De la mano de los precios internacionales y de muy buenos rendimientos en las últimas cosechas, el girasol busca volver en Argentina en las próximas campañas a las siembras mayores a 2 millones de hectáreas.
La buena perspectiva de precios que mantiene el aceite de girasol, que cotiza estable en Chicago en alrededor de 1300 dólares por tonelada, más los eventos biotecnológicos para el cultivo que proyectan muy buenos rindes, pueden contribuir a que la oleaginosa ocupe un lugar más destacado entre los cultivos, coinciden los especialistas.
Jorge Ingaramo, asesor técnico de de la Asociación Argentina del Girasol (ADAGIR) explicó que el cultivo puede volver a los primeros planos «si la gente se entusiasma y empieza a utilizar al girasol como cultivo de invierno, permitiendo luego hacer una soja de segunda en diciembre o noviembre».
Para Ingaramo, «es clave para que esto suceda que se mantenga sostenido el precio del aceite y que los rindes sigan creciendo».
«Hoy por hoy estamos en rendimientos de 22 quintales por hectárea en los mejores campos. Tenemos que lograr que todos los rindes vayan hacia esos niveles, ese es el desafío», explicó.
Esa posibilidad no parece tan lejana si se toma en cuenta los eventos biotecnológicos que se patentaron en los últimos tiempos.
El patentamiento del evento CLPlus de Basf y Nidera en 2008, o el hecho de que Argentina haya sido sede del último congreso de girasol, donde se expuso sobre los últimos avances en materia del genoma de la planta dan cuenta que se trabaja en esa dirección.
Respecto a los precios, los últimos números sobre la cosecha en Europa del Este, la región de mayor producción de girasol, dan cuenta de pérdidas superiores a 1,6 millones de toneladas por problemas hídricos principalmente.
«A la luz de la seca inicial en Rusia y otros problemas climáticos o de gestión de recursos hídricos, los resultados esperados para la campaña 2012/13 tienden a parecerse a la tendencia histórica y no a los de la excepcional campaña pasada», explicó Ingaramo.
Según el especialista, esta situación debiera dar una perspectiva de precios sostenidos para el cultivo por los próximos meses.
Ocurre que Europa del Este, principalmente Rusia y Ucrania, se transformaron en la región más importante para el girasol y cualquier conflicto con la producción en esa región tiene su correlato en las pizarras de Chicago.
En lo que respecta a Argentina, la Bolsa de Cereales porteña estima que el área sembrada alcanzará las 2 millones de hectáreas esta campaña, 140.000 más que la temporada anterior.
Con esta perspectiva de siembra, se estima que la producción de acite de girasol, el principal producto que se obtiene de la planta, pasará el millón de toneladas.
Si bien se trata de una producción importante, por encima de las 950.000 toneladas de 2010/2011, hay que tomar en cuenta que en la temporada pasada se molió una gran cantidad de girasol de la cosecha anterior.
Fuente Agencia Télam