezequiel Bollatti, por haber intervenido en la madrugada del miércoles en el entredicho entre cooperativistas y tamberos que estaban bloqueando la principal industria de su ciudad, se encontraron una vez más sin interacción.
Claro que SanCor no presentó ninguna propuesta sobre los precios, por encontrarse sola, lo cual generó un compromiso en el ministro Fascendini para comenzar a comunicarse vía fax con el ministro de Agricultura de la Nación, Norberto Yauhar y el jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manuel Abal Medina, ante la delicada situación que se vive en la Provincia de Santa Fe, sumándose a la causa el Gobierno de Córdoba.
Según informó a este Diario, Darío Schueri, corresponsal en la capital provincial, Fascendini señaló que el Gobernador Antonio Bonfatti está informado de todo lo que pasa a los fines de solicitar «en el máximo nivel nacional» que intercedan; indicando que en las notas enviadas a Yauhar y Abal Medina les hicieron saber que «Santa Fe es epicentro del conflicto» y que «en los relevamientos que estamos haciendo observamos una alta convocatoria de productores en las plantas con perspectivas de enfrentamientos, cortes de rutas, por lo que pedimos la ayuda del gobierno nacional para evitar que el conflicto se desmadre y tenga consecuencias no deseadas». El Ministro santafesino, tras revelar que el Subsecretario de Lechería de la Nación Arturo Videla «no ha tenido instrucciones para venir a la Provincia de Santa Fe» a participar de la reunión, reconoció que «estamos ante un conflicto nacional que no estamos en condiciones de solucionar desde el gobierno provincial», admitiendo que «el conflicto ya excede a las productores y preocupa a presidentes de comunas, intendentes y legisladores que están llamando al Ministerio».
Tal es así que en Suardi, ayer se reunían con el senador Felipe Michlig, presidentes comunales de esa región, poniéndose el acento ya en las consecuencias socio-económicas directas que para pueblos y ciudades tiene la crítica condición de los tambos, llamando quizá a activar la gestión del intendente de Rafaela, por centrarse aquí un conflicto que fue cobrando fuerza y se afianza en los productores, más allá de las intenciones de los dirigentes.
«Estuvo ausente la industria», apuntó Daniel Oggero, lamentando que no se pueda haber armado un espacio de diálogo entre las partes, lo cual genera que el conflicto siga vigente, con gran intensidad en la provincia de Santa Fe, a pesar que «el malestar sea tan grave acá como en todos lados», es por eso que se subrayó que «en cualquier momento, no tenemos problema de sentarnos a dialogar para destrabar el conflicto».
Ahora, la Justicia
El cambio de rumbo en la protesta se dio ayer en las primeras horas de la noche, cuando con la presencia de Fernando Calcha, presidente de la SRR; de Daniel Oggero, director de FAA; y de Darío Dell´Erba, vicepresidente de Meprolsafé, se les planteó desde Saputo a los productores la necesidad de ingresar la leche que desde el lunes está en la playa contigua a la planta, almacenada en unos 15 camiones cisterna.
Como adelantaba La Opinión en su edición del martes, cerca de 400 mil litros son los que allí esperaban el proceso del conflicto, con controles de calidad cada cuatro horas. La materia prima entregada fría y conservada en los tanques aún mantiene condiciones de acidez óptimas, al menos hasta esta mañana; y es por eso que la empresa que tiene esa leche en consignación, sin haberla abonado a los productores aún, intentó gestionar su ingreso a la planta. Sin embargo, allí estuvo la moneda de cambio para los productores, que trataron de encontrar una reunión con los directivos, a través de esa sesión. Pero fueron los tamberos apostados en el bloqueo los que negaron esta posibilidad, invitando incluso a que los transportistas que también allí esperan, les vuelvan a llevar la producción a los tambos para que en esos lugares se deseche y así evitar el «desastre ambiental» que citó la industria como causa para motivar el ingreso a la planta, ya con mínima actividad laboral, para su proceso.
En tanto se acercó la fiscal Liliana Cattaneo de Serruya, quien juega una suerte de papel conciliador entre partes. «La situación es que hay un conflicto entre los industriales y los productores lecheros, por el precio de la leche, donde hay una serie de camiones con la producción que estaría en peligro de perderse. Lo que se trata es de llegar a una mesa de diálogo entre ambas partes, para poder darle fin a este conflicto, lo cual no se ha logrado porque una de las partes no concurrió a la reunión citada», señaló la funcionaria judicial, quien solamente indica haber conseguido un contacto con la abogada de la empresa Saputo, que en estas primeras horas del día se comunicaría para dialogar e intentar «algún tipo de acuerdo aunque sea con esta empresa, aunque el conflicto en realidad es nacional».
Sin denuncias escritas que son las que pueden iniciar las causas judiciales, pero si verbales que motivaron su presencia sobre el ingreso a la planta por la calle Mainardi, la fiscal acompañada por efectivos policiales de la Comisaría Nº 13, labraron un acta para intentar la mediación y con lo cual también dos representantes de los productores se presentarán ante ella esta mañana para explicar la situación y la postura de este segmento de la cadena, para escuchar ambas voces del conflicto.
Frente a la empresa y los productores relató Fernando Calcha que la fiscal quiso notificarse de las condiciones del caso y las posiciones ante el conflicto. Ante el pedido de la industria, la funcionaria trató de conocer «hasta donde podíamos nosotros flexibilizar nuestra posición para que la leche pudiera ingresar». No hubo trueque entre leche y reunión, entonces el conflicto continúa.
Así no
Antes de sucederse esta situación que cruzó a dos de los turnos que se apuestan frente a la planta ubicada en el barrio Luis Fasoli y es por eso que la cantidad de productores era importante, en Buenos Aires se reunía el Centro de la Industria Lechera.
Después del encuentro del martes, propiciado por el Ministerio de Agricultura de la Nación, pero con representantes de Economía y la AFIP, de un simple aspecto técnico y donde se prometió algún tipo de resultado en los estudios del reparto de ganancias en la cadena para dentro de un mes, pero sin ningún subsidio para el mientras tanto, los industriales reforzaron su postura.
A más de dos días de los bloqueos, en las charlas del encuentro se remarcó la voluntad de no negociar en las condiciones vigentes, donde a pesar de aquel consejo del jueves pasado dado por el Ministro Yauhar, de ejercer presión para lograr resultados, no existirá alternativa. Teniendo en cuenta que las industrias y el Gobierno Nacional, así como puede suceder en las administraciones provinciales, no tienen con qué pagar las aspiraciones de suba de los productores, o al menos de seguridad de sostenimiento de costos, no comprenden el motivo de la protesta que demuestra que todos pierden, incluso de continuar generará mellas en la fase comercial.
Un Estado nacional ausente, con funcionarios sectoriales que ni siquiera curiosean el termómetro de la protesta y expresan en cuanto pueden que no se encargan de mediar, a pesar que sea esta una responsabilidad, es ahora presionado por las administraciones provinciales para que en lo inmediato se puedan reunir las partes, más aún con la influencia del Poder Judicial.
Será este el cuarto día de la protesta más firme en la posición de cada uno de los tamberos intervinientes que se haya visto en décadas, con pérdida inmensa de materia prima, dinero, trabajo y esfuerzo, dónde la crisis está ampliamente reconocida por todos, dónde las pérdidas también son de muchos, demostrando claramente que la falta de responsabilidad en las políticas de años, ahora hallan en el declive internacional una excusa externa de un problema absolutamente nacional y popular.
Fuente por Elida Thiery La Opinión de Rafaela